El líder del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos se negó el viernes a conceder una audiencia que autorice el nombramiento del candidato del presidente Bill Clinton para embajador de Washington en México.
La lucha por la designación de William Weld, republicano moderado y ex gobernador de Massachusetts, llegó al Senado mientras las partes en conflicto prometen no ceder sus posiciones.
Durante una breve reunión del Comité de Relaciones Exteriores, que se supone debe autorizar los nombramientos de embajadores, el presidente republicano de extrema derecha, Jesse Helms, insistió en que tiene poder para negarle una audiencia a Weld.
El líder de la mayoría del Senado, Trent Lott, dio su respaldo a Helms y solicitó a Clinton que retire el nombramiento. Lott, republicano de derecha como Helms, dijo que la batalla por la designación se había convertido en una "farsa política".
Pero Weld y sus defensores se negaron a desistir y anunciaron que seguirían presionando a Lott, quien tiene el poder de pasar por encima del comité de Helms y llevar el nombramiento directamente al Senado para que éste lo considere.
"¿Quién piensan ustedes que cederá a la presión, Helms o Lott?", preguntó el senador Joseph Biden, demócrata del comité de relaciones exteriores.
Weld, quien tiene ambiciones presidenciales propias, fue elegido "en un espíritu bipartidista", dijo Clinton, y exigió que se le otorgue la audiencia a su candidato.
"Después de todo, la mayoría del Comité de Relaciones Exteriores del Senado y la mayoría del Senado de Estados Unidos quieren que tenga una audiencia", señaló Clinton.
"Todo lo que pedí fue tener una audiencia justa y una votación para un hombre que creo que tiene gran capacidad", añadió el presidente.
Lo que comenzó como una distracción del verano en Washington repentinamente acaparó la atención y la mayoría de los analistas creen que el resultado deberá decidirse al mayor nivel político, entre Clinton y Lott.
Lo que está en juego no sólo es si Weld se convertirá en el próximo embajador de Washington en México. El resultado tendrá consecuencias sobre el poder de Helms para influir en la política exterior y, de acuerdo con algunos analistas, sobre la dirección que tomará el Partido Republicano en el futuro.
"La confrontación entre Helms y Weld se convirtió en una lucha entre dos visiones distintas del Partido Republicano: orientado hacia afuera, internacionalista y a favor del comercio exterior, el punto de vista de Weld, u orientado hacia adentro, aislacionista y proteccionista", señaló la publicación Journal of Commerce.
En efecto, el defensor de Weld en la batalla por su nombramiento es el senador Richard Lugar, protegido del ex presidente Richard Nixon, y el republicano de mayor jerarquía en el Comité de Relaciones Exteriores, luego del presidente Helms, y eterno dolor de cabeza para éste.
Cuando Helms prometió bloquear la designación de Weld, el gobierno de Clinton parecía dispuesto a olvidar el asunto y ofrecer otro puesto al candidato.
Pero Lugar, irritado con Clinton porque el presidente se negó a enfrentarse a Helms por el pago de las deudas que Estados Unidos mantiene con la Organización de Naciones Unidas, intervino para salvar el nombramiento.
En una inusual infracción de la cortesía senatorial, Lugar acusó en público a Helms de ser "dictatorial" y lanzó una iniciativa para que la mayoría de los miembros del comité forzaran la realización de la audiencia para Weld.
Lugar también indicó que, como presidente del Comité Agrícola del Senado, estaba preparado para tomar acciones similares contra los intereses tabacaleros. Carolina del Norte, estado que eligió a Helms como senador, es el mayor productor de tabaco en Estados Unidos.
Lugar recibió la aprobación de otros internacionalistas, desilusionados con el afán que muestra Clinton de aplacar a Helms.
"La escaramuza en torno a Weld es parte de lo que podría convertirse en el mejor momento de una distinguida carrera en el Congreso", escribió un columnista del diario Washington Post sobre el senador Lugar.
"La lucha contra Helms es sólo un punto de ataque de una amplia campaña de Lugar para defender el sitiado programa internacionalista, en su partido y el Senado de Estados Unidos", agregó el diario.
Con el sólido apoyo de legisladores demócratas, Lugar persuadió a otro republicano del Comité en su lucha por conseguir una audiencia, lo que otorgó la mayoría al bando a favor de Weld en el organismo de Helms.
Según las reglas del Senado, la mayoría de los miembros del comité pueden exigir que el presidente celebre una "sesión especial". Dicha sesión se celebró el viernes. Pero Helms, como presidente, se negó a discutir el nombramiento de Weld.
"La regla 3 autoriza al senador Lugar y sus partidarios a solicitar una sesión pero no estipula que puedan imponer más restricciones en el orden del día", dijo Helms, golpeando el martillo del presidente cuando sus rivales intentaron referirse al asunto.
Helms también se quejó amargamente sobre las versiones de prensa que sostuvieron que su negativa a conceder una audiencia para Weld no tenía precedentes.
"Cualquiera que sepa algo del Senado sabe que (estas versiones) no podrían estar más alejadas de la verdad", aseguró Helms, quien presentó una lista de 154 nombramientos presidenciales en que los presidentes del comité se habían negado a conceder audiencias.
Biden, el demócrata de mayor jerarquía del comité, objetó. Técnicamente, Helms tenía razón sobre los procedimientos pero, "no conozco ningún caso en que una clara mayoría del Comité quisiera celebrar una audiencia y que el presidente haya dicho: 'No, no la habrá"', declaró el senador.
Biden también arguyó que la constitución estadounidense requiere que el Senado otorgue su "consejo y consentimiento" a los nombramientos de embajadores. Si Helms pudo anular la autorización, "estamos negando a nuestros colegas la posibilidad de ejercer su responsabilidad constitucional", añadió.
Helms afirma que se opone al nombramiento de Weld debido a su respaldo del uso de marihuana con fines medicinales y sus supuesta indulgencia como fiscal en casos de tráfico de drogas en los años 80.
"Enviar al señor Weld a México en esta coyuntura crítica mandaría un mensaje erróneo al gobierno mexicano sobre nuestra seriedad en materia de drogas", escribió Helms a Clinton este mes.
Weld, sin embargo, no cedió e insistió que debe tener la oportunidad para explicar su punto de vista sobre las drogas y otros temas. El candidato de Clinton dijo que la negativa de Helms de aceptar la opinión de la mayoría del comité "no es la forma de actuar estadounidense".
Weld señaló que estaban ocurriendo acontecimientos "apasionantes" en México con respecto al "desarrollo de instituciones democráticas participativas".
"Sería el peor mensaje que pudiéramos enviar a ese país si nosotros, como nación, le decimos: 'Los alentamos a que tengan instituciones democráticas participativas, pero no las necesitamos en Estados Unidos' ", señaló Weld. (FIN/IPS/tra-en/jl/mk/aq/ip/97