Las exportaciones agrícolas subsidiadas de la Unión Europea (UE) causan estragos en economías de Africa subsahariana, según dos organizaciones no gubernamentales que pidieron el cese de esa competencia desleal.
Las organizaciones Deutsche Welthungerhilfe (DWHH) y Terre des Hommes (TdH) advirtieron que Namibia, fuente de 70 por ciento de las compras de ganado y carne de Africa austral, perdió 67 millones de dólares en 1996, debido a la exportación de carne subdidiada de la UE a Sudáfrica.
Mientras, la industria frigorífica de Sudáfrica tuvo pérdidas por 110 millones de dólares a causa de la competencia de la UE, consignaron DWHH y TdH en su informe, titulado "La realidad de la ayuda al exterior. Un balance crítico de la política alemana para el desarrollo".
Pradójicamente, la UE financia proyectos de promoción de las ventas de ganado y carne de Namibia a Africa austral, se señaló en el informe.
Kenia es ejemplo de cómo el dumping (competencia desleal) de los 15 estados miembros de la UE puede poner en riesgo la seguridad alimentaria y desestabilizar mercados.
Hasta principios de esta década, Kenia se autoabastecía de alimentos. La importación de maíz y trigo dispuesta a causa de la sequía de 1993-1994 saturó el mercado, pues la cosecha de esos dos granos había sido buena.
El maíz producido en Kenia no pudo competir con el grano subvencionado adquirido a la UE y los precios internos cayeron entre 38 y 57 por ciento. Los más perjudicados fueron las mujeres y los niños, se subrayó en el informe.
"Es absurdo que el gobierno de Alemania asegure que sólo dispone de recursos limitdos para la ayuda al exterior, mientras gasta 17.000 millones de dólares por año en subsidios agrícolas", comentó Peter Mucke, director de TdH.
"Los subsidios agrícolas conspiran contra el objetivo central de la asistencia a los países pobres, que consiste en alentar medidas de desarrollo y promover la estabilidad social", afirmó Mucke.
El secretario general de DWHH, Volker Hausmann, destacó que los presupuestos de ayuda al exterior de las naciones industrializadas de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) ha caído más profundamente de lo que se admite oficialmente.
Los estados miembros de la OCDE destinaron a la ayuda oficial para el desarrollo 71.600 millones de dólares en 1994, y sólo 58.900 millones un año después. En 1996, el monto fue de 55.100 millones.
"El recorte de 3.800 millones de dólares entre 1995 y 1996 fue mayor que la asistencia oficial dispuesta en 1995 en apoyo de Eritrea, Etiopía, Ghana, Sierra Leona, Somalia, Sudáfrica, Uganda y Zimbabwe", observó el informe de DWHH y TdH.
El presupuesto total de ayuda para el desarrollo de los integrantes de la OCDE representa 0,25 por ciento del producto interno bruto (PIB) de ese grupo de 25 naciones.
"Los países industrializados confirmaron en la Cumbre de la Tierra, celebrada en 1992, el compromiso de destinar 0,7 por ciento de su PIB a la ayuda para el desarrollo. Pero, desde entonces, ese rubro ha caído 17 por ciento", advirtió Hausmann.
Así mismo, la argumentación basada en el aumento del flujo financiero del Norte industrial al Sur en desarrollo, que creció de 80.000 millones de dólares en 1992 a 243.000 millones en 1996, no tiene peso real, según los autores del informe.
"Ese flujo financiero se concentró en un pqueño grupo de países del Sur, no ayudó a los países necesitados ni fue invertido en desarrollo humano (salud y educación, por ejemplo)", se destacó.
Leo Kreuz, portavoz del Ministerio de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania, cuestionó algunos datos contenidos en el estudio de las dos organizaciones.
La afirmación de que la ayuda oficial de Alemania para el desarrollo será este año 0,29 por ciento del PIB y aún menor en 1998 "es sólo una especulación". El hecho es que en 1996, ese rubro presupuestal sumó 0,32 por ciento del PIB, por encima del promedio de la OCDE, que es de 0,25 por ciento.
Kreuz también negó que la política alemana de ayuda para el desarrollo otorgue prioridad el beneficio económico por encima del alivio de la pobreza.
Combatir la pobreza sigue siendo el objetivo central de la asistencia alemana al exterior. Más de 55 por ciento de la ayuda entregada de modo unilateral fue orientada a la satisfacción de las necesidades básicas del mundo en desarrollo, aseguró el portavoz.
Así mismo, 66 por ciento del presupuesto de ayuda se destina a países con PIB por habitante inferior a 1.500 dólares por año.
Kreuz admitió, sin embargo, que "las exportaciones agrícolas sin control" de la UE pueden tener impacto negativo en los países en desarrollo.
El caso fue incorprado a la agenda de un grupo de trabajo de la UE a instancias del ministro de Cooperación de Alemania, Carl- Dieter Spranger. (FIN/IPS/tra-en/raj/rj/ff/dv/97