AMERICA LATINA: Inversión extranjera directa creció 56 por ciento

La inversión extranjera directa en América Latina y el Caribe tuvo un aumento sin precendentes de 56 por ciento en 1996, al situarse en 39.000 millones de dólares, casi un tercio del total recibido por el mundo en desarrollo.

Países del Sur de floreciente economía y gran mercado atraen cada vez más a los inversores extranjeros, informó la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).

Mientras, disminuye en términos porcentuales la inversión extranjera directa en los países del Norte industrial, base de 98 de las 100 principales corporaciones transnacionales del mundo.

China fue en 1996 el mayor receptor de inversiones directas entre los países del Sur, con 42.000 millones de dólares, de acuerdo con el Informe de Inversión Mundial 1997 de la UNCTAD

Por su parte, América Latina y el Caribe aumentaron 14.000 millones su participación en el total, que había sido de 25.000 millones en 1995.

La inversión extranjera directa en el Sur en desarrollo sumó 129.000 millones de dólares en 1996, mientras empresas de esos mismos países colocaron 51.000 millones en el extranjero.

Las economías en desarrollo absorbieron 37 por ciento de la inversión extranjera en 1996, frente a 30 por ciento el año anterior.

Algunos países del Norte industrial que figuran entre los grandes inversores en el exterior, como Alemania, Italia y Japón, son también receptores menores de capitales en comparación con el tamaño de su economía, advirtió la UNCTAD.

El porcentaje de inversión extranjera en las naciones del Norte se reduce de forma constante desde 1989, aunque en 1996 recibieron un récord de 208.000 millones de dólares, señaló en Bonn Ludger Odenthal, de la UNCTAD.

Esa reducción porcentual se debe en buena medida a que los mercados de los países ricos ya son explotados en forma eficiente por los productores nacionales.

Por esa razón, las corporaciones invierten cada vez más en los mercados sin explotar del mundo en desarrollo, señaló el director general de la UNCTAD, Rubens Ricúpero, en un resumen del informe.

Brasil atrajo la mayor cantidad de inversión en América Latina y el Caribe, con 9.500 millones de dólares en 1996, frente a 4.900 millones en 1995.

México se situó en segundo lugar, con 7.500 millones de dólares el año pasado. La corriente de inversión directa hacia Argentina se triplicó en 1996, hasta los 4.300 millones.

El aumento fue impulsado por la participación argentina en el Mercado Común del Sur (Mercosur), junto a Brasil, Paraguay y Uruguay, así como por sus planes de privatización y la liberalización de su legislación minera.

El sector automovilístico del Mercosur también recibió inversión extranjera, tanto en Argentina como en Brasil.

La UNCTAD destacó que se mantiene alta la confianza de los inversores extranjeros en la región en general y en Brasil en especial.

Una investigación de la agencia comprobó que los ejecutivos de empresas expresan mayor confianza en el futuro de América Latina que hace cinco años, ubicando a Brasil, México y Chile en lugares de privilegio.

Estados Unidos sigue siendo el mayor inversor extranjero en la región y en Brasil. La inversión estadounidense en América Latina y el Caribe llegó en el período de 1990-1995 a casi 66.000 millones de dólares, cerca de 58 por ciento de la inversión extranjera total en la región.

Las transnacionales canadienses también se convirtieron en importantes inversionistas en América Latina, y aumenta la presencia de capitales de la Unión Europea, especialmente alemanes y españoles, según la UNCTAD.

La estrategia de los inversionistas alemanes se orienta principalmente a Brasil, Argentina y México y se concentra en recursos naturales y servicios.

Mientras, la inversión de Japón sigue siendo limitada y concentrada en paraísos fiscales del Caribe.

La agencia señaló que el incremento de la inversión directa en América Latina y el Caribe y en Asia meridional, sudoriental y oriental respondió a la liberalización económica en curso en esas regiones.

Sesenta y cinco países aprobaron el último año 114 proyectos de ley para la liberalización económica y el fomento de las inversiones, apuntó el informe.

Noventa y cinco por ciento de las 599 leyes sobre inversión extranjera promulgadas en el periodo 1991-1996 tuvieron carácter liberalizador y en su mayoría, el objetivo de abrir al capital extranjero áreas antes cerradas, promover la eficiencia y estimular la inversión.

El deseo de los gobiernos de países en desarrollo de abrir caminos al capital extranjero también se evidencia, según Ricúpero, en el gran incremento en los años 90 de los tratados bilaterales de protección y fomento de la inversión.

Hasta el 1 de enero de 1997 se comtaban 1.330 de tratados de ese tipo en el mundo, con la participación de 162 países, un incremento de 300 por ciento en cinco años. Sólo en 1996 se firmaron cerca de 180 acuerdos, uno cada dos días. (FIN/IPS/tra-en/raj/rj/aq-ff/if/97

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