/AMBIENTE/TRABAJO: La industria forestal oculta un bosque de peligros

Miles de trabajadores forestales mueren, resultan heridos o mutilados cada año por insuficiencia de medidas de seguridad en una de las actividades más peligrosas en el mundo.

La motosierra usada en los bosques es una de las herramientas más peligrosas jamás inventadas, advirtió un informe presentado esta semana en Ginebra a expertos de la industria.

Al mismo tiempo, los métodos de explotación de los bosques empleados por las empresas amenazan al medio ambiente y reducen la productividad.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) se propuso extender, entre ecologistas, gobiernos y empresarios forestales, la convicción de que la protección de los bosques y la protección de los trabajadores forestales son necesariamente complementarias.

Unos 30 expertos procedentes de los 10 principales países exportadores de productos forestales discuten desde este martes la adopción de un nuevo repertorio de recomendaciones prácticas sobre seguridad y salud en el trabajo forestal.

A la reunión, convocada por la OIT, asisten técnicos de los 10 países: Brasil, Canadá, República Checa, Chile, Estados Unidos, Gabón, Malasia, Nueva Zelandia, Sudáfrica y Suecia.

Las normas y disposiciones codificadas en el repertorio orientarán a gobiernos, empresas y sindicatos para armonizar la protección de la salud y la seguridad humana con la preservación del medio ambiente y la productividad de la silvicultura.

Kari Tapiola, director adjunto de la OIT, estimó que "el repertorio debería permitir sobre todo la creación de mejores condiciones de trabajo y el logro de una mayor productividad en el sector".

La OIT destacó la gravedad de los accidentes en la industria forestal provocados por la insuficiencia de medidas de seguridad y el peligro inherente a las tareas de tala.

La negligencia en la explotación de los bosques repercute también en el medio ambiente al causar daños innecesarios a los árboles que quedan en pie, dijo el estudio de la organización.

En prácticamente todos los países forestales, la silvicultura es, junto con la minería y la construcción, una de las actividades más peligrosas.

La incidencia y la tasa de mortalidad de los accidentes en el sector forestal supera entre dos y tres veces a las registradas en otros rubros industriales.

Para el trabajador forestal de Estados Unidos, la probabilidad de sufrir un accidente fatal en sus 20 años de actividad es de uno a 20.

Pero la OIT advirtió que la situación es aún peor en muchos países tropicales.

Debido a las condiciones precarias de vida y de trabajo, a la capacitación insuficiente y a los peligros del trabajo en la selva, son muchos los trabajadores de regiones tropicales que se jubilan antes de la edad reglamentaria.

Otros cambian de oficio, agobiados por el esfuerzo físico, así como por las discapacidades y las enfermedades profesionales, describió la OIT.

Los peligros para el ambiente y para la seguridad de los obreros provienen de técnicas erróneas de corte y extracción de los árboles, que causan daños extensos e innecesarios y multiplican los riesgos a que se exponen los trabajadores.

Por el contrario, el control riguroso de la orientación de los derribos permite conservar los árboles jóvenes y los renuevos, reducir el deterioro de los suelos y del recurso hídrico y al mismo tiempo proteger a los trabajadores.

La OIT acepta que la tarea más peligrosa en los bosques es el derribo de los árboles. Junto con el troceado, la tala causa más de 70 por ciento de todos los accidentes y prácticamente todas las muertes de obreros. Esos problemas de seguridad se han agudizado en algunos países de Europa oriental.

La investigación dictaminó que la motosierra es una de las herramientas más peligrosas jamás inventadas, incluso cuando la manejan expertos.

La motosierra provoca, entre las lesiones más frecuentes, cortes y heridas abiertas, pero también puede causar sordera y otros daños físicos originados en las vibraciones.

El ruido de una motosierra empleada al máximo de su potencia causa daños irreparables al oído después de solo 15 minutos de funcionamiento.

Los expertos estiman que ese instrumento seguirá siendo el principal factor de riesgo en el trabajo forestal. Su uso, extendido en todos los países desarrollados, aumentará en el mundo en desarrollo al crecer la proporción de madera proveniente de plantaciones.

La nueva codificación auspiciada por la OIT se basa en la experiencia internacional que echó por tierra el enfoque que aconsejaba ocuparse esencialmente de los aspectos técnicos, como el diseño de máquinas, y del lugar de trabajo.

En cambio, el repertorio en discusión establece el criterio de que los bosques no son fábricas, sino entornos laborales estables donde se desarrollan procesos de trabajo en extremo normalizados.

El consejo de administración de la OIT deberá aprobar el repertorio en su reunión de noviembre próximo y de inmediato se iniciará una campaña de divulgación y de aplicación basada en el argumento de que "la seguridad es necesaria y también rentable". (FIN/IPS/pc/jc/lb-en/97

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