AMERICA: Hantavirus y El Niño, blancos de ministros de salud

El mortal hantavirus y el fenómeno climático conocido como El Niño encabezan la lista de amenazas a las cuales ministros de salud de América acordaron hacer frente.

Tras una reunión de una semana del Consejo Directivo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), los ministros aprobaron este viernes una resolución para intensificar la lucha contra la infección de hantavirus, dado "el aumento de número de casos y su expansión geográfica en varios países de la región".

Además, hicieron un llamado a todos los países a actualizar planes de contingencia para responder a los problemas de salud que pueden surgir de la corriente oceánica El Niño, la cual, según meteorólogos, podría ser las más severa hasta ahora registrada.

El Niño, nombre dado a un fenómeno climático mundial que comienza con el calentamiento de las aguas superficiales del Pacífico occidental, ha significado históricamente temperaturas más altas y tormentas y lluvias más intensas para gran parte de América occidental, aunque implica sequías en la costa atlántica.

La cantidad de lluvias y el momento en el que caen, y las mayores temperaturas asociadas a El Niño tienen una repercusión directa en la expansión e índices de nacimiento de organismos causantes de enfermedades humanas como el hantavirus, el dengue y la malaria, destacó la OPS.

El hantavirus, una enfermedad mortal que golpeó duro en países con climas templados, como Chile, Argentina y Estados Unidos, es expandida por roedores, en general ratas y ratones.

La malaria, el dengue y la fiebre hemorrágica del dengue, que resurgieron en los últimos años, son transmitidas por mosquitos y afectan las regiones tropicales.

Pero las temperaturas más cálidas causadas por El Niño en zonas semiáridas del norte de México y el sur de Estados Unidos, y en el norte de Chile y Argentina podrían facilitar su extensión a áreas no tropicales o semitropicales.

Los ministros de salud dijeron estar "preocupados de que la nueva manifestación de El Niño sea peor que en 1982-3", la más severa que se haya registrado, que tuvo "graves consecuencias para la salud y la economía".

La reunión hizo un llamado a la región para que "fortalezca e integre sus sistemas de alarma rápida, supervisión epidemiológica, y el control de las enfermedades contagiosas".

El Consejo también otorgó especial énfasis a la intensificación de la investigación y otros esfuerzos por detectar y luchar contra el síndrome pulmonar del hantavirus, una enfermedad respiratoria a menudo mortal que se presenta en general en áreas rurales de Estados Unidos y partes de Sudamérica.

La enfermedad, que llega a los humanos a través de orina, saliva o materia de roedores infectados, mata a entre 35 y 60 por ciento de quienes la contraen.

La infección de hantavirus fue primero reconocida en Estados Unidos en 1993, cuando causó un brote en la parte sudoeste del país. Desde entonces, 162 casos fueron confirmados en 27 estados.

En América Latina, la enfermedad causó epidemias en Argentina (1992-96), Brasil (1993), Paraguay (1996) y Chile, donde mató a 13 personas y dejó a docenas hospitalizadas en áreas rurales y semirurales en los últimos meses.

"Es necesario tener una estrategia regional y mundial", dijo el ministro de Salud de Chile, Alex Figueroa, quien participó en la reunión de esta semana. "Necesitamos tener una estrategia regional y mundial".

La semana pasada, el departamento de Salud de Tacna, Perú, declaró un alerta sanitario en la frontera con Chile. Trabajadores municipales fumigaron mercados y las aduanas reforzaron las revisaciones del tráfico en las fronteras.

Científicos de la OPS afirman que la mayoría de las personas se infecta al respirar humedad o polvo que contiene orina, saliva o heces de roedores. Pero también parece que tocarse la boca o la nariz después de manipular materiales contaminados es una forma efectiva de transmitir la enfermedad.

Durante la epidemia en Argentina, donde hubo 122 casos confirmados, se documentaron evidencias de transmisión persona a persona, aunque aún no se determinó el modo preciso de la contaminación.

Una cepa particular, llamada hantavirus de los Andes, fue diagnosticada en dos víctimas que habían estado en contacto con pacientes de hantavirus en la región afectada con la enfermedad, aunque no habían estado allí en persona.

El virus, que logra sobrevivir en un ambiente natural, muere ante la acción de la mayoría de los desinfectantes domésticos, como el hipoclorito de sodio y el alcohol.

Casos confirmados de hantavirus se registraron en los últimos años en Canadá, Paraguay y Uruguay. (FIN/IPS/tra-en/jl/aa/lp/he/97

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