El principal grupo rebelde de Sudán rechazó la mediación directa del presidente de Sudáfrica, Nelson Mandela, prefiriendo que participe como facilitador en un foro de paz regional.
La negativa se produjo una semana después que el presidente sudafricano acordara mediar en el conflicto en Sudán, tras una visita a Sudáfrica del presidente sudanés, el teniente general Omar Hassan al Bashir.
Tras la reunión, Mandela dijo a los periodistas en Ciudad del Cabo que pronto dialogaría con Al Bashir, el líder rebelde John Garang y el presidente Yoweri Museveni de Uganda, en un esfuerzo por renovar las conversaciones entre el gobierno de Sudán y el rebelde Ejército Popular de Liberación del Sudán (SPLA).
Este jueves una declaración firmada por el portavoz del SPLA John Luk dijo que el movimiento rebelde no busca un foro alternativo, ya que "mantiene su compromiso con el proceso de paz de IGAD dirigido por el presidente de Kenia, Daniel Arap Moi".
IGAD es la Autoridad Intergubernamental sobre Desarrollo, que agrupa a Kenia, Uganda, Djibouti, Somalia, Etiopía, Eritrea y Sudán.
Luk dijo que el SPLA no tiene conocimiento de una inminente reunión entre Garang y Al Bashir. "Este rumor fue circulado por Jartúm, para sorpresa del SPLA, ya que Jartúm obviamente no fija nuestras reuniones, ni es vocero del SPLA", afirmó.
La última ronda de negociaciones auspiciadas por IGAD fracasó en Kenia el 19 de agosto. Aunque Moi no dio explicaciones, el gobierno de Jartúm y el SPLA continúan culpándose mutuamente del estancamiento.
Más de un millón de personas murieron en el sur de Sudán desde que el SPLA lanzó la guerra hace 14 años, en demanda de mayor autonomía para la población no musulmana de la región, hogar de 35 por ciento de los 27 millones de sudaneses.
En 1991 tres comandantes se escindieron del SPLA, Riak Machar, Lam Akol y Gordon Kong, lo cual debilitó al movimiento rebelde y permitió que Jartúm tomara varios territorios antes en manos de los insurgentes.
Seis años después Machar firmó una carta de paz con el gobierno y el abril de este año tradujo la carta a un acuerdo de paz.
Machar es ahora presidente del Consejo Coordinador del Sur de Sudán, que supervisa a los 10 estados de la región y deberá organizar un referendo en un plazo de cuatro años para decidir si los sureños se separan o continúan integrados a Sudán.
Garang se negó a sumarse al acuerdo, considerándolo una "venta", y alegó que Jartúm simplemente está utilizando el ejército de Machar para que se oponga al SPLA en su beneficio.
Los combates atraviesan ahora una fase de estancamiento. De las tres regiones originales del sur, Garang sólo controla Equatoria, con fronteras en Uganda, Kenia, Zaire y República Centroafricana.
La otra región crucial, Bahr el Ghazal, es disputada entre sus fuerzas y las de Machar. La tercera, el Alto Nilo, está bajo control de Machar.
Expertos en la región afirman que el respaldo que el SPLA tiene de Egipto, Eritrea, Etiopía y Uganda, unidos en su miedo común del supuesto plan de Jartúm de exportar su marca de islamismo extremo más allá de fronteras, podría alterar el equilibrio en el campo de batalla a favor de Garang.
El miércoles Abdel Mahmoud Osman Mansour, portavoz del estado de Kasala, sostuvo que Eritrea está reuniendo tropas en la frontera común para invadir Sudán.
Las relaciones entre Sudán y Eritrea se encuentran en un nivel muy bajo, ya que el gobierno de Asmara acoge a la Alianza Democrática Nacional, una coalición que agrupa a distintas organizaciones armadas y al SPLA.
Las fuerzas de la Alianza lograron algunos éxitos militares contra las tropas del gobierno desde la apertura de un nuevo frente militar en el este del país, en la frontera con Eritrea, en diciembre del año pasado.
El martes, el mayor Arok Thon Arok, miembro fundador del SPLA que firmó el acuerdo de paz con el gobierno de Sudán, dijo a los periodistas en Jartúm que Garang no está interesado en las negociaciones.
"Actualmente está reunido con sus altos comandantes en alguna parte del sur de Sudán, planificando una gran ofensiva", afirmó. (FIN/IPS/tra-en/mn/pm/lp/ip/97