AMERICA CENTRAL: Fiesta de independencia con espíritu de unión

Los gobiernos de América Central se aprestan a conmemorar el 176 aniversario de su independencia de España el día 15 con la mirada puesta en la integración económica, política y social que se perfila de cara al próximo siglo.

Los mandatarios del istmo anunciaron el miércoles en Managua su intención de impulsar la integración política gradual con el fin de consolidar su posición ante la globalización, pero también para cumplir el viejo sueño del prócer de la independencia, el hondureño Francisco Morazán.

Morazán fue el principal impulsor de la unión regional y, si bien logró a mediados del siglo XIX crear una Confederación de Estados Centroamericanos, su esperanza murió con su propio fusilamiento por "traición".

Su muerte se produjo un 15 de septiembre, la misma fecha pero 21 años después de la independencia de España. Su ejecución fue en Costa Rica, donde los que detentaban el poder le consideraban una amenaza. Después aceptaron se trató de un "grave error".

La muerte del líder centroamericano truncó en parte el sueño unionista, pero otros próceres lo continuaron. Con ese espíritu, América Central emprendió en los años 60 su primer proceso de integración económica, otro fracaso atribuido a los conflictos de intereses.

Las guerras internas que sufrió la región en los años 80 impidió la continuidad de la iniciativa, pero la firma de los acuerdos de paz en 1987 fortaleció el sueño de la integración a partir de los 90.

Por ahora, la unión regional esta marcada más por la firma de documentos que por hechos concretos. Sin embargo, todo permite inferir que esta vez el proceso será irreversible.

Impulsados por la dinámica de los procesos económicos mundiales, los países centroamericanos construyen una plataforma institucional de integración y ya cuentan con una Corte de Justicia Centroamericana y un foro legislativo, el Parlamento Centroamericano (Parlacen).

El presidente de Honduras, Carlos Alberto Reina, sostuvo que, de todos modos, es preciso revisar esa institucionalidad, dar más fuerza a la integración y "avanzar rápidamente a la unión política, no como un idealismo, sino como algo más pragmático".

"Si seguimos solos, hablando únicamente de integración económica, estaremos dando tumbos y habremos perdido un tiempo preciosos". dijo Reina, una posición que es compartida por su par de El Salvador, Armando Calderón Sol.

"Si no se da la integración política, la unión económica puede seguir a perpetuidad, sin avances sustantivos. Creo que a fines de este año habremos logrado la unión política y cumplido así el viejo sueño de Morazán", agregó Reina, cuya admiración por el procer centroamericano es conocida.

El optimismo del presidente de Honduras contrasta con la cautelosa adhesión del gobierno de Costa Rica y la oposición frontal de algunos sectores políticos que cuestionaron al presidente costarricense, José María Figueres, por suscribir la declaración de unión política.

Costa Rica avala la unión política con la condición de que se consoliden los procesos de desmilitarización y se avance más en el desarrollo sustentable y el combate a la pobreza.

Reina admitió la lógica de la posición costarricense, pero advirtió que la dinámica de los procesos mundiales "indica que el tiempo de la soledad de los países esta pasando y no se puede esperar más".

"Quienes se oponen a la integración son sectores con intereses muy particulares. Debemos luchar por convencerlos de la importacia de la unión política, con la que nadie perderá independencia. Actuaremos como un solo Estado cuando negociemos ante el mundo de los bloques", agregó.

Robero Herrera, ex Secretario del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), manifestó que la unión política regional cuenta ya con los instrumentos juridicos necesarios para echarla a andar y solo requiere "de la consulta popular" y de "la sociedad civil" para concretarla.

"Debe imprimirse una mayor racionalidad y eficiencia a los mecanismos institucionales de la integración, con el fin valorar mejor la participación de todos los países del istmo", manifestó Caceres.

Organizaciones de la sociedad civil centroamericana expresaron en julio que, a pesar de los avances teóricos, "no hay definido claramente un proyecto de integración" regional.

Lo que existe, sostiene una declaración emitido en conjunto por las organizaciones, es una enorme cantidad de mandatos presidenciales, acuerdos, resoluciones y lineas de acción para cuyo cumplimiento han resultado insuficientes los mecanismos institucionales.

Ante estas críticas y ciertas presiones de organismos regionales, como la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), los presidentes centroamericanos acordaron en su última cumbre en Panamá revisar el sistema de integración.

El acuerdo recibió críticas, pero contó con el aval de la mayoría de los países, que procuran racionalizar los gastos del proceso. (FIN/IPS/tm/mj/ip if/97

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