Varios países de Asia afinan las armas legales para detener a quienes explotan sexualmente a niños y niñas, aunque, según trabajadores sociales, aún hay una gran necesidad de cambiar actitudes que culpan a las víctimas.
La organización ECPAT (Fin a la Prostitución Infantil en el Turismo Asiático) con sede en esta capital, destacó cierto avance a partir del primer congreso mundial sobre explotación sexual comercial de niños realizado el año pasado en Estocolmo, Suecia.
En los últimos años, una creciente lista de países aprobó leyes contra la prostitución infantil, entre ellas nueva legislación extraterritorial que permite el procesamiento de ciudadanos que cometen delitos sexuales en el exterior.
Leyes de este tipo se aprobaron en Australia en 1994. Más recientemente, países como Irlanda, Austria, Canadá y Gran Bretaña adoptaron legislación similar. Los activistas señalan que otros países que estudian reglas similares incluyen Dinamarca, Holanda, Italia y Japón.
Dadas estas señales de progreso, el director ejecutivo de ECPAT, Herver Berger, dijo que el grupo está adoptando una actitud de "optmismo cauteloso" sobre el comercio sexual infantil en todo el mundo.
Un informe de ECPAT examina las acciones emprendidas por 56 países, organizaciones internacionales y no gubernamentales que adoptaron la agenda de la conferencia de Estocolmo.
Los países asiáticos están satisfechos con el creciente número de países industrializados que pueden llevar a juicio a ciudadanos que explotan a niños de países en desarrollo, algunos de los cuales han sido juzgados en sus países de origen.
Pero el cumplimiento de las leyes en los países en que ocurren estos delitos es irregular.
ECPAT estima que hay más de un millón de niñas prostitutas en Asia, muchas de las cuales llegaron al comercio sexual a través de la pobreza y la marginalización.
Se cree que India y Filipinas tienen unos 300.000 menores de 18 años en la prostitución, y Tailandia y Taiwan unos 100.000 cada uno.
Muchos de estos países fortalecieron las leyes contra la prostitución infantil y la explotación sexual, pero activistas afirman que esto no es garantía de eficacia.
En muchos países, la policía y el poder judicial aún detienen rutinariamente a mujeres y niñas en el comercio sexual, considerándolas causa y no víctimas del problema.
Muchas veces incluso las leyes sobre prostitución infantil tratan a mujeres y niñas como culpables, dijo Sanphasit Koompraphant, director del Centro de Tailandia para la Protección de los Derechos de la Infancia.
Cuando las víctimas enfrentan la amenaza de quedar recluidas en hogares de bienestar social, a menudo cooperan menos para brindar información a las autoridades.
En Filipinas, son comunes las imágenes de redadas en clubes y discotecas que muestran a mujeres ocultando sus rostros de las cámaras fotográficas. A menudo, estos operativos son presentados como "golpes" contra el vicio y la prostitución.
Elizabeth Narvarte-Pucate, encargada de comunicaciones de la oficina de ECPAT en Filipinas, cree que estos "golpes" no resuelven el problema de la prostitución ni el turismo sexual infantil en los distritos "de luces rojas".
El éxito de los esfuerzos "de limpieza" no puede medirse por el número de niñas y mujeres detenidas durante las redadas, ni por la amplia cobertura de los medios en tales operativos, agregó.
Tailandia continúa enfrentando un serio problema con la explotación sexual infantil, que no sólo involucra a niñas tailandesas, ya que el país se convirtió en centro del tráfico internacional de mujeres y niños.
Sanphasit estima que más de 10.000 niñas son trasladadas ilegalmente a Tailandia desde países como Birmania, Camboya, Laos e incluso China, pero, a pesar de la severidad del problema, hubo pocos avances en la cooperación regional para luchar contra el comercio sexual infantil.
A comienzos de este año autoridades de Tailandia, Birmania, Camboya, Laos, Vietnam y la provincia china de Yunnan acordaron la necesidad de un nuevo acuerdo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para proteger a los niños del tráfico entre fronteras.
Las leyes aprobadas para hacer frente a la prostitución infantil también deben ir más allá de ofensas individuales y apuntar contra redes de delincuencia organizada que a menudo está por detrás del contrabando y el tráfico de mujeres y niñas para el sexo, sostienen activistas.
Las leyes deben ir tras los grupos más cercanos a la raíz del problema, reclamó Sanphasit.
Mientras, expertos aseguran que el turismo sexual infantil continúa creciendo en Internet, donde folletos de viaje e "información al turista" de América del Norte, Europa y los países más ricos de Asia presentan destinos como Filipinas y Tailandia como paraísos del turismo sexual.
ECPAT alerta sobre otras rutas de tráfico de niños. Recientes informaciones provenientes de Australia indican que una red de traficantes opera en las islas Whitsunday, al norte de Queensland, trasladando en avión a niñas filipinas a balnearios australianos. (FIN/IPS/tra-en/rc/js/lp/pr-hd/97