El ejército y los rebeldes que luchan contra la dictadura militar de Birmania reclutan niños para el combate, aseguró una organización no gubernamental tailandesa.
Los niños son las principales víctimas de la guerra, afirmó Images Asia en un informe titulado titulado "Sin Infancia". El grupo tailandés realizó su investigación para el Estudio Graça Machel sobre el Impacto de los Conflictos Armados en la Infancia, patrocinado por la Organización de Naciones Unidas.
"El empleo de niños como soldados tiene como consecuencia serias violaciones de derechos humanos", comentó Lyndal Barry, portavoz de Images Asia.
"Los niños son asesinados, obligados a incorporarse al ejército, secuestrados, torturados durante el servicio, forzados a matar y a torturar, y reciben poca o ninguna paga, debido a la corrupción en las tatmadaw" (Fuerzas Armadas), denunció la organización.
"Muchos niños quedan huérfanos, son abandonados o vendidos, explotados como mano de obra, internados o encarcelados. Algunos son utilizados como intermediarios en la venta de drogas y otros sufren discriminación étnica", señaló UNICEF (Fondo de Naciones Unidas para la Infancia).
Birmania es el séptimo entre los países más pobres del mundo. La mitad de las muertos por la guerra civil son niños o niñas, aunque los menores de 18 años sólo representan 15 por ciento de la población.
Mientras, la mortalidad infantil se estima en 146 por 1.000 nacimientos, según el informe de Desarrollo Humano del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.
Los niños son educados en Birmania para que admiren a líderes militares del pasado y consideren el ingreso al ejército como señal de madurez. En la prensa popular, el soldado es considerado el modelo perfecto a imitar.
También los grupos étnicos en guerra fomentan la causa revolucionaria entre la infancia. Los niños crecen viendo a sus padres yendo al combate, mientras sus familias sufren la represión del Consejo de Estado de Restauración de la Ley y el Orden, como se autodenomina el gobierno.
El servicio en el ejército puede empezae a los 14 años, según comprobaron funcionarios de UNICEF. Los niños son enviados a centros de entrenamiento militar. La mayoría de los reclutas son huérfanos, niños de la calle, delincuentes o refugiados que huyen de aldeas en guerra.
Se cree que los jóvenes también reciben adoctrinamiento político, y se les enseña a ser fieles al gobierno y el ejército.
UNICEF identificó un campamento militar en el que niños de siete años figuraban entre los reclutas entrenados por el ejército. Esa base se encuentra cerca de Kengtung, en el estado de Shan.
Pero el reclutamiento de menores de edad no es monopolio del gobierno. El Ejército Mong Tai (MTA), del grupo étnico khun sa, la Unión Nacional Karen, y las minorías wa, kokang, mon, karenni y arakanese emplean niños para luchar contra las fuerzas gubernamentales.
El campamento "Tigre", en territorio controlado por los khun sa, fue empleado por el MTA para el entrenamiento de miles de niños milicianos. El ex Partido Comunista de Birmania también habría utilizado menores de edad como combatientes.
Aung Soe fue incorporado al ejército cuando tenía 12 años, para pasarse luego a las fuerzas karen. "El gobierno no verifica los documentos de identidad que indican la fecha de nacimiento. En mi batallón había más de 200 niños y creo que eran más que los adultos", afirmó.
El gobierno asegura que nutre sus fuerzas de soldados voluntarios y que el mando militar no acepta reclutas menores de 18 años. Pero se ha demostrado la presencia de niños en filas del ejército, insistió Images Asia.
Agregó que, al no poder ya tolerar el tratamiento que reciben de sus superiores, varios niños se suicidaron o asesinaron a guardias para desertar.
Así mismo, los niños en guerra son más vulnerables a enfermedades como la malaria, y muchos dicen que padecen pesadillas, depresión, ansiedad e insomnio.
Los soldados adultos perciben una paga mensual de 96 dólares. Los que resultan mutilados en combate obtienen una compensación y son enviados a hospitales militares, pero no reciben tratamiento posterior ni pensión.
Birmania adhirió a la Convención de la ONU sobre los Derechos del Niño en 1991 y firmó la Declaración y Plan de Acción en la Cumbre Mundial de la Infancia.
Pero Images Asia sostiene que el gobierno militar aumenta el reclutamiento de soldados niños, a medida que recrudece la guerra civil. (FIN/IPS/tra-en/az/ral/aq-ff/hd/97