El poderoso banco privado Oneximbank, de Rusia, vendió este mes a una subsidiaria suya 38 por ciento de las acciones de la empresa estatal de metales Norilsk Nickel, que poseía en fideicomiso contra una hipoteca de 1995, en una subasta de la que se excluyeron los compradores internacionales.
Autoridades del banco integraron el comité de ofertas de la subasta y el precio que pagó la institución financiera por la empresa fue muy inferior al valor de las acciones en el mercado. Ni siquiera una orden personal del primer ministro Viktor Chernomyrdin pudo frenar la venta.
Paradójicamente, el personal y la dirección de Norilsk Nickel aceptaron la compra y apoyaron los cambios que impuso Oneximbank desde que tomó el control en 1995. Los retrasos en el pago de los sueldos disminuyeron y la producción aumentó mientras la administración financiera hace viable el futuro de la empresa.
El escándalo en torno a la venta obligó al presidente Boris Yeltsin a presentar un decreto que limita la libertad de la banca moscovita para saquear los bienes estatales sin temor a la competencia o los controles legales.
Mientras, la dirección de Oneximbank está a la espera de si el gobierno presionará al fiscal generla para intentar revertir por medios judiciales el negocio de Norilsk.
La compañía no teme a las posibles demandas judiciales que pueda presentar el fiscal en nombre del gobierno, "siempre que estén dentro del ámbito de la ley", dijo Sergei Vetchinin, encargado de prensa de Norilsk Nickel.
Oneximbank poseía las acciones en fideicomiso desde noviembre de 1995, cuando se entregaron en hipoteca al banco como garantía de un préstamo de 170,1 millones de dólares otorgado al gobierno. El banco anunció la subasta de las acciones que el gobierno poseía en Norilsk Nickel para el 7 de julio.
Las firmas extranjeras fueron excluidas de la venta. Trans World Group, de Gran Bretaña, solicitó el aplazamiento de la adquisición y la revisión de las condiciones de la subasta.
El legislador opositor Mikhail Kuznetsov y el ministro a cargo de reformas económicas, Yevgeny Yasin, entre otros, apelaron al fiscal general para detener la subasta.
El presidente del parlamento, Gennady Seleznyov, solicitó por carta la intervención de Yeltsin. La comisión de contabilidad del legislativo investigó el procedimiento por el cual las acciones fueron puestas bajo la tutela del Oneximbank, revelando "una serie de graves irregularidades legislativas", según Seleznyov.
El primer ministro Chernomyrdin ordenó el aplazamiento de la subasta el día antes de su realización. No obstante, un integrante del comité de ofertas dijo que tanto su presidente como el fiscal general Yuri Skuratov decidieron que no tenía sentido continuar con los intentos por aplazar la venta.
La subasta se realizó y Swift, representante de Oneximbank, ofertó 252 millones de dólares por las acciones, 111 millones más que el precio inicial de la subasta de 140,8 millones.
Como el capital actual de Norilsk Nickel es superior a 1.400 millones de dólares, analistas sostienen que Oneximbank tendría que haber pagado al menos 275 millones más por las acciones.
La compañía rusa Tecnología Industrial Avanzada (PPT), representante de asociaciones comerciales y compañías industriales extranjeras, realizó la única oferta adicional, por 182 millones de dólares. Su portavoz, Sergei Barbashov, señaló que no tenía objeciones por el desarrollo de la subasta.
Legalmente, no hubo nada malo con la subasta, según el Fondo de Propiedad Estatal ruso.
La oferta del ganador superaba 80 por ciento al precio inicial, una proporción sin precedentes para este tipo de venta, sostuvo Igor Lipkin, presidente del Fondo.
Oneximbank pretende reservar 34,5 millones de dólares para pagar las deudas que mantiene Norilsk Nickel con el fondo de jubilación e invertir la misma cantidad en infraestructura social y beneficios para sus empleados.
El banco también destinará 300 millones de dólares para explotar los yacimientos de gas de Pelyatkinskoye.
En la etapa actual de desarrollo económico de Rusia es más seguro prestar dinero a empresas que estén controladas por el Oneximbank, dijo el presidente del banco, Vladimir Potanin.
Los préstamos sin garantías a terceros con malos antecedentes legales y contables son negocios de riesgo. "Queremos estar seguros de que el dinero que invertimos será administrado correctamente", declaró Potanin esta semana al diario británico London Financial Times.
El banco considera la adquisición de acciones como una inversión estratégica y no tiene intención de venderlas en el futuro, manifestó Potanin a personal del Norilsk.
El año 1998 será de gran inversión en Norilsk Nickel, incluyendo a la base de mineral de hierro, la capacidad productiva y la infraestructura social de la compañía, aseguró.
El personal de Norilsk Nickel está a favor de mantener la cooperación con el banco. La principal subsidiaria de la empresa, Norilsk Plant, mejoró su rendimiento económico y social en el primer semestre de 1997, aseguraron líderes sindicales.
El pago de sueldos se efectuó con regularidad y las deudas en este sentido disminuyeron de 172 millones de dólares al comienzo de 1997 a 53 millones.
Mientras, la enorme Norils Plant, principal subsidiaria de la Norilsk Nickel, gigante de fundición y de actividades mineras en el ártico, aumenta su producción y exportaciones y promete ser un importante actor en el mercado mundial de metales en los próximos años.
La fábrica superó entre enero y julio sus metas de producción para níquel electrolítico y cobalto en 1,9 y 3,2 por ciento respectivamente. Aunque sufrió un importante incendio el 18 de julio, también superó sus objetivos para ese mes, por 0,8 y 5,6 por ciento.
En el pasado la compañía vendía toda su producción al Estado pero desde 1994 se le permitió exportar, estableciendo oficinas de venta en Londres y Nueva York.
La producción aumentó 11 por ciento. Se vendieron 168.900 toneladas de níquel, un incremento de 1.900 toneladas con respecto a 1995, de las que se exportaron 104.900 toneladas, 20 por ciento más.
Las ventas de cobre representaron 342,900 toneladas, un incremento de 12.000 comparada con 1995, y las exportaciones aumentaron 120 por ciento, con una cantidad de 241.400 toneladas. Las exportaciones crecieron para compensar la baja demanda interna. (FIN/IPS/tra-en/ai/rj/aq-mj/if/97