Cuatro países de América Latina, incluyendo a Brasil, tuvieron deflaciones en agosto, en tanto Venezuela retomó la delantera inflacionaria en la región, de la cual tendía a ser desplazada por Ecuador.
La aparición simultánea en el mapa económico de América Latina de cuatro países con "inflación negativa" es tal vez un hecho inédito, que consolida la tendencia a un retroceso regional del índice de precios al consumidor (IPC) en este año.
Las tasas de inflación tuvieron su mayor retroceso en El Salvador, de 0,7 por ciento, en Nicaragua cayeron 0,57 y en Paraguay en 0,2 por ciento, en tanto Brasil, por primera vez en muchos años, se produjo una caída de precios de 0,04 por ciento.
Venezuela, en cambio, tuvo el IPC mensual más alto de la región, de 3,3 por ciento, con lo cual la inflación acumulada en los ocho primeros meses del año se elevó a 21,6, superando al índice de 21,4 por ciento de Ecuador.
Hasta julio, los ecuatorianos mantenían el poco envidiable liderazgo en términos del incremento acumulado por el IPC desde enero, como consecuencia de las convulsiones políticas desatadas en febrero con la destitución del presidente Abdalá Bucaram.
En Venezuela, la elevada inflación de agosto se debió a incrementos de precios en la gasolina, el transporte y otros servicios básicos, convenidos en el plan de estabilización del gobierno de Rafael Caldera con el Fondo Monetario Internacional.
Con una tasa anualizada de 39,4 por ciento hasta agosto, las autoridades venezolanas confían en contener los precios en torno a 35 por ciento de aquí a fin de año, en tanto analistas independientes temen que más bien llegue a 45.
En cualquier caso, Venezuela reducirá significativamente su hiperinflación de 103,2 por ciento de 1996, lo cual sumado a sustantivas bajas en casi todos los demás países de la región hará de 1997 un año de éxitos antinflacionarios.
De acuerdo a los informes oficiales que consignan sistemáticamente los corresponsales de IPS, sólo Venezuela, Colombia, Costa Rica y Guatemala aumentaron en agosto sus tasas mensuales de inflación en comparación con julio.
En Brasil, como ya se señaló, hubo deflación, y en Argentina y México, las otras dos economías "gigantes" de la región, el IPC se mantuvo estable, con crecimientos respectivamente de 0,2 y de 0,89 por ciento.
Bolivia, Chile, Perú y Uruguay registraron igualmente tasas de incremento mensual inferiores a uno por ciento, en tanto ningún país, con la excepción ya señalada de Venezuela, tuvo en el pasado mes índices superiores a 1,3 por ciento.
Entre las economías con deflación es destacable, además de Brasil, el caso de Paraguay, que en el curso del año consigna ya tres meses con caídas de precios -mayo, julio y agosto- y tiene hoy la inflación anualizada más baja desde septiembre de 1982.
La caída de los precios en Paraguay podría bajar la meta de inflación del gobierno para 1997 de ocho por ciento a siete o 6,5 por ciento, lo cual desata lógicos temores, desechados por las autoridades, de que el país se encamine hacia una recesión.
De cualquier modo, el Mercado Común del Sur (Mercosur), integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay es en términos subregionales el que exhibe un mejor comportamiento en materia de contención de precios en América Latina.
Chile, asociado al Mercosur desde octubre de 1996, aseguró ya su meta de 5,5 por ciento de inflación para este año y el Banco Central trazó la semana pasada como objetivo para 1998 un aumento del IPC de sólo 4,5 por ciento.
La Comunidad Andina es en cambio donde la inflación muestra mayor capacidad de resistencia, con los casos de Venezuela, Ecuador y Colombia, si bien Bolivia y Perú exhiben reducciones importantes del IPC.
En América Central persiste un cuadro de inflaciones mínimas en El Salvador, Guatemala, Nicaragua y Panamá y de crecimiento moderado de los precios en Costa Rica y Honduras, con tasas anualizadas en torno a 15 y 18 por ciento. (FIN/IPS/ggr/dg/if/97