VENEZUELA: Exito de paro nacional gracias al transporte

El acatamiento férreo del sector del transporte garantizó hoy el éxito de un tranquilo paro cívico nacional de 12 horas en reclamo de aumento de salarios y contra los despidos masivos y el alza de la gasolina, los servicios y las medicinas.

Se calcula que entre 70 y 90 por ciento de los trabajadores – segun áreas del país y sectores- no concurrieron a sus trabajos, aunque en el área metropolitana de Caracas al menos muchas personas manifestaron que su acatamiento al paro era "forzado" ante la ausencia de medios para movilizarse.

La jornada de huelga, convocada por la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), fue apoyada por el gobierno, que la consideró como una legítima presión ante el sector privado por no haber cumplido con concertadas alzas de sueldos, tras la flexibilización del régimen laboral, en junio.

Las expresiones de gente común entrevistada en la calle y de televidentes y radioescuchas que llamaron a los medios para expresar su opinión rechazaron el paro o insistieron que el mismo eran también contra la gestión del gobierno y contra un sector sindical que no los protege ni los representa.

El presidente de la CTV, Federico Ramírez, dijo que el paro fue un "exito total" y que 80 por ciento de la actividad del país quedó paralizada, manteniéndose sólo los servicios esenciales como salud, electricidad, agua y líneas de producción continua.

El presidente de la Federación de Cámaras empresariales, Francisco Natera, aseguró que el paro es político, trajo "irrecuperables daños", calculados en 300 millones de dólares, y la "inexplicable actitud de un gobierno" que "antepuso sus intereses de corrupción e ineptitud" a los del país.

Los empresarios privados están muy irritados porque el gobierno haya buscado tapar que la protesta va contra el alza de 27 por ciento de la gasolina el 31 de julio, pese al rechazo de la medida por parte de los empresarios y los sindicatos, y que "es su ineptitud la que empobreció al país y los trabajadores".

La ministra del Trabajo, María Bernardoni, calificó el paro como "económicosocial" porque no va dirigido contra un sector específico y por tanto no es estrictamente laboral, mientras que consideró que "las aguas volverán a su nivel" dentro de la Comisión Tripartita de empresarios, sindicatos y gobierno.

El ministro del Interior, Guillermo Andueza, destacó que no hubo incidente alguno que lamentar durante la protesta, mientras en Caracas y sus poblaciones aledañas la presencia de efectivos de seguridad fue mayor que la de ciudadanos buena parte del día.

Este jueves volverá a reunirse la Tripartita que negoció el cambio de régimen laboral, para analizar los primeros informes de grupos que estudian el incumplimiento de las previstas alzas salariales, por sectores y por regiones. También supervisará la marcha de la reforma de la seguridad social, a aplicarse en 1998.

La casi totalidad de los comercios se sumaron al paro, mientras los bancos que abrieron tuvieron mínima actividad porque la población se mantuvo en sus casas, después de realizar "compras nerviosas" de alimentos el martes ante rumores de que en esta jornada se iniciaría una escalada de actos violentos.

Pero en un representativo grupo de empresas que no dependen de la relación directa con el público hubo actividad al menos parcial, con el personal que logró llegar a sus puestos, ya que sólo la alcaldía del centro de Caracas estableció un sistema de buses para facilitar la movilización.

El gobierno realizó su habitual Consejo de Ministros de los miércoles, pero en el sector público fue donde más cohesionadamente se siguió el paro, y sólo los funcionarios de alto nivel estuvieron en sus despachos.

La administración central y descentralizada registró aumentos significativos en su escala salarial este año, y por primera vez el sector público tiene fijado su salario mínimo en un mayor nivel que en el sector privado. En este último se mantiene en 150 dólares y en la burocracia estatal en 192.

La estatal industria petrolera conoció una parálisis casi total en sus tareas operativas, sobre todo en el estado de Zulia, en el extremo noroccidental, uno de los que acató el paro en forma más mayoritaría.

Pero en la sede central de Petróleos de Venezuela, en Caracas, hubo actividad y la presencia de personal indispensable para mantener el servicio de alimentación, por ejemplo, se garantizó alquilando habitaciones en hoteles vecinos para eludir el problema del transporte.

En la selvática e industrial región de Guayana, en el sureste, las industrias básicas extra petroleras mantuvieron sus líneas de producción continua, como la de los hornos siderúrgicos, mediante un plan de contingencia en que pasaron a operar las plantas cargos medios y ejecutivos.

La frontera con Colombia se mantuvo casi totalmente cerrada en los puentes que concentran el transporte de carga, al producirse acciones para impedir el acceso de los camiones procedentes del vecino país, lo que creó algunos episodios de tensión.

En los aeropuertos la situación varió, pero en general hubo personal para garantizar la salida y entrada de los vuelos, aunque en muchos casos la falta de suministro de gasolina impidió el cumplimiento de parte de las rutas.

En el aeropuerto internacional Simón Bolívar, que sirve a Caracas, personal de emergencia mantuvo las actividades y los funcionarios que permiten el ingreso y salida de los vuelos internacionales garantizaron el sellado de pasaportes.

Esa situación trató de ser enfrentada por algún dirigente sindical, pero responsables de la CTV subrayaron que se trató de un paro cívico y de brazos caidos en el que no se establecieron planes para presionar el acatamiento de la medida, como sí sucedió en la anterior protesta de este tipo, en 1989. (FIN/IPS/eg/dg/ip- lb/97

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