Autoridades de la salud en Belice están preocupadas ante el creciente número de jóvenes diagnosticados con el virus del sida y el impacto de la epidemia en los objetivos de producción del país.
El grupo entre 25 y 44 años, el sector más productivo y reproductivo de la sociedad, es el más vulnerable al sida, destacó Jorge Polanco, director del Programa Nacional de Sida.
Este grupo etario representa un cuarto de la población del país, la espina dorsal de Belice, que es su fuerza de trabajo. En esencia, este grupo es la fuerza que debe preparar al país para el próximo milenio, recordó Polanco.
La fuerza de trabajo del país centroamericano está constituida por 81.000 personas. Del total, 41.000 tienen entre 25 y 44 años. La población total alcanza poco menos de 250.000 personas.
La agricultura, la forestación y la pesca, todas actividades de trabajo intensivo, emplean a poco menos de 32 por ciento de la población activa.
El sector agrícola representa 65 por ciento de las exportaciones, con 40 por ciento de la producción de azúcar. Los otros cultivos importantes son banano, citrus, frutas, arroz y tabaco.
Todo esto implica que Belice debe lanzar una guerra abierta contra la propagación de la enfermedad, con programas educativos que presentarán a los adolescentes los peligros del sexo sin precauciones y la promoción de políticas de prevención de la transmisión del sida, anunciaron las autoridades.
"Necesitamos hacer frente a este problema desde la raíz", exhortó el director del Programa Nacional de Sida, el cual trabaja con autoridades del Ministerio de Educación para incorporar en los programas escolares la sexualidad humana y la educación para la salud.
La tarea en la escolarización "es vital para sensibilizar a los más jóvenes desde edad temprana, para ponerlos a salvo de esta terrorífica enfermedad", dijo Polanco.
El PNS estima que actualmente hay en el país 2.000 personas portadoras del virus de inmunodeficiencia humana (VIH). Desde que el virus fue detectado en 1986, murieron 205 personas. De estas, 127 hombres y 54 mujeres tenían entre 25 y 44 años.
En esa cifra, 68 por ciento eran heterosexuales, 15 por ciento bisexuales y 12 por ciento homosexuales. El resto contrajo la enfermedad a través de transfusiones de sangre y en algunos casos las madres lo transmitieron a sus hijos aún no nacidos.
Hay unos 300 huérfanos de sida en Belice.
"Esto es sólo una señal de que se requiere un esfuerzo nacional de todas las comunidades en el país para trabajar con el gobierno y todas las agencias, con el fin de asegurar que nuestra gente se eduque desde una edad temprana", dijo George Carr, coordinador del PNS.
El mensaje debe ser muy claro para todos los habitantes de Belice, quienes deben comprender que la enfermedad producirá un servicio de salud devastado, un aumento del número de huérfanos y ciudadanos no productivos, sin contibución alguna al crecimiento económico y el desarrollo, y presionando sobre los recursos, agregó Carr.
Polanco destaca que el país debe despertar al hecho de que el problema del sida no atañe únicamente a las autoridades médicas.
La actitud de la sociedad que cree que el sida es estrictamente un problema social debe ser enfrentada, ya que los factores contribuyentes al contagio de la enfermedad incluyen explotación sexual, acceso a servicios de salud, abuso infantil, incesto, enfermedades de transmisión sexual, desempleo y movimientos migratorios, entre otros, dijo Polanco.
Belice es el segundo país de la región centroamericana con el mayor índice de infecciones de sida por habitante, después de Honduras. (FIN/IPS/tra-en/sk/cb/lp/he/97
