AFGANISTAN: Talibán detiene delegación de la Unión Europea

Miembros del gobierno talibán de Afganistán detuvieron hoy en Kabul durante tres horas a una delegación humanitaria de la Unión Europea (UE) por tomar fotografías en un hospital de mujeres de la capital.

La delegación estaba integrada por la Comisaria Europea de Asuntos Humanitarios, Emma Bonino, y 18 trabajadores humanitarios, periodistas y diplomáticos que la acompañaban.

"Fueron detenidos porque tomaron fotografías de mujeres sin autorización de las autoridades", declaró el funcionario de seguridad Hajji Habibullah.

"La política del movimiento (fundamentalista islámico) Talibán establece que ningún hombre extraño puede fotografiar mujeres. Esta infracción fue el motivo de la detención", explicó el funcionario.

Bonino, presidenta de la Oficina de Asuntos Humanitarios de la Unión Europea (ECHO), declaró posteriormente que algunos de los trabajadores humanitarios de la delegación fueron golpeados en la espalda con rifles Kalashnikov.

"Realmente temí que la situación se saliera de control, ya que nadie parecía estar a cargo", expresó.

La visita de Bonino, de 24 horas, fue la más importante realizada por un político occidental desde que Talibán tomó el control de la capital, hace un año.

La liberación relativamente rápida de los detenidos se produjo luego de que las autoridades consultaron con Mullah Mohammed Rabbani, presidente interino de la junta de gobierno talibán en Kabul, según informes locales.

La visita de Bonino tiene por finalidad evaluar el progreso de los programas de ayuda financiados por la UE y confirmar "si la ayuda llega a la población civil", explicó el portavoz Filippo di Robilant.

ECHO ya otorgó este año más de 40 millones de dólares para programas de ayuda de emergencia en Afganistán, donde la expectativa de vida es de 43 años para los hombres y 42 para las mujeres.

Además, solo 12 por ciento de las mujeres y 44 por ciento de los hombres son alfabetos.

Di Robilant declaró el domingo que Bonino se reuniría este lunes con funcionarios de gobierno talibanes. "Se trata de una misión puramente humanitaria", aclaró, pero añadió que el tema del tratamiento de las mujeres sería considerado.

"Abordaremos cuestiones de género y derechos humanos en general", dijo el portavoz.

Desde septiembre de 1996, los talibanes prohibieron a las mujeres trabajar fuera del hogar y cerraron todas las escuelas de niñas en los dos tercios de Afganistán bajo su control.

Al respecto, ECHO señaló que "impedir a las mujeres trabajar fuera del hogar priva de sus ingresos a unas 40.000 viudas que son jefas de hogar".

La prohibición también tiene efectos catastróficos en el sector de la salud: prácticamente no hay enfermeras y las mujeres no reciben tratamiento alguno, ya que no pueden ser tocadas por hombres. La mortalidad infantil es de 173 por 1000.

Actualmente, 70 por ciento de Kabul está en ruinas y depende de la ayuda humanitaria.

Además, "la guerra entre facciones dejó muchas áreas sembradas de minas antipersonales", afirmó Kees Rietveld, coordinador de ECHO para Afganistán.

Bonino, con su cabeza cubierta por un velo de acuerdo con la costumbre musulmana, visitó el domingo un campo minado que está siendo limpiado por la organización no gubernamental británica Halo Trust.

Las operaciones de ECHO en Afganistán tienen cuatro objetivos: remover las minas, asegurar refugios de emergencia e infraestructura básica de rehabilitación, ayudar a los grupos más vulnerables (desplazados, viudas, discapacitados, enfermos) a satisfacer sus necesidades básicas y proveerles alimentos y atención médica.

Cerca de 80 por ciento de los fondos de ECHO se concentran en Kabul. "La capital es la prioridad en cualquier programa de emergencia en Afganistán, considerando la extensión de los problemas en la ciudad", señaló Rietveld.

La desnutrición afecta a 80 por ciento de la población, que sobrevive desde hace meses a base de pan y té. Cuarenta por ciento de los habitantes no tienen acceso a la calefacción, 10 por ciento no puede cocinar sus alimentos y 80.000 personas carecen de vivienda en Kabul, donde la temperatura desciende hasta 20 grados centígrados negativos.

En un artículo sobre la situación en Afganistán, Rietveld había señalado que no existen suficientes organizaciones no gubernamentales con la preparación necesaria para trabajar en el conflictivo país.

"Afganistán está de cierto modo olvidado, por lo que el programa de ECHO está lejos de ser lo ideal y solo puede ser tan bueno o tan malo como la situación política lo permita", escribió.

"Como alguna vez dijo un cínico, la ayuda humanitaria consiste en procurar malas soluciones a problemas políticos", concluyó. (FIN/IPS/tra-en/ns/mk/ml/dv-hd/97

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