BRASIL: Los automóviles se feminizan

Símbolo de poder para los varones, el automóvil refleja en su evolución el ascenso económico de las mujeres. En Brasil, ellas impulsan el actual auge del sector, y obligan a realizar cambios en el mercado y en el diseño.

Las montadoras instaladas en Brasil esperan fabricar 2,1 millones de vehículos este año, una meta que supera todas las previsiones anteriores y establece una nueva escala de producción. De 1975 a 1992 el sector se había estancado en un millón de unidades al año.

Gran parte de ese explosivo crecimiento se debe al ingreso de las mujeres en el mercado, lo que obligó a la incorporación de muchas demandas y necesidades femeninas en los automóviles.

En 1980, las mujeres respondían por 17 por ciento de las ventas, participación que aumentó a 26 por ciento en 1990 y a 38 por ciento en 1995, según Luiz Muraca, gerente de Planificación de Ventas y Mercadeo de la empresa alemana Volkswagen.

Esa acelerada expansión del mercado femenino fue decisiva para que la empresa italiana Fiat ascendiera del cuarto al segundo lugar de ventas en pocos años, gracias a sus automóviles pequeños y económicos, como el Uno, de baja potencia.

La transnacional italiana se instaló en Brasil hace dos décadas, mientras sus principales competidoras -Volkswagen y las estadounidenses General Motors y Ford- tienen plantas produciendo en el país desde hace 40 años.

Pero sus cifras difieren de las de Volkswagen. Las compras hechas directamente por mujeres corresponden a 27 por ciento del total de vehículos vendidos en el país, sostiene Carlos Eugenio Fonseca Dutra, director de Mercadeo de Fiat de Brasil.

Fiat logra um promedio superior, de 34 por ciento, y llega a 45 por ciento en algunos modelos, aseguró Fonseca Dutra, quien atribuyó esa ventaja en relación a las demás montadoras a sus automóviles "prácticos, ligeros y, principalmente, de asientos más altos".

Como las mujeres brasileñas son más bajas que las europeas, el asiento elevado les ofrece mayor visión y seguridad, observó el directivo de Fiat.

Además, ellas buscan practicidad, bajo costo, y comodidad, y prefieren las líneas suaves. El hombre, en cambio, le da mayor importancia a la potencia, el desempeño en arranque y la velocidad, añadió.

Con esta evaluación coincide Cristina Maria Bellato, una de las responsables en incorporar el gusto femenino al diseño y accesorios de vehículos de la Volkswagen de Brasil, y aseguró que con las mujeres, el interior de los automóviles ganó sofisticación.

La tendencia es que el mercado femenino crezca más que el masculino, considerando el ascenso de las mujeres en el mundo laboral y su creciente poder adquisitivo, según Fonseca Dutra. En los países industrializados ellas compran prácticamente la mitad de los automóviles y Brasil tiende al mismo índice.

Por este motivo, todas las montadoras buscan identificar las diferencias y satisfacer a las consumidoras. Para eso intensifican la participación de mujeres en las decisiones sobre sus proyectos, en sus departamentos de estilo y diseño.

Fiat, por ejemplo, busca agregar accesorios que atienden las necesidades de mujeres y madres, como un calentador de biberón y un retrovisor adicional que permite mirar al niño en el asiento trasero.

En el pasado, los prejuicios a veces llevaron a equivocaciones. Hace dos décadas una montadora fracasó rotundamente al pretender conquistar a las mujeres con vehículos color rosa.

Aún falta mucho para obtener automóviles plenamente satisfactorios, se quejó Cecilia Marabei, quien conduce desde hace 25 años, especialmente transportando a sus hijos. Le molestan el cinturón de seguridad, "que ahorca, roza el cuello y los senos", así como los pedales demasiado alejados del asiento.

Cambiar los neumáticos es una tortura para las mujeres. Los gatos exigen músculos masculinos, añadió Marabei, quien condenó también la rara preferencia nacional por vehículos de dos puertas, "claramente impuesta por los hombres" y muy incómoda para las mujeres, que sólo ahora se va superando lentamente.

Pero las mujeres han logrado otros triunfos en el mundo automotor, tradicionalmente masculino. Varias compañías de seguros conceden descuentos de hasta 35 por ciento a automóviles de mujeres, reconociendo riesgos menores, ya que provocan menos accidentes.

Estadísticas de Sao Paulo, la mayor ciudad brasileña, indican que 10,2 por ciento de mujeres conductoras se vieron involucradas en accidentes de tránsito en 1993, la mitad que los varones. (FIN/IPS/mo/ag/if-pr/97

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