Una coalición de empresas de Estados Unidos que rechazan el uso de sanciones comerciales contra gobiernos extranjeros acusados de violar los derechos humanos procura una compensación del Congreso y el sistema judicial.
Las sanciones unilaterales cuestan a muchas compañías estadounidenses cientos de millones de dólares y generalmente son ineficaces o incluso contraproducentes en cuanto a la promoción de los intereses de Washington en el exterior, de acuerdo con el grupo USA Engage.
El grupo proyecta entablar una acción judicial cuestionando el derecho de los gobiernos estaduales a aprobar leyes de "compra selectiva" contra empresas que comercien con países extranjeros acusados de violaciones a los derechos humanos.
USA Engage, formado por 630 de las mayores compañías del país, también prepara un proyecto de ley que haría más difícil al Congreso y al presidente imponer unilateralmente sanciones comerciales contra otros países.
Un borrador del proyecto ya está circulando en el Capitolio y cuenta con el respaldo de importantes legisladores de ambos partidos.
"Las sanciones unilaterales acarrean grandes gastos a la nación que las impone, a menudo con efectos adversos sobre las exportaciones y el empleo, la relación con sus aliados y otros intereses de política exterior", afirmó Lee Hamilton, miembro de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Cámara de Representantes.
El lanzamiento de la iniciativa se produce mientras Washington se dispone a sumergirse en un debate nacional sobre política comercial el mes próximo.
Se prevé que el presidente Bill Clinton solicitará formalmente este miércoles al Congreso que le otorgue autoridad por la "vía rápida" para negociar nuevos acuerdos comerciales con otros países, especialmente Chile, y eventualmente un Area de Libre Comercio de las Americas.
Mientras, funcionarios de gobierno intentan persuadir a USA Engage de postergar cualquier medida de notoriedad pública hasta pasado el debate sobre la vía rápida, de acuerdo con fuentes políticas.
El gobierno "teme que la cuestión de las sanciones se confunda en el debate sobre la vía rápida. Tanto para la administración como para las grandes empresas, esta última es la prioridad, y por eso están dispuestos a postergar el debate sobre las sanciones hasta 1998", dijo un colaborador del Congreso.
USA Engage fue creada en abril para combatir lo que la revista Business Week llamó "una barrera de sanciones comerciales en todo Estados Unidos".
Las leyes elaboradas para desalentar la inversión en Cuba, Irán y Libia, así como disposiciones estaduales y locales de compra selectiva contra gobiernos que cometen abusos, molestaron a importantes aliados de Estados Unidos además de las empresas estadounidenses ansiosas por hacer negocios en esos países.
Entre las compañías integrantes de la coalición se encuentran las gigantes General Motors, IBM, Dupont, Dow Chemical, Eastman- Kodak, Caterpillar Inc. y Exxon. (FIN/IPS/tra-en/jl/ml/if-ip/97