Rusia ordenó una reestructura total de la industria armamentista de las costas del Pacífico, tras años de fraudes y mala gestión.
Al igual que casi todas las industrias pesadas, las empresas de defensa alegan que problemas de iliquidez, contratos perdidos y la reducción de los fondos estatales impidieron pagar los salarios a los trabajadores.
Moscú sostiene que la situación puede revertirse, ya que la industria de defensa del Pacífico está en mejores condiciones para sacar ventaja de los mercados asiáticos, y que lo necesario es una gestión más eficaz y honesta.
Pero Yuri Chervakov, ex funcionario del Ministerio de Industrias de Defensa, recientemente desmantelado por el gobierno, es pesimista ante las promesas del gobierno de que pagará los salarios y aumentará la financiación de contratos de defensa.
Hay una creencia generalizada de que la crisis de la industria no será superada en el futuro próximo. La economía doméstica está agotada, lo cual afecta duramente a las empresas de defensa no exportadoras, agregó.
El ejército ruso suele pagar menos de la mitad del costo de los equipos que recibe de la industria armamentista, e incluso las empresas que convirtieron su producción con fines civiles están en problemas.
El año pasado, registraron una caída de 24 por ciento de la producción, ya que no pudieron competir con el precio de las importaciones.
En 1996, el gobierno pagó apenas 50 por ciento de los contratos estatales y 20 por ciento de la producción civil de las plantas de defensa.
Entre los acusados por el gobierno figuran las autoridades de la planta Zvezda en Bolshoi Kamen, en la región de Primorye. Bolshoi Kamen es un alto centro de reparación y mantenimiento de submarinos nucleares, con lucrativos contratos para mantener submarinos diesel vendidos a India y China en los años '80.
Según el Servicio de Seguridad Federal (ex KGB) de la región, la gestión de Zvezda vendió restos no ferrosos de alto precio y metales preciosos recuperados de los submarinos, pero dejó a sus trabajadores sin salario durante 10 meses.
Las irregularidades fueron descubiertas el mes pasado por una comisión del gobierno liderada por Oleg Yefimov, director del departamento de defensa estratégica del Ministerio de Economía.
La comisión recomendó un plan de recuperación basado en los contratos de mantenimiento con India y China, y Yefimov prometió que su ministerio pagaría duedas por trabajos hechos que totalizan 18,1 millones de dólares (100 millones de rublos).
Los primeros 2,6 millones de dólares ya fueron entregados a la empresa, la cual iniciará una conversión reparando también embarcaciones civiles.
Problemas similares afectan la empresa de construcción de aviones Progress en Arsenyevo, también en territorio de Primorye, productora de los helicópteros de combate Black Shark y Alligator, cuyos obreros no reciben su salario desde hace 15 meses y la cual también fue mal administrada.
Pero las plantas de lejano oriente no son las únicas en esta situación. En general, las industrias de defensa de Rusia están en malas condiciones como resultado de una significativa reducción del apoyo estatal y los contratos.
En la actualidad, la industria de defensa de Rusia tiene 1.700 empresas con más de tres millones de empleados. De estas, 41 por ciento son propiedad del Estado, 32 son de capital mixto, y 27 por ciento compañías privadas.
La eliminación de los contratos estatales llevó a la quiebra a 450 en 615 compañías en proceso de conversión.
En 120 productos civiles en producción en las plantas, sólo 23 cumplirán normas mundiales. Sólo 200 de las 1.700 empresas de defensa rusa aún están en funcionamiento, y esto se debe a las exportaciones.
A comienzos de los años '90, la producción de misiles estratégicos cayó 2,4 veces, de aviones, 1,8 veces y de municiones, 2,8 veces. La compra de equipos militares cayó 70 por ciento, y las deudas del gobierno con las industrias crecieron de 271 millones de dólares en 1994 a 1.629 millones en 1997. (FIN/IPS/tra-en/ai/jmp/rj/lp/ip/97
