ESPAÑA: Borja presenta la primera enciclopedia de la política.

El ex presidente ecuatoriano Rodrigo Borja presentó hoy en la capital española la primera enciclopedia de la política editada en el mundo.

La obra, publicada por el Fondo de Cultura Económica, tiene más de 1.500 entradas y varios miles de términos entrecruzados. El socialdemócrata Borja, quien gobernó su país entre 1988 y 1992, empleó cinco años en elaborar la enciclopedia.

"Sin el uso de computadoras hubiera sido imposible hacerlo en menos de 10 o 15 años", comentó el autor en la Casa de América, donde se realizó la presentación de la obra.

Acompañaron a Borja en la ocasión Federico Mayor Zaragoza, director general de UNESCO (Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), el ex presidente de Portugal Mario Soares, el alcalde de Madrid, José María Alvarez del Manzano, y el lingüista Rafael Rodríguez Marín, de la Real Academia Española de la Lengua.

El trabajo tiene tres características destacables: el compromiso político del autor, —si bien las definiciones son de carácter científico—, su estilo personal y la calidad técnica.

Aunque en las enciclopedias al uso y de cualquier género es de rigor utilizar una redacción objetiva, impersonal, no siempre ha sido así. En el origen de este tipo de obras, en particular por los enciclopedistas (siglo XVIII) y hasta entrado el siglo XIX, se utilizaba la primera persona.

En materua de estilo, Borja retorna a los clásicos. Así, no vacila en escribir: "Comparto el criterio de…", o "Tenemos que destacar….".

La calidad técnica se aprecia en la inexistencia de "círculos viciosos", esos mecanismos de muchas enciclopedias y diccionarios que, al consignar un término, remiten a otro, sin que el lector se entere del significado de ninguno de ellos.

Ese rigor se encuentra también en la incorporación de vocablos no contemplados en el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, como la palabra "biodiversidad".

Borja explica esa ausencia por el "rezago científico y tecnológico" de sociedades de habla castellana "con respecto a las de habla inglesa, alemana o francesa de países industrializados".

Es interesante la forma en que aborda la definición del "dinero electrónico". Comienza precisando que a un hombre primitivo le hubiera parecido impensable que la riqueza que lo rodeaba pudiera resumirse en unas cuantas monedas.

Después señala que, en la antigüedad, habría resultado "increíble" que "unos formularios de papel -los billetes— hubieran podido representar un valor de cambio y ser un instrumento de pago".

"Hoy nos cuesta imaginar el dinero electrónico, que no se plasma en un papel ni en un cheque, sino que circula intangiblemente a través de los impulsos electrónicos de los ordenadores". A continuación detalla todas las modalidades de dinero electrónico, los proyectos, las ventajas y los problemas.

Borja admite que "escribir sobre temas e instituciones políticas es, inevitablemente, una tarea política, y no es posible hacerlo fuera de las convicciones ideológicas del autor".

No obstante, añade, ha tratado de ser lo más objetivo posible en sus juicios, aunque reconoce que las ciencias sociales no tienen la exactitud de las matemáticas.

Así, frente al término discriminación, y tras definir su significado e historiar su uso, sentencia que "la discriminación contra las mujeres, si bien ha sido menos dramática (que la de los negros), no ha dejado de ser profundamente injusta".

Culmina una larga explicación del vocablo "elite" diciendo: "Me temo que vamos hacia una sociedad cada vez más estratificada y elitista en función de lo económico, resultado a su vez del factor conocimiento, de los ingresos y el status social que éste produce".

También se pronuncia sobre el término "embargo". Después de definirlo, lo analiza en relación a Cuba, para llegar a la conclusión de que lo que Estados Unidos denomina "embargo" es un "bloqueo" y "una forma de intervención indebida" en los asuntos de otro país.

Su compromiso político se advierte también al hablar de "participación". La participación, dice, es el ingrediente más importante de la democracia y ésta es "la conjugación del verbo participar en todos sus modos, tiempos, números y personas".

Asimismo, se advierte al definir la paz, "que es todavía una conquista pendiente. La paz entendida en su más amplia concepción y no sólo en la dimensión militar de la palabra".

Por último, su compromiso también se evidencia en una de las entradas más largas de la obra, deicada al socialismo democrático, el sustento de Izquierda Democrática, el partido político que dirige.

"No hay socialismo sin libertad, ni libertad sin democracia, ni democracia sin socialismo. Los tres son conceptos que se implican mutuamente", afirma Borja. (FIN/IPS/td/ff/ip cr/97

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