Sólo 65 por ciento de los proyectos de cooperación técnica que Alemania financió en 1995 en América Latina tuvieron resultado satisfactorio, frente a 95 por ciento en Asia y 91 por ciento en Africa, según un informe independiente
El informe examina 88 proyectos de cooperación técnica con el mundo en desarrollo financiados por el gobierno alemán, el principal donante europeo, a un costo de 254 millones de dólares.
Alemania aportó el último año 0,32 por ciento de su producto nacional bruto (PNB) a su presupuesto oficial de ayuda para el desarrollo, frente a un promedio de 0,25 por ciento de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), según datos de ese organismo.
El estudio, realizado por la organización Deutsche Treuhand Gesellschaft y presentado por el ministro de Cooperación y Desarrollo de Alemania, Carl-Dieter Spranger, desmiente el pesimismo general sobre el resultado de la ayuda a Africa subsahariana.
Noventa y cinco por ciento de los proyectos analizados en Asia, que fueron seleccionados al azar, resultaron "exitosos o satisfactorios". En Africa subsahariana, la cifra fue de 91 por ciento, mientras que en América Latina, sólo 65 por ciento de las iniciativas pasaron la prueba.
"Es una buena noticia que Africa tuviera tan buen rendimiento", destacó Spranger. La región recibió 49 por ciento de los fondos destinados al presupuesto de cooperación técnica de Alemania con el mundo en desarrollo en el período considerado.
Asia, con 22 por ciento de los proyectos revisados, recibió 26,4 por ciento de la ayuda para cooperación técnica. Cuatro por ciento de los proyectos se realizaron en Medio Oriente, Magreb y en los estados del Golfo, con 3,5 por ciento de los fondos.
Seis por ciento de las iniciativas se llevaron a cabo en países del sudeste de Europa, con 4,2 por ciento de los fondos mientras en América Latina se implementaron 26 por ciento de los proyectos revisados, cuya financiación insumió 16,6 por ciento del presupuesto de cooperación técnica de Alemania.
"Nos sroprendió el rendimiento comparativamente menor de los proyectos en América Latina", comentó Gerold Dieke, uno de los tres directores generales de la Agencia Alemana de Cooperación Técnica (GTZ).
Las turbulencias políticas que presentaron algunos países latinoamericanos en el periodo estudiado habrían sido una de las razones del bajo rendimiento de los proyectos en la región, sugirió Dieke.
La GTZ, con base en Eschborn, cerca de Frankfurt del Meno, está a cargo de la planificación y realización de los proyectos para el desarrollo del Sur financiados por el Ministerio de Cooperación Económica.
Dieke, quien presentó el informe con Spranger, dijo que el estudio también analizó 81 proyectos en curso. Más de 80 por ciento de los proyectos concluidos o aún en fase de realización fueron considerados "exitosos en general".
Las condiciones generales en las naciones que reciben asistencia de Alemania "son mucho menos estables que en Alemania. La situación política y económica es más dinámica" en el Sur en desarrollo que en este país, señaló Dieke.
Los proyectos de cooperación técnica debían aportar soluciones oportunas a situaciones inesperadas e inestables. Un ejemplo fue el programa de administración del puerto marítimo de Santo Tomás, en Guatemala, que tuvo una financiación de 3,9 millones de dólares.
Los importantes cambios políticos ocurridos en Guatemala entre 1989 y 1995 también afectaron al personal de Santo Tomás, y el esfuerzo por mejorar la eficiencia del puerto finalizó en el fracaso.
Pero la cantidad de proyectos de cooperación técnica que también influyen en las condiciones generales se incrementó en los últimos años, dijo Dieke.
Varios países de América Latina recibieron apoyo para reformar sistemas legales. Como parte de la cooperación técnica, Benín, Camerún y Malawi también contaron con respaldo en asuntos relacionados con política social.
Un elemento importante de la cooperación para el desarrollo radica en la identificación de los grupos que se beneficiarán con los proyectos propuestos, y en asegurar su activa participación, observó Dieke.
De acuerdo con el estudio, 78 por ciento de los proyectos concluidos tomaron en cuenta aspectos de género y 57 por ciento tuvieron consecuencias "positivas" para la situación de las mujeres. Los efectos fueron "buenos o muy buenos" en 38 por ciento de los casos, y "satisfactorios" en 33 por ciento.
Dos tercios de los proyectos concluidos en los denominados países de menor desarrollo y un tercio en otras naciones se dirigieron directamente a la población pobre, de acuerdo con la afirmación oficial de que el alivio de la pobreza es elemento central de la política de Alemania de ayuda para el desarrollo. (FIN/IPS/tra-en/raj/rj/aq-ff/dv/97