Los estudios de impacto ambiental y social de la prevista hidrovía Paraná-Paraguay sobreestimaron los beneficios económicos del proyecto y subestimaron sus costos sociales y ambientales, según el dictamen de 11 expertos, entre sudamericanos y norteamericanos.
Los informes oficiales que justifican el proyecto, financiados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y en los que participó el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), son "defectuosos", de acuerdo con las conclusiones del grupo, divulgadas en Washington.
Los ocho millones de dólares empleados en esos estudios procedían de aportes de los estados miembros del BID y habrían tenido mejor uso en problemas ambientales y sociales, declaró Deborah Moore, del Fondo de Protección del Ambiente, de Estados Unidos.
La crítica de los expertos reunidos en Washington a instancias del Fondo de Protección el Ambiente y de CEBRAC, una organización no gubernamental brasileña, amplió denuncias ya lanzadas por ambientalistas y trabajadores sociales respecto de la hidrovía.
El proyecto, que tiene participación de Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay, está orientado a habilitar la navegación de buques de gran calado en los ríos Paraguay y Paraná.
Comprende el dragado de los ríos, el aumento del caudal en algunos tramos y la construcción de nuevos puertos, para el transporte a bajo costo de mercaderías de exportación.
Pero la proyectada hidrovía presenta graves riesgos ambientales y sociales, según el informe de los expertos.
La biodiversidad única del Pantanal de Mato Grosso, uno de los mayores humedales del mundo, será "directamente afectada por las previstas obras de ingeniería", afirmó Juan Paggi, del Instituto Nacional de Limnología, de Argentina.
El Pantanal, situado en el centro-oeste de Brasil, alberga jaguares, osos homigueros, caimanes, al ciervo de los pantanos, nutrias gigantes, 650 especies de aves, 240 variedades de peces y 90.000 de plantas. Absorbe miles de millones de litros de agua por año, regulando el caudal de los ríos e impidiendo indundaciones.
Los estudios oficiales "no proporcionan un análisis completo ni equilibrado del impacto en los humedales, en el suministro de agua y las inundaciones, ni consideran la contaminación química" de los ríos, destacó Eneas Salati, un hidrólogo de la Fundación para el Desarrollo Sustentable, de Brasil.
Thayer Scudder, un antropólogo del Instituto de Tecnología de California, invocó su experiencia en otros grandes proyectos de desarrollo para predecir que la hidrovía no beneficiará a las mayorías pobres de la región.
Los 11 expertos creen que la hidrovía "empeorará las condiciones de vida de un millón de pobladores pobres" de la zona abarcada por el proyecto.
Daniel Drosdoff, portavoz del BID, admitió la necesidad de profundizar estudios "en áreas específicas" del proyecto. Pero "entendemos que (los informes oficiales) aportan material ón importante. Apreciamos las investigaciones de grupos independientes y revisraemos los estudios" realizados, agregó.
"Desafortunadamente, nuestra revisión demuestra que los consultores sobreestimaron los beneficios del proyecto, como la exportación de hierro, y subestimaron sus costos, como las pérdidas para la pesca", declaró Theodore Panayotou, del Instituto de Harvard para el Desarrollo Internacional.
Ríos Vivos, que agrupa a 300 organizaciones opuestas a la hidrovía, manifestó preocupación acerca del impacyo de la obra en etnias indígenas como los ofaie-xavantes y los xeta, en riesgo de extinción.
Ríos Vivos lanzó su advertencia en una sesión especial de la Comisión de Ambiente y de las Minorías del Congreso brasileño, que recibió a representantes de los cinco gobiernos involucrados en el proyecto, de organizaciones no gubernamentales y de las comunidades que pueden resultar afectadas por la hidrovía.
Moore cree que el apoyo incondicional de las autoridades al proyecto cpmienza a debilitarse, que podrían ser consideradas algunas alternativas.
Por ejemplo, el gobierno de Paraguay solicitó asesoramiento a la Estación Experimental de Ríos de Estados Unidos para mejorar la navegabilidad del Paraná y el Paraguay sin proceder a grandes obras de ingeniería.
El panel de Washington recomendó a los gobiernos, el BID y el PNUD aumentar las consultas con las comunidades y con los 150.000 indígenas de la región surcada por la hidrovía.
"Un debate más amplio y fundamentado habría evitado en el pasado la realización de proyectos de desarrollo causantes de grandes daños ambientales, sociales y económicos", comentó Henrique Rattner, un economista de la Universidad de Sao Paulo que integró el panel. (FIN/IPS/tra-en/dk/mk/ff/en/97