Una iniciativa de Televisión Española para crear una fundación por los derechos humanos, la paz y la libertad, comenzó con un gran acto en esta capital de homenaje al asesinado concejal centroderechista Miguel Angel Blanco.
El acto, realizado en la noche del miércoles 10, colmó la plaza de toros de Madrid, al punto que miles de personas debieron seguir las canciones fuera del recinto. La concentración estuvo presidida por una gran paloma de la paz creada por el poeta comunista Rafael Alberti.
Además, se leyó en primer lugar un poema del también izquierdista Miguel Hernández, y antes del comienzo, el público entonó espontáneamente la "Oda a la alegría" y la consigna "El pueblo unido jamás será vencido".
Ambas, la canción y la consigna, fueron distintivos de las manifestaciones de la izquierda en los últimos años del franquismo y durante la transición a la democracia comenzada poco después de la muerte del dictador Francisco Franco en 1975.
Julio Anguita, coordinador general de la coalición Izquierda Unida y secretario general del Partido Comunista, presente en el acto, dijo a IPS que esa situación se está dando porque "el derecho a la paz, la libertad y la vida son universales".
En términos similares se pronunció el vicepresidente del gobierno, Francisco Alvarez Cascos, del centroderechista Partido Popular (PP): "Hay valores que están por encima de las ideologías, como la vida, la paz y la libertad".
También asistieron al acto los secretarios generales de las centrales sindicales mayoritarias, Antonio Gutiérrez, de Comisiones Obreras (procomunista) y Cándido Méndez, de la Unión General de Trabajadores (pro socialista), y José María Cuevas, presidente de la principal organización empresarial, y el portavoz parlamentario socialista Juan Manuel Eguiagaray.
El ex secretario general socialista Felipe González y su sucesor, Joaquín Almunia, se abstuvieron de concurrir y criticaron el acto, por considerar que el PP hace política partidaria en torno del caso Blanco.
Blanco, concejal de un pequeño pueblo del País Vasco, fue secuestrado a principios de julio y 48 horas después muerto de un tiro en la nuca por la organización separatista ETA.
El hecho provocó una espontánea reacción en toda España, incluido el País Vasco, con la movilización de millones de personas en todo tipo de actos de repudio a la violencia y por la paz y la libertad.
Artistas de tendencia conservadora, como Julio Iglesias y Rafael, y progresistas, como Raimón y José Sancristán, compartieron el escenario en el acto del miércoles con Paloma San Basilio, "Los del Río", Rocío Jurado, Nacho Cano y José Luis Perales.
La emisión del programa en directo por la estatal Televisión Española fue seguido por ocho millones y medio de personas, una quinta parte de la población de España, uno de los más altos índices de audiencia registrados hasta ahora, semejante al de los programas más seguidos por el público.
Durante el acto hubo incidentes, provocados por un sector minoritario. El primero, cuando el cantante Raimon anunció que entonaría en catalán una canción dedicada al País Vasco, escrita en 1967 y prohibida por la dictadura franquista.
El segundo fue una silbatina al recitar Sacristán una célebre poesía del dramaturgo alemán Bertolt Brecht destinada a conmover a los indiferentes.
Sacristán, hasta ese momento con el rostro apacible, lo endureció y dijo: "No pensaba agregar nada más. Esto es un acto por la paz y por la libertad. No sé desde qué extraño sentido de la libertad se silba a alguien que habla en su idioma".
El público respondió con una ovación sostenida, y los aplausos ahogaron los silbidos.
El acto culminó con todos los artistas en el escenario para acompañar al grupo "Jarcha" y al público en la interpretación del tema "Libertad sin ira", también en boga durante la transición a la democracia.
Un momento particularmente emotivo, que hizo saltar las lágrimas de los padres, la novia y la hermana de Blanco, fue la actuación del grupo musical al que pertenecía éste. La batería, que él tocaba, sonó por un artilugio técnico, pero su lugar permaneció vacío e iluminado.
Un portavoz autorizado de Televisión Española dijo a IPS que la Fundación Miguel Angel Blanco será apartidaria y tendrá como objetivos prioritarios defender los derechos humanos, la paz y la libertad en toda España.
El próximo paso será designar un patronato, de tres a cinco miembros, "que será plural y con personas sobradamente reconocidas", al que se le entregarán los fondos recaudados y los que se logren hasta ese momento. A partir de la instalación del patronato, Televisión Española dejará de gestionar los fondos y actividades.
Esto, finalizó el portavoz, no va en contra sino a favor del País Vasco, como lo entendió el público de la plaza de toros que, una y otra vez, coreó: "ETA no, vascos sí". (FIN/IPS/td/ff/hd/97