Una epidemia de cólera estallada en Kenia causó la muerte de 65 personas y los antibióticos aplicados para contenerla pierden poder, advirtió el ministro de Salud, Jackson Mulinge.
El ministro informó que, desde julio, se han registrado 1.100 casos de cólera, pero fuentes independientes aseguraron que 2.000 personas han sido hospitalizadas y que los muertos suman 400.
El cólera se propaga hacia el sur, invadiendo la vecina Tanzania, informó Richard Muga, jefe de servicios de salud en la occidental provincia de Nyanza, la región más golpeada por la epidemia.
La proximidad de Nyanza a Tanzania y Uganda, que comparten el lago Victoria con Kenia, indujo a Médicos sin Fronteras y la Cruz Roja a enviar médicos y enfermeros a la provincia, de 3,5 millones de habitantes, e Italia donó medicamentos contra el cólera.
El director nacional de servicios de salud, James Mwanzia, atribuyó la propagación del cólera a las pobres condiciones sanitarias de Nyanza.
Mwanzia ordenó a partir de agosto la clausura de 1.000 establecimientos, entre bares, restaurantes, quioscos de comidas y mataderos que no cumplían las normas higiénicas reglamentarias.
También fueron prohibidos los baños en ríos contaminados, los banquetes en los funerales y la venta ambulante de comidas, y Mwanzia exhortó a la población a hervir el agua de beber.
Ephrahim Gathaiya, secretario general de la Cruz Roja de Kenia, advirtió que "la tasa de decesos es de 10 por ciento del total de enfermos, 10 veces la proporción que podría esperarse, ya que la epidemia es adecuadamente combatida".
Las posibilidades de los pacientes de sobrevivir son de 40 por ciento, si no reciben tratamiento, y normalmente de 100 por ciento, si son atendidos debidamente.
Pero la bacteria del cólera se vuelve resistente al tratamiento. Los antibióticos utilizados ya no parecen efectivos, según un informe presentado en agosto por la Fundación Africana de Investigación Médica (AMREF), radicada en Nairobi.
Los expertos de la AMREF señalaron que la resistencia de la bacteria a los antibióticos es aún más pronunciada en Tanzania y Ruanda, donde la tetraciclina se ha vuelto ineficaz.
El informe fue elaborado con base en el análisis de muestras recogidas por la AMREF para la investigación de brotes de diarrea en Kenia, Ruanda, Somalia, Tanzania, Zambia y Zimbabwe.
Los científicos observaron que la reacción en Kenia y Somalia ante otros dos antibióticos, el cloranfenicol y el cotrimoxazol, cayó de 85 por ciento en 1994 a menos de 10 por ciento en 1996.
Eso significa que aumentará la proporción de decesos debidos al cólera, advirtió la Fundación.
El cólera es una infección intestinal aguda, causada por una bacteria, el vibrión colérico, y transmitida generalmente por el consumo de agua o alimentos contaminados.
Los enfermos se deshidratan rápidamente a causa de diarreas, y sufren calambres musculares. El remedio consiste en el reemplazo por vía endovenosa de los líquidos y sales perdidos, junto con la administración de antibióticos.
La provincia de Nyanza es afectada de modo casi constante por enfermedades infecciosas, como cólera, disentería y tifus, y presenta uno de los peores niveles de contaminación de aguas de Kenia.
El cólera se ha manifestado con frecuencia en la región desde 1970. En 1992, tres brotes se cobraron la vida de 150 personas. (FIN/IPS/tra-en/ja/mn/rj/ff/he/97