El Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM) financiará 23 proyectos para eliminar la violencia de género en 18 países de Africa, América Latina, Caribe, este y sur de Asia y Medio Oriente.
El dinero para los proyectos proviene de un fondo fiduciario de 1,2 millones de dólares creado por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas en 1996.
"La violencia anula la autoestima de las mujeres, destruye su salud, niega sus valores humanos y socava su plena participación en la sociedad", dijo la directora de UNIFEM, Noeleen Heyzer.
Heyzer afirma que más de un tercio de las mujeres en el mundo en desarrollo son víctimas de la violencia doméstica. "UNIFEM trabaja para quebrar el silencio sobre la violencia que existe en la vida de las mujeres y exigir que se asuman las debidas responsabilidades y se tomen medidas correctivas", explicó.
Los proyectos representan una variedad de enfoques innovadores para impedir y eliminar la violencia al aumentar la información y la defensa de los derechos, la capacitación, la alfabetización y la investigación referida al activismo.
En América Latina, por ejemplo, UNIFEM financiará una Campaña de Acción para Eliminar la Violencia contra Niñas y Mujeres que reclamará a los gobiernos la promoción de leyes efectivas y sanciones adecuadas para los "crímenes de género".
En Filipinas, el organismo financiará la producción de videos sobre las experiencias de mujeres trabajadoras emigrantes que sufrieron abuso. Los mismos servirán como herramientas educativas para que las filipinas conozcan sus derechos y cómo ejercerlos.
En Sudáfrica, un programa educativo dirigido a estudiantes de enseñanza secundaria tiene la finalidad de educar a los jóvenes, sus padres y maestros sobre la violencia de género mediante técnicas teatrales, juegos, servicios de asesoramiento y otros métodos participativos.
En India, trabajadores de la salud se familiarizarán con estos temas mediante una capacitación especializada destinada a mejorar el tratamiento de las mujeres víctimas de la violencia.
El dinero para estos proyectos se distribuirá en gran parte a organizaciones no gubernamentales (ONG) activas en temas relacionados con el género.
En Ecuador, por ejemplo, la Fundación María Guare traducirá a idiomas indígenas leyes nacionales contra la violencia.También organizará talleres de capacitación de trabajadores sobre la aplicación y la extensión de las leyes para establecer grupos y centros de apoyo.
En Kenia, la Federación de Mujeres Abogadas combatirá la alta incidencia de violaciones en los centros de enseñanza a través de charlas y talleres de educación con maestros, representantes sindicales, mujeres y funcionarios de gobierno.
En Jordania, el Foro de Derechos Humanos de la Mujer realizará un estudio para reunir datos confiables sobre la violencia de género basada en encuestas y entrevistas, como primer paso para redactar leyes preventivas.
En Camboya, la Liga Camboyana para la Promoción y Defensa de Derechos Humanos dirigirá un programa de educación para brindar apoyo médico, psicológico y educativo a las víctimas de la violencia en hospitales y cárceles de zonas rurales.
"La comunidad internacional reconoció que el flagelo de la violencia contra las mujeres es un fenómeno que debe ser eliminado en todo el mundo", destacó Heyzer.
La directora de UNIFEM informó que, en una reciente visita a Washington, descubrió con placer que incluso el Banco Mundial sostiene que "la violencia contra las mujeres es un obstáculo para el desarrollo". "Esa actitud es nueva", declaró Heyzer a IPS.
En un informe divulgado en febrero, la Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre la Violencia contra las Mujeres, Radhika Coomaraswamy, se refirió en forma específica al tema de la violencia contra las trabajadoras emigrantes, especialmente en Medio Oriente.
"Debido a su doble marginación como mujeres y emigrantes, las mujeres pueden hallarse en situaciones difíciles, vulnerables a la violencia y el abuso", sostuvo.
En Arabia Saudita, por ejemplo, las trabajadoras domésticas deben entregar sus pasaportes cuando llegan al país. Esta política de Estado aumenta la vulnerabilidad de las emigrantes a la explotación y el abuso al institucionalizar el control de los empleadores sobre la libertad de movimiento de las empleadas.
"Las violentas e inhumanas condiciones de trabajo en países como Arabia Saudita y Kuwait están ampliamente documentadas", explicó Coomaraswamy. La funcionaria agregó que también se verificaron más de 2.000 casos de maltrato y abuso de trabajadoras domésticas emigrantes en Gran Bretaña.
Coomaraswamy señaló que las violaciones y el acoso sexual como manifestaciones de violencia contra la mujer son universales.
El aumento de la violencia sexual trasciende las fronteras estatales y las culturas, y se utiliza como arma de degradación y terror contra las mujeres, sostuvo.
"Cualquier tipo de violencia sexual sirve como método para subyugar a las mujeres al controlar su sexualidad mediante el temor y la intimidación", observó Coomaraswamy.
La asesora de derechos humanos de UNIFEM, Roxanna Carrillo, dijo que el fondo fiduciario brinda "una oportunidad sin precedentes para respaldar el trabajo de las mujeres en organizaciones comunitarias que actúan para erradicar la violencia de género".
"Así mismo, representa un primer paso hacia la implementación del Programa de Acción adoptado en la Cuarta Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Mujer, celebrada en Beijing en 1995", aseguró Carrillo.
El Programa de Acción reclamaba en forma específica "la prevención y eliminación de toda forma de violencia contra mujeres y niñas".
La propuesta original surgió de Japón, específicamente para apoyar las acciones nacionales, regionales e internacionales para eliminar la violencia de género. Australia, Corea del Sur, Dinamarca, Italia, Japón, Malta y Mauricio brindaron los aportes iniciales del fondo.
El próximo ciclo de donaciones se considerará en noviembre de 1997 y junio de 1998. (FIN/IPS/tra-en/td/jl/aq-ml/pr-hd/97