ARGENTINA: Oficialismo cerca de su primera derrota en 10 años

El gobernante Partido Justicialista de Argentina podría sufrir el 26 de octubre su primera derrota en 10 años en elecciones nacionales, según encuestas que favorecen a la alianza conformada por las dos principales fuerzas de oposición.

El 1987, cuando aún gobernaba el radical Raúl Alfonsín, el Partido Justicialista (Peronista) comenzó una serie de victorias que no se interrumpió en elecciones de ámbito nacional, ya fuesen legislativas, como los próximos comicios, o presidenciales, como fue el caso en 1989 y 1995.

Pero los encuestadores señalan que la nueva Alianza por el Trabajo, la Justicia y la Educación, formada hace menos de dos meses por la centrista Unión Cívica Radical (UCR) y el centroizquierdista Frente País Solidario (Frepaso), lleva una ventaja sobre el oficialismo que algunos estiman en 12 puntos.

Los competidores discuten cómo interpretar los resultados de las encuestas. La diferencia en favor de la oposición surge de sumar los votos anunciados para los dos partidos aliancistas, aún en aquellos distritos en que éstos no se pusieron de acuerdo y se presentarán separados.

El analista político Rosendo Fraga advirtió que, desde 1987, el Partido Justicialista obtiene entre 40 y 46 por ciento de los votos. Los sondeos le otorgan ahora un porcentaje similar, y por eso, Fraga entiende que el principal factor es la unión de la oposición.

El oficialismo considera que no se deben sumar los votos previstos para la UCR y el Frepaso en los distritos en que esos dos partidos no se presentan coligados. De esa manera, aumentan las posibilidades de triunfo del Partido Justicialista.

La Alianza nació en la capital y en la provincia de Buenos Aires, los dos distritos mayores. Las encuestas señalan que el 26 de octubre se impondrá en la capital por casi 50 puntos sobre más cercano contendor, y que en la provincia disputa el triunfo voto a voto al justicialismo.

Luego, los dirigentes de la Alianza comenzaron la negociación en las provincias y, al momento de presentar las listas, lograron sellar su pacto en 13 de los 24 distritos. En los demás, los dos partidos de oposición compiten por separado con el oficialismo.

La Alianza se ha comprometido a mantener la estabilidad económica, aumentar el empleo y reforzar el papel del Estado, sobre todo en la educación. Asimismo, sus líderes mantienen una imagen de honestidad y de respeto a la independencia del Poder Judicial ante las personas consultadas en las encuestas.

Ests dos últimas características los diferencian de los dirigentes del gobierno, desgastados por ocho años de gestión y con numerosas denuncias de corrupción y de avasallamiento de la prensa y la justicia en sus espaldas.

El encuestador Manuel Mora y Araujo considera que la elección del 26 de octubre "tiene un bajo costo" pues no está en juego el gobierno. Por eso, muchos votantes que en 1995 apoyaron la reelección del presidente Carlos Menem podrían optar esta vez por la Alianza.

Por su parte, Marita Carballo, del instituto Gallup, sostiene que a nivel nacional hay un empate técnico, pero si se suman a la Alianza los votos de la UCR y el Frepaso en los distritos en que los dos partidos se presentan por separado, la oposición logra una ventaja de 10 puntos, por lo menos.

Carballo señala también que los sectores sociales medios son favorables a la Alianza, mientras los más pobres y de necesidades básicas insatisfechas se inclinan "masivamente" por el Partido Justicialista.

Pero un sector de clase media baja que tradicionalmente votaba al Justicialismo está indeciso en esta oportunidad, debido fundamentalmente al alto desempleo, que lo afecta de modo frontal. (FIN/IPS/mv/ff/ip/97

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