BRASIL: Papel y celulosa emigran lentamente del Norte al Sur

La industria de papel y celulosa tiende a desplazarse al Sur en desarrollo, en busca de las ventajas del trópico, pero se trata de un sector de gigantes que se mueve a paso muy lento.

El ingreso de la empresa sueca Stora en la producción de celulosa en Brasil, asociada al grupo local Odebrecht en un proyecto de 1.650 millones de dólares, demuestra esa tendencia natural.

La asociación, formalizada el viernes, une a la empresa más antigua del mundo, con más de siete siglos de actividad, a un conglomerado brasileño presente en muchas areas y países, especialmente en construcción y petroquímica.

El proyecto conjunto se llama Vera Cruz y se ubica en el sur de Bahía, un estado del nordeste brasileño. Producirá 750.000 toneladas anuales celulosa a partir del 2001, y con la exportación de 80 por ciento de ese volumen obtendrá 400 millones de dólares al año.

Odebrecht ya dispone de 27.000 hectáreas sembradas de eucalipto, la materia prima, en una reforestación iniciada en 1993 y que deberá cubrir un total de 85.000 hectáreas, además de otras 50.000, de bosques preservados, informó Marcos Melo, director de Relaciones Institucionales de la empresa.

El volumen aguardado de Vera Cruz equivale a 12 por ciento de la producción de celulosa de Brasil, que alcanzó 6,2 millones de toneladas el año pasado, según la Asociacion Brasileña de Celulosa y Papel (Bracelpa).

Es poco ante una producción mundial de 180 millones de toneladas. Toda la celulosa que produce Brasil "equivale al volumen de una sola empresa de Estados Unidos, y no la mayor, sino la tercera", advirtió Mario Leonel, director ejecutivo de Bracelpa.

Brasil ocupa el séptimo lugar entre los países productores de celulosa y el décimosegundo en papel, de acuerdo con Pulp & Paper International, organización del sector.

Sin embargo, ofrece condiciones ventajosas para el desarrollo del sector. El costo de producción en Brasil es uno de los más bajos: equivale a dos tercios del promedio mundial de 510 dólares por tonelada.

La reforestación con eucalipto, realizada en un área de clima tropical y tierras abundantes, y por tanto baratas, fue exitosa, y permite la utilización de los árboles a los siete años de plantadas.

En los países frios del norte, como Finlandia y Suecia, potencias tradicionales en celulosa y papel, la maduración de los bosques lleva muchos años más.

Pero Brasil, como otros países tropicales en desarrollo, tiene su competitividad afectada por otros factores, como deficiencias en la infraestructura de transportes, puertos caros, altas tasas de interés, falta de tecnología y tradición, puntualizan los empresarios del sector..

El desarrollo de la industria de la celulosa demanda tiempo y planificación a largo plazo. Los proyectos son de larga maduración, la reforestación exige fuertes inversiones en grandes áreas y los resultados demoran al menos siete años, explicó Leonel.

Por eso es lento el desplazamiento de la industria, en comparación con otras ramas, aunque sea un "sector globalizado", con grandes empresas actuando en varios países y muchas asociaciones multinacionales, concluyó el dirigente.

La inestabilidad económica, como fue el caso de Brasil hasta 1994, no favorece el crecimiento de la industria de papel y celulosa, aunque los plazos y los costos de producción sean bajos.

La expansión de la industria ha sido lenta en Sur, aunque en este hemisferio se concentra el crecimiento del consumo de papel y celulosa, según la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO).

Sólo 34 por ciento del consumo mundial correspondió al Sur en desarrollo en 1994, pero esa participación aumentará a 50 por ciento en el 2010, predijo la FAO.

La demanda se incrementará principalmente en Asia, una perspectiva que estimula fuertes inversiones en países asiáticos de grandes recursos forestales, como Indonesia, donde la expansión de la industria de celulosa y papel es más reciente que en Brasil.

Brasil tiene la ventaja de haber desarrollado desde de los años 50 una exitosa tecnología de fibras cortas, a partir del eucalipto, un árbol originario del sudeste de Asia que se adaptó con ventajas a tierras brasileñas.

Los ciclos de alza y baja acentuadas de precios internacionales tampoco estimulan grandes inversiones en nuevas plantas y mercados. El año pasado, el precio de la celulosa cayó a la mitad, después de haber alcanzado casi 1.000 dólares por tonelada. También había retrocedido en 1993.

En un sector de reacciones lentas, las alteraciones de la demanda tienen impacto devastador en las cotizaciones, y los planes empresariales avanzan entonces con cautela. (FIN/IPS/mo/ff/if/97

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