FINANZAS: Nuevo crédito de rescate del Banco Mundial a Tailandia

El Banco Mundial se ha comprometido a colaborar con el gobierno de Tailandia para prevenir futuras turbulencias financieras, tras la devaluación sin precedentes del baht, la moneda nacional, desde comienzos de julio.

El organismo multilateral aprobó el jueves la dedicación exclusiva de fondos a "mejorar el comportamiento del sistema financiero en el mediano plazo" a través de regulaciones y evitar que otras compañías se unan al remolino de las 58 ya suspendidas.

La meta inmediata del proyecto de asistencia del Banco Mundial al sector financiero tailandés, dotado de 15 millones de dólares, será ayudar al gobierno en Bangkok a recapitalizar, fusionar, vender o liquidar las empresas problemáticas.

El proyecto incluye medidas para impulsar políticas y regulaciones para el sector financiero, explicó el Banco.

El préstamo constituye la mayor parte del paquete de 22 millones de dólares establecido por Bangkok, que suspendió a las 58 compañías para restablecer la confianza en el sector bancario y financiero.

Algunas de las empresas se han quejado de que las reglas a las que deben someterse para ser rehabilitadas son demasiado exigentes, según informes desde Tailandia.

Estas reglas fueron diseñadas por un comité presidido por el principal funcionario de la bolsa de valores del país asiático, Amaret Sila-on, y establecen que las compañías deben ampliar su capital, y que la mitad al menos debe estar depositado en efectivo.

Las instituciones suspendidas también deben llegar a un acuerdo sobre sus deudas con el Banco de Tailandia (central), que suman un total de 12.600 millones de dólares, y efectuar pagos al Fondo de Desarrollo de Instituciones Financieras de esa entidad.

Estas condiciones son consideradas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) esenciales para establecer "un sector financiero solvente y lucrativo".

"Al reconocer que el sistema financiero sufrirá un deterioro temporario, las autoridades necesitarán que las restantes instituciones financieras fortalezcan su base de capital de forma expedita. Eso incluye una política de aliento a las fusiones, así como inyecciones de capital extranjero", según el FMI.

La agencia aprobó el 21 de agosto un crédito de contingencia por 3.900 millones de dólares para Tailandia, parte de una movilización internacional que sumó unos 17.000 millones de dólares en préstamos, la mayor parte procedentes de países vecinos como Japón y Australia.

El Banco Mundial sumó 1.500 millones a ese paquete, y el Banco de Desarrollo de Asia (AsDB), 1.200 millones.

Más allá de restaurar la estabilidad financiera, el crédito de contingencia del FMI fue establecido para alentar "medidas estructurales que refuercen la orientación externa de la economía".

La agencia espera que, a través de mayores medidas de austeridad, mayor apertura al control de los inversores y mayores exportaciones, la economía tailandesa alcanzará un crecimiento anual de entre seis y siete por ciento en los próximos tres o cuatro años.

Todos los expertos coinciden en que, al fin, la crisis acabará.

El primer vicedirector gerente del FMI, Stanley Fischer, y el economista jefe del Banco Mundial, Joseph Stiglitz, manifestaron un cauteloso optimismo.

"Los cimientos del este de Asia son aún muy fuertes", dijo Stiglitz. El economista se refería a las altas tasas históricas de ahorro interno, el crecimiento real de la economía y la inversión en capital humano.

Pero pocos dejan en duda que la región sufrirá un enlentecimiento en los próximos dos años.

"El éxito del programa económico tailandés depende del aislamiento de las instituciones insolventes y en garantías de viabilidad para las que permanezcan a través de recapitalizaciones tempranas y el fortalecimiento de las regulaciones y la supervisión", advirtió en agosto el FMI.

El Banco Mundial informó el jueves que el nuevo préstamo promoverá "una serie de medidas fundamentales para mejorar el comportamiento del sistema financiero en el mediano plazo".

Entre estas medidas figuran reforzar la capacidad de identificar compañías problemáticas, racionalizar la supervisión del sector financiero y mejorar los procesos de quiebras y clausuras de compañías.

Estos pasos "limitarán el 'contagio' (de la crisis) a instituciones financieras no suspendidas".

Funcionarios del Banco y del sistema financiero privado consideran que estas medidas también fortalecerán las reformas de libre mercado, algunas de las cuales ya estaban en marcha antes de la actual crisis.

Nadie pronostica que algún país del sudeste de Asia deseche estas reformas, pero los financiestas están ansiosos de eliminar cualquier riesgo de que los gobiernos dejen de lado la integración financiera y suspendan el desmantelamiento de las barreras nacionales al libre movimiento de capital privado.

El Banco Mundial desembolsará su préstamo de 15 millones de dólares en tres años, y será devuelto en 15, con un período de gracia de tres. (FIN/IPS/tra-en/aa/mk/mj/if/97

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