Una ola de asesinatos y atentados provocados por la guerra entre narcotraficantes va en aumento en la ciudad mexicana de Guadalajara, y las autoridades se declaran incapaces de frenar la violencia.
Diecisiete personas, entre ex militares, agentes policiales, parientes de narcotraficantes, abogados y amantes de generales acusados de vínculos con las mafias, fueron ejecutadas desde mediados de junio por sicarios en la noroccidental Guadalajara.
La frecuencia de los asesinatos es proporcional a los avances que presenta la Procuraduría sobre su investigación de vínculos entre polícias y militares con las mafias y a las revelaciones la prensa sobre el tema.
"Es imposible detener las ejecuciones de narcos. No podemos cuidar ahora a los narcotraficantes para que no se agredan", dijo este sábado Alberto Cárdenas, gobernador del estado de Jalisco, cuya capital es Guadalajara.
El último hecho de violencia se registró el viernes, cuando desconcidos efectuaron ocho disparos a un litigante de una oficina de abogados que trata varios casos de narcotráfico. El litigante, un joven estudiante de derecho, se debate entre la vida y la muerte
El 25 de julio, un testigo de cargo contra el general Jesús Gutiérrez, ex jefe antidrogas detenido en marzo por sus presuntos vínculos con el narcotráfico, estuvo a punto de morir al ser herido por sicarios.
Cuatro días después, una ex reina de belleza que, según documentos militares difundidos por una revista actuaba de enlace entre jefes de la droga y militares de Guadalajara, fue acribillada a tiros al detener su automóvil en un semáforo.
La policía de Guadalajara dió cuenta en la última semana de dos atentados y cinco asesinatos relacionados con las bandas de delincuentes.
"Estamos entrando en psicosis colectiva por tanta muerte y violencia", advirtió Mario Jiménez, un abogado de Guadalajara entrevistado por un canal de televisión.
La ciudad, donde se afirma que tienen centros de operaciones varios carteles de la droga, es considerada una tierra de ejecuciones. En 1996 fueron asesinadas 70 personas vinculados de alguna forma con el narcotráfico.
El Ministerio de Defensa informó esta semana que desde enero fueron detenidos 34 militares y ex militares por delitos relacionados con el narcotráfico. Algunos de ellos habían trabajado en Guadalajara.
Cinco o seis cárteles de la droga que mantienen relaciones con narcotraficantes de Colombia, Perú y Bolivia operan en México, el principal centro de suministro de cocaína a Estados Unidos. (FIN/IPS/dc/ff/ip/97
