SUDAFRICA: Violencia aumenta por armas de fuego en manos privadas

La población de Sudáfrica vive con miedo a las balas, las violaciones y el asalto armado. La opinión mayoritaria de autoridades, investigadores y organizaciones no gubernamentales (ONG) es que el problema se debe al exceso de armas de fuego en manos privadas.

"Asaltaron a mi hija y le robaron el auto y sus joyas, pero yo sólo quiero agradecer a los asaltantes por no haberla violado o asesinado", expresó un hombre en un programa de radio de Johannesburgo.

Para la ONG Sudáfrica Sin Armas (GFSA), las pistolas y las armas de asalto son la causa de violencia de mayor crecimiento en el país, cuya población se encuentra entre las más armadas del mundo.

"Hay un creciente reconocimiento de que el problema es la cantidad de armas que hay en la sociedad. Lo primero que tenemos que hacer es sacar armas de circulación", expresó Ed Laurance, consultor del Panel de Expertos en Armas Pequeñas de la Organización de las Naciones Unidas.

La cantidad exacta de armas de fuego que existe en Sudáfrica no se conoce, pero se estima que uno de cada cinco de los 37,9 millones de habitantes es portador de armas.

De los 68.320 asaltos denunciados en 1994, se utilizaron armas de fuego en 43.279 ocasiones, según un estudio realizado en 1996 por Glenn Oosthuysen, del Instituto de Asuntos Internacionales.

"A pesar de la percepción popular, las armas más utilizadas no son los fusiles de asalto AK-47, sino pistolas y revólveres que ingresaron ilegalmente al país o fueron robados a comerciantes o policías", explicó Oosthuysen.

En 1994, se denunció el robo de 18.888 armas de fuego. Existen unos cuatro millones de armas permitidas en el país.

El ingreso de armas en Sudáfrica se atribuye a la reciente conclusión de guerras en países vecinos. Se estima que Mozambique cuenta con 1,5 millones de armas de fuego y Angola con dos millones, muchas en manos de ex combatientes.

Sudáfrica también produce sus propias armas. Su enorme industria militar, que emplea a unas 50.000 personas en 700 compañías, fabrica desde bombas y pistolas hasta artillería pesada.

"Una parte significativa del problema corresponde a las armas ilegales. Cualquier política que excluya ese tema carecerá de credibilidad", declaró Laurance en un seminario sobre armas de fuego que se realizó en Johannesburgo el mes último.

El gobierno está analizando la idea de los programas de compra de armas a la población por el gobierno, que tuvieron éxito en Estados Unidos, El Salvador y Malí.

Pero la población se resistió a intentos anteriores de la GFSA de promover la entrega voluntaria de armas, como quedó demostrado el Día de Entrega de Armas, celebrado el 16 de diciembre de 1994.

"Mientras no mejore el sistema judicial y persista la inutilidad del servicio policíaco, estar desarmado será un gran riesgo", manifestó un propietario de armas de fuego.

La adquisición de un arma es relativamente fácil. El registro revela que existen jóvenes de 16 años autorizados a portar armas. En 1996, se aprobaron 195.600 licencias, y otras 25.000 autorizaciones están pendientes.

El ministro de Seguridad, Sydney Mufamadi, afirmó que hay más de 20.000 delincuentes convictos autorizados a portar armas en el país y que 12.500 personas son propietarias de 10 o más armas de fuego.

Ahora, el ministerio estaría considerando la posibilidad de proscribir la tenencia privada de armas de fuego.

La GFSA sostiene que el problema es más profundo y teme por los efectos de la creciente violencia relacionada con las armas sobre los ciudadanos comunes. La ONG comenzó a analizar la cuestión como tema de salud pública con autoridades de la salud.

"El objetivo consiste en que el problema se incluya en la política de salud pública para que se estimulen estrategias de prevención en lugar de otorgarle un tratamiento médico o judicial", destacaron autoridades de GFSA.

"Los símbolos de liberación política de ayer se han convertido en herramientas de la delincuencia y la violencia", señaló Jackie Cilliers, del Instituto de Estudios para la Seguridad.

"Años de conflicto convirtieron a la región en un bazar de armas donde el control estatal sobre las armas pequeñas, aun en Sudáfrica, es la excepción en lugar de la regla", concluyó. (FIN/IPS/tra-en/gm/kb/aq-ml/ip/97

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