TIMOR ORIENTAL: Mediación de Mandela abre las puertas al diálogo

Los esfuerzos del presidente de Sudáfrica, Nelson Mandela, por mediar entre Indonesia y la resistencia de Timor Oriental ofrecen nuevas esperanzas para superar el estancamiento del díalogo entre ambas partes.

Aunque Indonesia negó el llamado de Mandela a liberar al líder de la resistencia de Timor Oriental, Xanana Gusmao, y no se esperan grandes avances en el corto plazo, los esfuerzos internacionales comienzan a cuajar.

El optimismo se extendió en Indonesia cuando Mandela, durante una visita estatal a este país, se reunió el 15 de julio con Gusmao en el palacio presidencial.

El hecho de que el presidente indonesio, Ali Suharto, aceptara la solicitud de Mandela para ver a Xanana es un gran avance en sí mismo, y no fue revelado por una revista local hasta una semana después.

Mandela, quien asegura actuar bajo la guía de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), escribió después una carta a Suharto pidiendo la liberación de Gusmao como un paso adelante en la resolución del conflicto en Timor Oriental.

El diario en inglés "Jakarta Post" citó el 22 de agosto a una fuente del gobierno según la cual Suharto envió una respuesta rechazando el pedido, aunque reconoció la "sinceridad" de Mandela "en la búsqueda de una solución internacional".

"El presidente señalará claramente que no puede liberar a Xanana porque es un prisionero común y no político", explicó la fuente.

Xanana Gusmao lideró el movimiento Fretilin por la independencia de Timor Oriental entre 1979 y su detención en 1993. Cumple una sentencia de 20 años que fue reducida tres meses el 17 de agosto, para marcar el día de la independencia de Indonesia.

La respuesta de Suharto siguió la línea usual de Indonesia, pero la intervención de Mandela dio nuevo vigor a un proceso que no ha dado frutos.

Suharto viajará a Sudáfrica en visita oficial en noviembre, y seguramente discuta nuevamente el tema con Mandela, símbolo de movimientos de liberación en el mundo en desarrollo y figura clave en el Movimiento de No Alineados (NOAL), del cual ambos países son miembros.

El lunes Mandela dijo estar dispuesto a hacer de anfitrión de conversaciones entre Indonesia y activistas de Timor Oriental.

Los analistas, incluyendo los críticos de la ocupación de Indonesia de Timor Oriental, están de acuerdo en que la estatura de Mandela añade peso a los esfuerzos de mediación.

"Internacionalmente e internamente, la iniciativa de Mandela hace de Timor Oriental un tema del Tercer Mundo, y no simplemente de los bloques occidentales, los cuales nunca son realmente consistentes en su lucha por los derechos humanos y la autodeterminación de las naciones oprimidas", observó George Aditjondro, académico indonesio exiliado en Australia.

Muchos creen que Suharto, veterano de NOAL y portavoz del mundo en desarrollo, posiblemente esté más abierto a tratar el tema de Timor Oriental si está planteado por un tercermundista como Mandela.

Además, Suharto encontrará más difícil minimizar los comentarios de Mandela, consciente de su estatura y de los dolores de cabeza diplomáticos que Timor Oriental causa a Jakarta.

Indonesia considera a Timor Oriental su provincia 27, pero un movimiento de resistencia pretende la independencia y un referendo libre para decidir su destino. El ejército indonesio invadió la ex colonia portuguesa en 1975, y la anexó el año siguiente. La anexión no es reconocida por la ONU.

En los últimos años se celebraron conversaciones bajo el auspicio de la ONU, y el mes próximo deberá llevarse a cabo una reunión a nivel de las embajadas de Indonesia y Portugal.

Jamsheed Marker, enviado especial en Timor Oriental de la secretaría general de la ONU, advierte un potencial en la iniciativa de Mandela. "El ímpetu político dado a este proceso es extremadamente importante y algo que la ONU quiere desarrollar y mantener", dijo.

Tras su reunión con Marker, Mandela dijo que sus esfuerzos están bajo "estrictas instrucciones del secretario general de la ONU, Kofi Annan. Hasta ahora Mandela colabora en la búsqueda de la paz en al menos 10 países, la mayoría en Africa.

"Si hay alguien que puede impulsar el proceso hacia adelante, ese es Mandela", dijo el diario "Nation" de Bangkok en un reciente editorial. Mandela "tiene la autoridad y el prestigio moral del que carecen Lisboa y la ONU. Y, más importante aún, tiene el oído de Suharto".

También hay antiguos y fuertes lazos entre Sudáfrica e Indonesia que auguran un buen futuro a los esfuerzos de mediación de Mandela.

Indonesia hizo generosas donaciones al Congreso Nacional Africano de Mandela durante la lucha contra el apartheid, y a la campaña por la independencia en Namibia que el CNA respaldó. Mandela ha visitado Indonesia varias veces, y el año próximo tomará de Suharto el puesto de jefatura del NOAL.

No obstante, Aditjondro afirma que es difícil hacer predicciones sobre el futuro, aunque admite que los antecedentes de Suharto al responder a las presiones internacionales "no son tan malos".

Entre otros, el presidente indonesia accedió a presiones de Holanda para liberar al novelista Pramoedya Ananta Toer, y separó de su cargo a dos generales relacionados con la violenta represión de manifestantes de Timor Oriental en noviembre de 1991.

Sin dudas sobre la sinceridad de Mandela para intervenir en el conflicto, Indonesia encuentra pocas opciones que no sean asumir el tema frontalmente. "Con la instigación de Mandela a los flancos, Suharto se está viendo obligado a jugar", dijo el editorial del "Nation". (FIN/IPS/tra-en/js/sb/lp/ip-hd/97

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