William Weld, propuesto por el presidente Bill Clinton como nuevo embajador de Estados Unidos en México, renunció hoy a su candidatura para poner fin a una batalla sobre su confirmación en el puesto.
El republicano Weld, ex gobernador del estado de Massachusetts, declaró que arrojaba la toalla, debido a la negativa de Jesse Helms, de su propio partido, a concederle una audiencia de confirmación en el comité de Relaciones Exteriores del Senado, que ese político derechista preside.
El Senado debe otorgar "asesoramiento y consentimiento" a quienes son propuestos como embajadores, según preceptúa la constitución de Estados Unidos, y el trámite comienza en el comité de Relaciones Exteriores.
"Esta mañana me comuniqué con el presidente Clinton para retirar mi nombre" de la lista de funcionarios que deben ser aprobados por el Senado, y "vuelvo a Nueva Inglaterra, donde nadie tiene que ponerse de rodillas para pedir a ningún poder estadual que haga su trabajo", dijo Weld a la prensa.
"Si hubiera tenido una audiencia imparcial, mis antecedentes me habrían asegurado los votos necesarios para la confirmación", expresó Weld, para agregar que en el futuro se desempeñará en el sector privado.
Clinton informó que aceptaba la decisión de Weld con "gran decepción", pues el candidato renunciante "habría sido un magnífico embajador en Mexico".
"El pueblo estadounidense no ha sido bien tratado en este proceso" y peridó la oportunidad de estar representado "en una de nuestras posiciones diplomáticas más importantes por un relevante servidor público", dijo el presidente.
Al negarse a Weld "el derecho a una audiencia imparcial" se privó al pueblo de voz en este asunto, dado que "se impidió a sus representantes en el Senado decidir con su voto la designación", agregó.
Clinton advirtió que el caso Weld significa un retroceso en la forja de una política internacional con participación de los dos partidos representados en el Congreso,
Los 45 senadores elegidos por el gobernante Partido Demócrata se hicieron eco de las palabras de Weld, que habían respaldado su demanda de lograr al menos una audiencia en el comité de Relaciones Exteriores sobre su designación.
El senador Edward Kennedy acusó a Helms de cometer "un grave abuso de poder" al negar a Weld la audiencia solicitada por la mayoría de los integrantes del comité.
Weld, un republicano moderado que ganó dos mandatos como gobernador del demócrata estado de Massachusetts, es un político popular y carismático y, según se cree, tiene ambiciones presidenciales.
Clinton lo propuso en julio para la embajada en México en función de un acuerdo político implícito entre ambos, según creen los analistas.
Weld podría ganar experiencia diplomática para agregar a su curriculum político, mientras dejaba libro el camino a la gobernación de Massachusetts a Joseph Kennedy, miembro de la Cámara de Representantes y sobrino del senador Kennendy.
Esa opinión resultó fortalecida por a abrupta renuncia de Weld a la gobernación, decidida para luchar a tiempo completo por su designación.
Casi en seguida de que Clinton propusiera a Weld, Helms advirtió que no sólo se opondría a su confirmación sino que utilizaría su posición como presidente del comité de Relaciones Exteriores, que debe aprobar toda designación de embajadores, para negar una audiencia a Weld.
Helms fundamentó su oposición en el apoyo de Weld al uso de la marihuana para fines medicinales y en los antecedentes, supuestamente débiles, del frustrado candidato a embajador como acusador de traficantes de drogas cuando se desempeñaba como fiscal general del Estado. (sigue