INDIA: Tragedias petroleras revelan fallas en seguridad ambiental

Dos grandes incendios con decenas de muertos en el puerto meridional de Visakhapatnam en los últimos cinco días han generado dudas sobre la seguridad y las medidas de defensa del ambiente en la industria petrolera de India.

El día 14, el fuego se abatió sobre cuatro tanques de la refinería de la estatal Hindustan Petroleum Corporation Ltd. (HPCL) y se diseminó por los depósitos de la también estatal Indian Oil Corporation. El incidente provocó la muerte de 51 personas.

Dos días después, varios tanques de kerosén del puerto estallaron en llamas. Un denso humo se sumó a la ya pesada contaminación aérea de esta ciudad industrial, la principal en la costa del estado de Andhra Pradesh donde funcionan grandes refinerías, plantas de acero y plantas de fertilizantes.

Las propias agencias del gobierno habían advertido que, si no se tomaban medidas, ocurriría una tragedia en Visakhapatnam.

Pero el Ministerio de Petróleo continúa obsesionado por el impacto de los accidentes en las reservas de combustible del país. Ha dejado de lado la seguridad de la industria india y las preocupaciones ambientales.

"Importaremos productos petroleros, en especial gas líquido y kerosén, para cubrir las pérdidas del incendio y el imprevisto cierre de la refinería", dijo un funcionario de la cartera cuando comenzó el primer incendio.

La HPCL, que al principio atribuyó el incendio a un accidente, no descartó luego un "sabotaje".

En noviembre de 1996, tres personas murieron en otro incendio similar.

Visakhapatnam figura entre las 24 áreas problemáticas identificadas por la Junta Central de Control de Contaminación (CPCB), un órgano asesor del gobierno. Pero la instalación y operaciones de refinerías como la de la HPCL no están sujetas a autorización de la CPCB o las juntas estaduales.

En 1994, un equipo de expertos de la CPCB identificó la planta de la HPCL entre las cuatro industrias más contaminantes de la ciudad. En julio de ese año, otro equipo de científicos revisó las regulaciones de seguridad de la refinería.

P. A. B. Raju, subgerente general de la HPCL, aseguró luego a la CPCB que la empresa había instalado la infraestructura mínima necesaria para contener la contaminación. Pero los expertos no lo creyeron.

R. S. Mahwar, integrantes del equipo técnico, sospechó que "la HPCL no desarrolló esa infraestructura porque le pareció cara".

La poca seriedad en el manejo de la seguridad en la refinería resultó evidente cuando la empresa no entregó en 1996 su informe anual a la Junta de Control de Contaminación del estado de Andhra Pradesh (SPCB).

Antes de concluir su inspección, el equipo de la CPCB dio a la HPCL dos semanas de plazo para entregara su informe a la SPCB.

Las refinerías y las exploraciones petrolíferas están exentas en India de informes de impacto ambiental. Las industrias solo están obligadas a someter al gubernamental Departamento de Minas un análisis de riesgo antes de comenzar a operar.

El análisis de riesgo se limita al diseño de un sistema de manejo de desastres con la función de informar a los funcionarios, asegurar las evacuaciones e impedir posibles sabotajes.

Luego de eso, las industrias deben entregar a las juntas estatales de control de contaminación un informe anual sobre manejo ambiental.

El Instituto Nacional de Investigación sobre Ingeniería Ambiental de India (NEERI) alertó en 1994 que el diseño de la refinería de la HPCL sufría fallas inherentes que ponían en peligro la vida de los operarios y de los residentes en la zona industrial de Malkapuram.

"Este barrio alberga a cinco industrias que manejan fuego y con riesgo de explosiones debidas al manejo de propileno y otras sustancias. La que merece máxima atención es la refinería de la HPCL", advertían los expertos del NEERI en su informe.

Pero los residentes en Malkapuram habitan viviendas de emergencia y dependen de la refinería para su subsistencia.

El NEERI también alertó sobre la carencia de servicios médicos y para la atención de emergencias sanitarias, ambos necesarios para la atención de tragedias como las de los últimos cinco días.

Esa tragedia demostró que la HPCL no contaba con suficientes medios materiales para combatir incendios. Luego de que se desataron las llamas, se debió llevar allí 10.000 toneladas de espuma extinguidora desde la localidad occidental de Baroda, a más de 2.000 kilómetros de distancia. (FIN/IPS/tra-en/bbp/an/en/97

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