BOLIVIA: Mayoría a favor de "derecho a decidir" sobre el aborto

La población de Bolivia es mayoritariamente favorable al derecho de la mujer y su pareja a decidir sobre el aborto, según una encuesta realizada en 14 ciudades por organizaciones de mujeres.

El aborto es una de las principales causas de muerte entre las mujeres de este país a raíz de su práctica clandestina.

La consulta forma parte de la campaña "28 de septiembre, día por la despenalización del aborto", que grupos de mujeres impulsan simultáneamente en varios países de América Latina y el Caribe.

Sobre una muestra de 1.879 personas, ante la pregunta de quién debe decidir sobre el aborto, 72 por ciento respondió que debe ser "la mujer y su pareja, 14 por ciento dijo "sólo la mujer" y cuatro por ciento indicó "sólo el padre".

Porcentajes menores señalaron a los padres, los médicos y la iglesia.

En cuanto a la consulta sobre dónde deberían realizarse los abortos legales, 63 por ciento de los encuestados mencionó a las clínicas privadas y del Estado.

De este total, 19 por ciento dijo preferir sólo centros privados, 18 por ciento respondió "no sabe" y uno por ciento dijo "en la clandestinidad".

Una amplia mayoría de encuestados (63 por ciento) cree que con la despenalización total del aborto se evitarían las muertes de muchas mujeres. En cambio, 42 por ciento manifestó su oposición absoluta a las interrupciones voluntarias de embarazos.

Estas sólo son permitidas por ley en los casos de violación o de incesto, pero 86 por ciento de la población consultada dijo desconocer esta legislación.

Con esta encuesta varias organizaciones de mujeres intentan abrir el debate sobre la despenalización del aborto y para que se reconozca su práctica cotidiana.

La encuesta demuestra que en Bolivia existen diversas posiciones sobre el tema y deja traslucir posturas más liberales y abiertas de lo que generalmente se cree, según Ximena Machicao, de la organización no gubernamental Centro de Información de la Mujer.

La Iglesia Católica ratificó su oposición a la legalización del aborto.

"Despenalizar el aborto es como afirmar que quitar la vida a un ser inocente, o sea asesinarlo, ya no sería ilegal", dijo el obispo Wálter Pérez.

Criticó la campaña "antivida", que en América Latina y el Caribe difunden organizaciones de mujeres, porque "perturba la mentalidad de nuestro pueblo con una cultura de muerte".

"Estas tendencias de sectores de nuestra sociedad que actúan en favor del aborto son el resultado de una pérdida progesiva del sentido moral, que se hace cada vez más incapaz de distinguir entre el bien y el mal, incluso cuando está en juego el derecho fundamental a la vida", expresó el prelado.

El gobierno, por su parte, afirmó que no está en sus planes despenalizar el aborto.

"Este no es un tema que requiera normas que generalicen la práctica del aborto como método conceptivo", advirtió el director nacional de la Dirección Materno-Infantil de la Secretaría de Salud, Jaime Tellería.

El jerarca dijo que la solución para el aborto no es socio- jurídica sino un tema de educación, por lo que se debe facilitar a la población femenina el acceso a información sobre sus derechos en salud reproductiva y sexual.

Según estadísticas de esta dirección, el aborto es la causa de entre 27 y 35 por ciento de las muertes maternas y la ocupación de camas destinadas a mujeres en los servicios de salud públicos, por complicaciones del aborto, representa cerca de 50 por ciento.

Actualmente se producen más de 40.000 abortos inducidos y espontáneos al año, dice la investigación "El aborto, una cuestión no sólo de las mujeres", del no gubernamental Taller de Historia y Participación de la Mujer (Tahipamu).

Ese estudio señala que de cada 1.000 mujeres, 600 han abortado por lo menos una vez, y que anualmente sólo unas 15.000 interrupciones de embarazos se atienden en los servicios de salud públicos, mientras más de 25.000 se hacen en forma clandestina.

De estos más de 40.000 abortos estimados, 25 por ciento presenta algún grado de complicación que influye más tarde en la vida sexual y reproductiva de las mujeres, sostiene el documento.

La investigación de Tahipamu señala también que la situación de las madres es crítica, ya que en promedio tienen 4,8 hijos por cada una y la media de meses de separación entre un embarazo y otro es de sólo 15 meses, lo que implica riesgos para la vida.

La tasa global de fecundidad (cantidad de hijos procreados promedialmente por cada mujer) es en el área urbana de 3,8, en el área rural ese índice se eleva a 6,1, mientras el promedio nacional de hijos deseados es de 3,2.

Otros estudios coinciden en el escaso conocimiento sobre métodos anticonceptivos. Se estima que sólo 64 por ciento de las mujeres en edad fértil conoce la píldora anticonceptiva y 54 por ciento sabe del dispositivo intrauterino.

El 51 por ciento de las siete millones de personas que viven en Bolivia son mujeres, y de ellas la mitad se encuentran en edad fértil. (FIN/IPS/jcr/dam-jc/pr/9

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