La justicia de Chile pedirá el lunes la extradición del insurgente Patricio Ortiz, capturado el jueves 4 en Suiza, una gestión que pondrá a prueba la imagen internacional de la transición democrática iniciada en 1990.
Ortiz, detenido en Zurich, fue uno de los cuatro dirigentes del izquierdista Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) que el 30 de diciembre de 1996 protagonizaron una espectacular fuga en helicóptero desde un penal de alta seguridad en Santiago.
La solicitud de extradición, que una vez aprobada por la Corte Suprema deberá ser oficializada por el Ministerio de Relaciones Exteriores, entrará en colisión con el pedido de asilo político que Ortiz hizo al gobierno de Suiza.
El ministro subrogante del Interior, Belisario Velasco, dijo que no procede el asilo, ya que en Chile existe una democracia y Ortiz no fue encarcelado por sus ideas, sino que se le juzgó y condenó a 20 años de presidio por dar muerte a un policía.
Pero el equipo de juristas que defenderá la petición de asilo señaló desde Zurich que no hay garantías para los derechos humanos de Ortiz en Chile, porque ha sido juzgado tanto por la justicia civil como por los tribunales militares.
Las prerrogativas que conservan en Chile los tribunales castrenses para intervenir en causas previstas en las leyes antiterroristas constituyen uno de los aspectos de la transición chilena más criticados por organismos humanitarios.
Junto con Ortiz escaparon de la cárcel de alta seguridad los "frentistas" Mauricio Hernández, Ricardo Palma y Pablo Muñoz, quienes estaban sentenciado a penas de presidio perpetuo y que continúan prófugos más de nueve meses después del "gran escape".
Hernández y Palma fueron juzgados por el asesinato del senador derechista Jaime Guzmán en 1991 y el secuestro del empresario periodístico Cristián Edwards, en tanto a Muñoz se le acusó de dar muerte en un atentado al coronel retirado de la policía de Carabineros Luis Fontaine.
El matutino La Tercera sostuvo este sábado que los tres prófugos están ocultos en Cuba, lo cual fue desmentido por el presidente de la Asamblea Nacional de ese país, Ricardo Alarcón, quien participa en Chile en una reunión parlamentaria.
Lamberto Cisternas, juez especial de investigación de la fuga de los "frentistas", señaló también este sábado que "no hay ninguna certeza ni antecedente concreto" de que Hernández, Palma y Muñoz estén en la isla caribeña.
Según La Tercera, Ortiz también llegó a Cuba tras la evasión, pero luego optó por viajar a Suiza, donde residen una hermana que trabaja en un organismo de Naciones Unidas y un hermano que es abogado, por desaveniencias con sus compañeros.
Pilar, la hermana de Patricio Ortiz, ratificó desde Zurich que él llegó a Suiza el 17 de julio y que ya había formalizado el pedido de asilo cuando fue detenido, lo cual constituiría también una irregularidad de parte de la policía helvética.
Lorena Astorga, vocera del FPMR, desmintió a su vez que existieran rivalidades entre los fugados e insistió en que Ortiz tomó la "opción personal" de viajar a territorio suizo para reunirse con sus familiares.
Entre Chile y Suiza no existe un tratado de extradición, pero el vicecanciller Mariano Fernández recordó que se han suscrito convenios de reciprocidad en materias legales con ese y otros países europeos, aplicables en este caso.
Una vez que la Corte Suprema solicite este lunes la extradición de Ortiz se abrirá un proceso que puede prolongarse por varios meses, de acuerdo con los pasos diplomáticos y procesales usuales en estas situaciones.
Se da por descontado que los abogados de Ortiz presentarán una apelación apenas la Cancillería chilena formalice el pedido de extradición ante el gobierno de Suiza, lo cual abrirá una instancia de debate de por lo menos tres meses.
Durante ese lapso se intensificará seguramente el debate acerca de las garantías que ofrece en Chile un sistema judicial en el que mantienen fuerte influencia las cortes militares desde la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990).
Organismos humanitarios sostienen que el juzgamiento de civiles en tribunales castrenses viola preceptos de la Declaración Universal de Derechos Humanos y que en el caso específico de Chile se atropellan sus garantías individuales.
La portavoz del FPMR anunció que el "rodriguismo", como se denomina al área de influencia de este grupo insurgente, iniciará una serie de movilizaciones para impedir la extradición de Ortiz y denunciar que en Chile continúa "la represión".
El FPMR, virtualmente desarticulado durante el primer gobierno de transición de Patricio Aylwin (1990-1994), recuperó presencia pública con la espectacular fuga de sus cuatro dirigentes, a la que se conoce como "el escape del siglo".
Astorga, la joven vocera del grupo, sostiene que el FPMR está reconstruyendo sus estructuras en la perspectiva de insertarse en la "lucha política", abandonando al menos transitoriamente la opción por la vía armada con que nació en 1982. (FIN/IPS/ggr/mj/hd/97