AFRICA: Carta de Derechos Humanos no protege a las mujeres

La Carta Africana de Derechos Humanos y del Pueblo necesita protocolos adicionales para proteger los derechos de las mujeres, ya que carece de normas específicas al respecto, demandaron activistas.

El silencio de la Carta sobre los derechos de la mujer también obstruye la labor de la Comisión Africana de Derechos Humanos, creada para vigilar el cumplimiento de la norma, destacaron participantes de un seminario sobre el tema, que terminó el miércoles 24 en esta ciudad de Sudáfrica.

"Un protocolo fuerte que incluya una claúsula general contra la discriminación y señale los derechos de las mujeres, dará mayor autoridad a la comisión africana", sostuvo la abogada Pramila Patten, activista de la organización Human Rights Action Watch, de Mauricio.

"Las mujeres no participaron en la redacción de la Carta. No es ningún secreto que la misma fue un documento de 'transacción' ", añadió.

"Los redactores no debían exceder lo que los estados africanos estaban dispuestos a aceptar en el ámbito de la protección de los derechos humanos", afirmó Patten.

Los jefes de Estado y gobierno africanos adoptaron la Carta en 1981, durante una cumbre celebrada en Nairobi, Kenia, pero esta sólo entró en vigor en 1986, luego de que 26 países la ratificaron.

Cuando la Carta se refiere específicamente a las mujeres, las menciona junto a la infancia, los viejos y los discapacitados.

Por ejemplo, reclama a los estados que "aseguren la eliminación de toda discriminación contra las mujeres y garanticen la protección de los derechos de la mujer y los niños, según lo estipulan declaraciones y convenciones internacionales".

Los derechos de las mujeres evolucionaron en un ámbito separado al de otros derechos humanos debido a la idea de que la discriminación contra las mujeres no es tan grave como otras violaciones, explicó Patten.

Algunos delegados del seminario organizado por el Centro Africano de Estudios para la Democracia y los Derechos Humanos (ACDHRS), de Gambia, arguyeron que las convenciones que tratan de "serios crímenes internacionales" difieren de las que se refieren a la discriminación contra la mujer, observó la abogada.

Mientras, las mujeres africanas siguen sufriendo violencia relacionada con el género, mutilación genital, acoso sexual, prostitución y se les niega poder político, especialmente en países islámicos, señalaron participantes del encuentro.

La Carta es uno de varios instrumentos creados para la protección de los derechos humanos desde que la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas adoptó la Declaración Universal de Derechos Humanos en 1948.

Otros incluyen la Convención sobre la Eliminación de Toda Forma de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y la Convención de los Derechos del Niño.

Algunos países, como Nigeria, incorporaron la Carta africana a su propia legislación pero son reacios a otorgar un tratamiento similar a la CEDAW.

"En Nigeria, las mujeres gozan de libertad pero la policía aún se niega a permitirles el pago de la fianza de una persona detenida", explicó el juez nigeriano Olufunmilayo Oni-Okpaku.

"Pueden adquirir propiedades pero las mujeres casadas no pueden conseguir préstamos o giros bancarios, pasaportes, etc., sin el consentimiento por escrito de sus esposos", añadió.

"La libertad de las mujeres tiene una capacidad legal limitada aunque la constitución federal otorga igualdad ante la ley tanto a hombres como mujeres. La costumbre y la tradición contribuyen con esta situación", sostuvo Oni-Okpaku.

La Carta africana tiene autoridad de ley porque los países miembros la ratificaron. Es por esta razón que las mujeres quieren incorporar a la misma las normas de la CEDAW que protegen sus derechos, señaló el juez.

Pero algunos cuestionan la necesidad de un protocolo adicional sobre los derechos de la mujer en la Carta africana ya que los estados podrían considerarlo como un documento más débil y una réplica de convenciones ya existentes.

La CEDAW, adoptada en 1993, exige a los estados miembros que instituyan medidas positivas para garantizar a las mujeres el goce de libertades, en el ámbito político y del matrimonio, y para eliminar costumbres y tradiciones discriminatorias y abusivas.

El abuso físico es la mayor violación individual de los derechos de las mujeres y su incidencia va en aumento, de acuerdo con UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia).

Más de 60 millones de mujeres que deberían estar vivas hoy no lo están debido a la violencia asociada con discriminación de género, señala el informe Progreso de las Naciones de 1997, recién divulgado por UNICEF.

Los crímenes contra la mujer, especialmente en Africa, no son denunciados. "Los hombres necesitan educación para eliminar ciertos conceptos que impiden la promoción de los derechos de las mujeres", aseguró Ben Lobulu, de ACDHRS.

El encuentro también destacó que muchas naciones africanas ratificaron la CEDAW pero con reservas, lo que hará más difícil la aceptación de un protocolo adicional sobre los derechos humanos de las mujeres. (FIN/IPS/tra-en/gm/kb/aq-lp/hd-pr/97

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