/AMBIENTE/ BOLIVIA: Sin armas para enfrentar al "Niño"

Bolivia emprendió una carrera contra el tiempo para socorrer a los futuros damnificados por el fenómeno de "El Niño", pero no puede estudiar su evolución, pues carece de acceso a las imágenes satelitales de los servicios meteorológicos mundiales.

Estudios que proceden del exterior del país señalan que esta corriente atmosférica afectará de manera directa a Bolivia, con inundaciones en las llanuras del oriente del país y sequías en los valles y el altiplano.

Pero las estaciones meteorológicas de Bolivia no reciben la asistencia técnica de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) porque le adeudan a esta agencia unos 300.000 dólares acumulados en cuatro años.

Las autoridades no cuentan, por lo tanto, con información sobre la evolución de El Niño. Al mismo tiempo, las escasas estaciones que recogen información climatológica operan en condiciones poco confiables y por períodos irregulares de tiempo.

El gobierno ordenó el inmediato pago de la deuda a la OMM, pero, ante la cercanía de los mayores impactos de este fenómeno atmosférico, los servicios de meteorología no tendrán tiempo de obtener información propia para identificar los lugares y las fechas en que ocurrirán los desastres con fines de prevención.

"Por los últimos informes conocidos en otros paíes, sabemos que en este momento el fenómeno está catalogado como moderado", dijo el ministro de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente, Erick Reyes Vila, aunque aclaró que el gobierno preparará un plan para tomar rápidas acciones de asistencia.

Aunque las regiones de mayor impacto de El Niño en América Latina son las costas del océano Pacífico de Chile, Colombia, Ecuador y Perú, este año también llegará a otras zonas del continente, aseguran los expertos.

En Bolivia, una de las regiones más afectadas por esta corriente será el Chapare, zona tropical ubicada en el centro del país y conocida por ser productora de coca y cocaína, donde las aguas de los ríos crecerán en gran medida.

Autoridades de varios municipios del Chapare han comenzado a preparar la evacuación de unas 7.000 familias ribereñas hacia zonas alejadas de los ríos, ante las inminentes inundaciones que provocará esta corriente marina cálida.

En Santa Cruz, región de Bolivia dedicada a la actividad agrícola y ganadera, la influyente Cámara Agropecuaria del Oriente ha advertido que se producirían millonarias pérdidas en los próximos doce meses si el gobierno no toma medidas.

El gobierno ha respondido con el anuncio de que proporcionará información destinada a los agricultores para aconsejar el retraso de la siembra hasta que pase la corriente atmosférica.

El ministro de Desarrollo Económico, Ivo Kuljis, adelantó que también se ofrecerá asistencia técnica a los pequeños productores para aconsejar el uso de variedades de semillas resistentes a niveles extremos de humedad o sequía, según corresponda por regiones.

Según estimaciones de organizaciones empresariales de agricultores, la corriente de El Niño podría arrasar este año con más de 70 por ciento de la producción agrícola de este país.

El Instituto Geográfico Militar (IGM) calculó que más de 800.000 kilómetros cuadrados de territorio boliviano sufrirán de una aguda sequía y más de 200.000 kilómetros cuadrados podrían quedar inundados entre 1997 y 1998 como consecuencia de este fenómeno meteorológico.

Los dos antecedentes más recordados de la corriente de El Niño en Bolivia se remontan a 1972, cuando provocó efectos moderados, y a 1982, cuando generó una catastrófica caída de la economía nacional por la pérdida de cosechas debido a inundaciones y sequías simultáneas en diferentes regiones del país.

El Niño de 1982 fue el más intenso de este siglo y provocó una devastadora sequía también en el altiplano de Perú y fuertes riadas en la costa norte de ese país.

En La Paz, la helada ciudad altiplánica ubicada a 3.600 metros sobre el nivel del mar, el fenómeno de El Niño se manifiesta algunos días de este invierno con inusuales temperaturas elevadas y en otros con intenso frío, hasta de 10 grados bajo cero.

La magnitud real que este año tendrá El Niño en todo el mundo será conocida el 25 de octubre, cuando en Lima se reúnan científicos de Australia, la NASA, la OMM y una comisión sudamericana con sede en la capital de Perú que estudia el fenómeno a nivel regional. (FIN/IPS/jcr/mj/en/97

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