Un enfrentamiento entre una empresa de Uruguay y la aduana de Argentina puso en evidencia la falta de mecanismos rápidos en el Mercado Común del Sur (Mercosur) para resolver conflictos comerciales.
Un embarque de bicicletas de la empresa uruguaya Motociclo fue detenido en la aduana argentina a mediados de julio, bajo la sospecha de que no cumplía con las normas de origen
"Es inaceptable" que la aduana argentina dude sobre "el proceder" de la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU), advirtió esta semana Roberto Villamil, gerente general del gremio de los industriales.
Por delegación del Poder Ejecutivo, la CIU certifica la proporción de componentes de origen nacional en cada producto de exportación. "Tenemos una trayectoria de más de 30 años en el cumplimiento de esta tarea de cerfificación", dijo Villamil.
La firmeza de las autoridades argentinas obligó a Motociclo a depositar una garantía por aranceles como si se tratara de mercadería de extrazona. Eso permitió el ingreso en Buenos Aires de una parte del embarque, mientras otra quedó retenida.
Una fuente de la CIU, que pidió reserva de identidad, dijo el jueves que el episodio tuvo origen en "presiones de los fabricantes argentinos de bicicletas sobre el gobierno de su país, que las acepta sin más".
La fuente indicó que Argentina suele plantear este tipo de problemas, que se solucionan según "el tamaño del pais. A Chile le impusieron una traba semejante, y luego dejaron ingresar la importacion".
"En el Mercosur, los conflictos van en bicicleta, en lugar de resolverse a alta velocidad", ironizó.
Motociclo, la única fábrica uruguaya de bicicletas con capacidad de exportación, destina 80 por ciento de su producción al exterior y Argentina representa 16 por ciento de su facturación.
"El daño que sufrió la empresa fue muy importante. Faltan mecanismos que permitan solucionar este tipo de problemas sin que la parte más debil del conflicto sufra de esa forma", dijo a IPS Washington Durán, responsable de la comisión de comercio exterior de la CIU.
Durán indicó que tanto el gobierno uruguayo como el argentino estaban enterados del problema. Sin embargo, las autoridades uruguayas no llevaron la cuestión a la comisión de comercio del Mercosur, donde habitualmente se busca solución a estas diferencias.
El asunto "es más grave aún" si se considera que "en este caso es palmario el proceso productivo y el origen de los productos utilizados, de los que sólo 20 por ciento no son nacionales", advirtió Durán.
Las normas de origen adoptadas por el Nercosur obligan a incorporar un mínimo de 60 por ciento de componentes de fabricación nacional a los productos de exportación.
La cuestión de las bicicletas retenidas en la aduana de Buenos Aires dio lugar a una situación sin precedentes en el Mercosur: una comisión de expertos del gobierno argentino llegó esta semana a Uruguay a inspeccionar la planta industrial de Motociclo, y comprobó la vercidad del certificado.
Ese tipo de inspección está previsto en el sistema de origen del Mercosur, pero nunca se había realizado. Durán destacó que Uruguay aceptó la inspección el 13 de agosto, "pero sólo se concretó ahora".
Para el experto, "lo sucedido pone en duda todo el sistema de certificación de origen, cuando al menos en este pais, para expedir un certificado se verifican y documentan todos los datos, y en caso de duda se procede a la inspección de la empresa".
James Whitlaw, secretario del Centro de Conciliación y Arbitraje, coincidió con Durán en la necesidad de convenir en el Mercosur mecanismos de solución a los diferendos comerciales, para evitar recelos y perjuicios para las partes.
El Centro de Conciliación y Arbitraje trabaja desde hace un año y medio, con respaldo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en la capacitación de árbitros para resolver con eficacia y rapidez los conflictos entre particulares, o entre éstos y los estados.
Whitelaw dijo a IPS que el propósito del BID consiste en que Uruguay, ubicado en un lugar geográficamente estratégico del bloque, se convierta en el centro de resolución de esos casos.
La capacitación de los árbitros es realizada por la fundación Libra, de Argentina.
Mientras, algunos juristas del área impulsan la creación de un tribunal supranacional con preeminencia sobre el derecho nacional de cada estado miembro.
Ernest Metz, director de la Academia Europea de Derecho Comunitario, de Alemania, utilizó como ejemplo el caso del embarque de bicicletas uruguayas al referirse en un seminario organizado en Montevideo por el Poder Judicial a las vías de solución de controversias.
"Estos son los casos claros que resolvería rápidamente la Corte de Luxemburgo, el tribunal supranacional que regula la actividad de la Unión Europea, como lo ha hecho en varias ocasiones, incluso por encima de los intereses del país miembro", dijo Metz. (FIN/IPS/rr/ff/if/97