Más de la mitad de los ingresos en divisas de dos tercios de los países latinoamericanos y caribeños dependen de los productos básicos, y una caída promedio de 31 por ciento en sus precios alimenta la debilidad económica regional.
Un simposio internacional sobre el desarrollo de las materias primas en la región comenzó este lunes a analizar esa situación en la capital de Venezuela, promovido por el Fondo Común para los Productos Básicos y el Sistema Económico Latinoamericano (SELA).
El secretario permanente del SELA, el argentino Carlos Moneta, detalló que en el caso de países como Bolivia, Costa Rica, Guyana, Honduras y Nicaragua, entre 60 y 80 por ciento de sus exportaciones son productos básicos.
El vicecanciller indonesio y presidente del Consejo de Gobernadores del Fondo, Soemadi Brotodinigrat, indicó que entre 1990 y 1996, los exportadores de productos básicos perdieron un promedio de 1,6 por ciento del crecimiento económico por el deterioro de los términos de intercambio.
El Fondo opera desde 1992 para impulsar el desarrollo de los productos básicos a nivel mundial, promoviendo una adaptación a las nuevas realidades comerciales para una mejor inserción en los principales mercados internacionales.
El director ejecutivo del Fondo, el holandés Rolf Boehnke, recordó que son miles de millones de personas que dependen de las materias primas para su sobrevivencia, con los agricultores a la cabeza, que deben aprender las nuevas reglas de la liberalización de los mercados para no seguir excluidos de sus beneficios.
Freddy Rojas, ministro de Industria y Comercio del país anfitrión, indicó que las fluctuaciones de los precios en los productos primarios obliga a un encadenamiento productivo desde el que actúa en el campo o las minas, hasta el procesador y el comerciante, para favorecer la competitividad conjunta.
El simposio, que concluirá el viernes, cuenta con la presencia de expertos y representantes de 38 países y se desarrollará mediante seis sesiones plenarias y 12 grupos de trabajo sobre productos específicos.
Moneta dijo que en la era de la cibernética "la moda" en la agenda económica internacional es concentarse en productos y servicios de alta tecnología, arrinconando el sector primario, que sigue teniendo alta incidencia en el Sur en desarrollo.
El máximo funcionario del SELA consideró que es alarmante que en la región se siga al pie de la letra esa moda y se olvide al sector primario, que es el fundamental en el aparato productivo, la economía y el comercio de América Latina y el Caribe.
Recordó cómo pese a la creciente y benéfica industrialización y el acelerado desarrollo de las tecnologías de punta, productos como el café, el azúcar, el hierro, el banano o el aceite son determinantes para el crecimiento económico y el comercio global.
"Eso se traduce en que esos productos básicos sean a su vez determinantes para la estabilidad social y el desarrollo armónico en la región, acotó Moneta.
Mientras la caída promedio en los últimos 15 años de los precios de los productos básicos fue de 31 por ciento, en casos como el del cacao ese descenso llegó a 70 por ciento, y en el del estaño a 40 por ciento.
El impacto del descenso en los precios del sector primario es lento y gradual, pero igualmente devastador en estructuras económicas monoproductoras y vulnerables.
Paradójicamente, son las nuevas tecnologías, que mejoran la productividad del sector e impulsan la competencia internacional, las que bajan los precios.
Fue un análisis en que coincidieron los participantes en la jornada inaugural del simposio, si bien el ministro Rojas insistió que sólo con más y mejor innovación, eficiencia, diversificación productiva, mercadeo, competitividad, infraestructura y financiamiento se podrá superar la paradoja.
Moneta hizo una comparación que calificó de atrevida pero realista: en el largo plazo, el impacto del deterioro de los precios de los productos básicos es más grave que el provocado por los capitales especulativos a fines de 1994 en la región.
El secretario permanente del organismo con 27 países miembros dijo que las crisis financieras estalladas en México, Argentina y otros países por los llamados capitales "golondrina" fueron superables en plazos bastante cortos.
"Pero ni sabemos ni nos preocupamos por saber cuál es el impacto económico y social de la caída del precio internacional del azúcar, tanto a nivel interno como de la inserción de un país en la economía globalizada.
Para Moneta es un error que los países latinaomericanos y caribeños hayan perdido la perspectiva del valor de los productos básicos para su futuro económico y social, cuando a su juicio "antes de lo que nos imaginamos" esos rubros recuperarán protagonismo en las agendas nacionales y mundiales.
Boehnke, el director del Fondo, aseguró que el organismo que cuenta con la presencia de 103 países -sólo 13 del subcontinente latinoamericano y caribeño- busca dar respuesta a los nuevos retos surgidos para el sector primario con la globalización.
Aprobado en 1989 y en operación desde tres años después, el enfoque del Fondo se basa en productos y no en países y atiende el problema de la concentración productiva en uno o dos productos y las fluctuaciones de los precios del sector.
También prioriza la participación del sector privado y del capital externo, para promover más capacitación, apoyo tecnológico y gestión empresarial.
Sus proyectos se centran en apoyar políticas industriales acordes con la globalización y la competencia, el apoyo a pequeñas y medianas empresas del sector, el financiamiento del desarrollo y la atracción de inversión extranjera y el seguimiento del sistema del comercio internacional. (FIN/IPS/eg/jc/if-dv/97