El Sindicato de Industriales de Panamá amenazó con cerrar 424 empresas y destituir a 12.300 empleados si el gobierno mantiene la rebaja de aranceles de importación adoptada este mes.
Entre los días 1 y 20 el presidente Ernesto Pérez Balladares ordenó la rebaja de aranceles de 40 a 10 por ciento para unos 420 productos de importación, entre ellos el acero, materiales de construcción, alcoholes, jabones, papel, calzados, cigarrillos, maquinarias y otros.
El propósito de la medida es reducir el costo de la canasta básica de alimentos y de la vivienda, así como insertar al país en el proceso de globalización tras su reciente ingreso a la Organización Mundial del Comercio.
Sin embargo, el dirigente del Sindicato de Industriales Darío Selles advirtió que, según estudios realizados por esa organización, "dentro de seis meses 424 empresas que emplean a 12.300 obreros van a empezar a reflejar las consecuencias catastróficas" de la rebaja de aranceles.
En cuanto a la pérdida de puestos de trabajo, Selles dijo que los obreros "tal vez no queden cesantes de la noche a la mañana", pero que "si el gobierno no actúa responsablemente y reconsidera su decisión la gran mayoría de estas empresas no podrá subsistir y sus empleados quedarán sin trabajo", acotó.
El ministro de Planificación y Política Económica Guillermo Chapman señaló que la medida no va a tener mayor incidencia sobre la mano de obra ocupada en la industria, cuya producción era protegida por aranceles de importación.
Entre 1995 y 1996 el gobierno había reducido los aranceles de unos 3.400 productos de importación -que en algunos casos llegaban hasta 350 por ciento- hasta un techo de 40 por ciento, sin que se resintiera el nivel de ocupación en las industrias, acotó el funcionario.
La rebaja de aranceles excluyó los productos de consumo incluidos en la canasta básica de alimentos, como arroz, maíz, frijoles, carne, productos lácteos, azúcar, café, cebolla y tomates, los cuales mantienen una protección arancelaria de 50 por ciento. (FIN/IPS/sh/dg/if/97)