Decenas de periodistas argentinos y extranjeros esperaban que la segunda prueba de orina del futbolista Diego Maradona confirmara dopaje y que eso significara el fin de su carrera poco antes de cumplir los 37 años.
La primera expectativa se confirmó, pero se mantiene el misterio respecto de la sustancia detectada, lo que avivó la ilusión de una nueva resurrección del ídolo. Según versiones extraoficiales, se trata de cocaína, pero no hubo aún anuncio oficial por respeto a la privacidad de Maradona.
Las gambetas de su delantera de abogados y representantes, los millonarios intereses en juego y la voluntad de sus admiradores incondicionales puede provocar hasta el milagro de la eternidad para un jugador de fútbol cuyas desventuras inundan hasta las páginas de política de los diarios.
Ni el triunfo de su club, Boca Juniors, contra el brasileño Cruzeiro por uno a cero conformó el miércoles a los simpatizantes que no podían evitar la angustia de la ratificación del resultado de la primera prueba, realizada el 29 de agosto.
"Nada cambiará mi amor por tí, Diego, fuerza", rezaba uno de los tantos carteles la noche del miércoles en el estadio de Boca Juniors.
La estrategia de los abogados de Maradona logró que los medios postergaran este jueves el desenlace y permitieran mantener, en cambio, cierta esperanza.
Su representante, Guillermo Cóppola, insiste en dar crédito a la palabra de Maradona, quien jura que no consumió ninguna droga nada, aunque su pasado lo condene.
Una prueba de orina había revelado que Maradona había consumido cocaína en 1991, cuando juagaba en Italia para el club Nápoli.
Luego de una larga suspensión, volvió a las canchas y en pleno campeonato mundial de fútbol, celebrado en 1994 en Estados Unidos, el examen indicó que su orina contenía restos de efedrina, sustancia prohibida por las normas del deporte.
Entre la primera y la segunda prueba, Maradona sufrió un arresto por tenencia de estupefacientes, con un proceso legal que le obligó a tratar su adicción a las drogas.
Esta vez, cuando todo hacía suponer que la pena iba a ser definitiva, los abogados elaboraron varias jugadas simultáneas. Por un lado, pidieron una prueba de ADN sobre la orina para probar si es o no de Maradona.
"Diego merece tener esa certeza", dijo uno de los defensores, Hugo Jofre.
Las dudas surgen por una denuncia por amenazas contra Maradona que hicieron los abogados hace 40 días. Este miércoles se informó que una de las llamadas telefónicas aludidas en la denuncia advertía: "Te vamos a embocar en el antidoping" (prueba de orina).
La justicia federal intervino en el caso y casi se frena el segundo análisis de orina.
Tras algunas horas de demora, la prueba se hizo y se repitió dos veces más para convencer a los asistentes: los abogados de Maradona, representantes de Boca Juniors y de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA), funcionarios judiciales y técnicos.
"La 'contraprueba' se realizó fortalecida y asegurada por la presencia promiscua de toda esa gente, y además los técnicos de la Facultad de Farmacia y Bioquímica filmaron todo el procedimiento", aseguró el abogado de la AFA, Agricol de Bianchetti al comunicar la "triste noticia".
Sin negar la posibilidad más segura (que se pruebe que la orina es de Maradona y que en el fluído hay restos de cocaína), los abogados ya plantearon un debate legal sobre el fútbol, la cocaína y el dopaje.
Se debería definir una cantidad de esa sustancia aceptable en un adicto sin que sea impedimento para la competencia, alegan. Maradona nunca negó su adicción, pero se lo sometió a una prueba con un equipo de tecnología avanzada que detecta restos de cocaína consumidos hasta un mes atrás.
De hecho, el presidente de la AFA, Julio Grondona, admitió esta semana que la FIFA estudia eliminar la cocaína de las drogas prohibidas en el fútbol, porque su consumo no mejora el rendimiento deportivo, sino todo lo contrario.
La buena voluntad del mundo futbolísitco se manifestó también en las posibles penas que se estudian, pues nadie habla ya de una suspensión de por vida para Maradona.
La nueva ley antidopaje en Argentina, aún no reglamentada, establece que no se castiga el consumo sino que defiende la lealtad deportiva.
"Determinado nivel de cocaína en una persona enferma no puede interpretarse como dopaje", explicó el abogado Jofre. "Si la AFA decide que hay que excluir del fútbol a los adictos, Maradona no tendría que haber vuelto a jugar", remarcó el abogado en uno de los partidos más difíciles de su vida.
La semana pasada, el rostro de Maradona seguía festejando un gol desde la portada de una revista de fútbol, que informaba sobre el deseo del astro de jugar el mundial de Francia en 1998.
Marcelo Zelaya, un simpatizante de Boca Junior, el más popular equipo de fútbol argentino en el que juega Maradona, se declaró "angustiado, con ganas de llorar".
Muchos, como Zelaya, se declaran incondicionales de Maradona. Pero hay quienes realmente habían creído que esta vez no volvería a caer porque se jugaba su retiro definitivo y no lo perdonan.
"Estoy indignada", protestó una oyente de Radio Mitre. "Soy de las que consideraban que no había que darle otra oportunidad porque con todas las que le dimos nos hizo quedar mal en Boca, y nos hizo perder un mundial".
Otra mujer lloró largamente y advirtió: "Pido un gran respeto por ese muchacho, por su familia, que no lo persigan porque se va a matar".
Zelaya creía que Boca "podía ofrecele a Maradona un lugar donde terminar su carrera, aunque no jugara como antes", pero una vez más el número 10 traicionó las expectativas.
"Nosotros lo hicimos un dios, y el dios se drogó, ahora no nos sirve", afirmó Zelaya.
Un simpatizante dijo sentirse igual que en 1951, cuando murió Eva Perón, la esposa del entonces presidente argentino. "Aunque parezca exagerado, hoy siento que es un día de luto, un día de congoja en todo el país".
"Se lo veía tan bien, nunca lo vi con tanta energía, estaba muy tranquilo porque sus chequeos médicos daban normalidad absoluta", decía sorprendido su médico, Alfredo Cae. (FIN/IPS/mv/mj/cr/97