Las finanzas públicas de México registraron en el primer semestre el superávit previsto, gracias al compás económico impuesto por el gobierno, según autoridades y empresarios, pero la oposición desconfía de las cifras oficiales.
De enero a junio el sector público tuvo un superávit de 2.342 millones de dólares, 32,1 por ciento menos que en igual período de 1996, indica el informe semestral sobre la situación de las finanzas del Estado, presentado la noche del jueves al Congreso.
"Todo está funcionando como se había planeado, el sector público está sólido y propicia el crecimiento de la economía", dijo este viernes Manuel Ramos, director general de Planeación Hacendaria de la Secretaría de Hacienda.
Según las proyecciones oficiales, en el segundo semestre del año el gasto público crecerá uno o dos por ciento, por lo que al finalizar 1997 las finanzas del Estado registrarán un déficit de 0,5 por ciento del producto interno bruto (PIB), 0,4 puntos más que en 1996.
Tras la crisis estallada a fines de 1994, la Secretaría de Finanzas impuso fuertes recortes al gasto público, aumentó los impuestos al patrimonio, la renta y el consumo, y renegoció sus deudas externas de corto plazo.
Con esas medidas, avaladas por organismos financieros internacionales, el gobierno del presidente Ernesto Zedillo logró bajar el déficit público de 0,7 por ciento del PIB en 1993 a 0,1 por ciento en 1996. En 1995 se registró un equilibrio total entre los ingresos y egresos del Estado.
El déficit previsto para este año es manejable, pues no requiere recurrir a endeudamientos ni a fuentes de financimiamiento inflacionarias, aseguró Ramos.
Pero los partidos de oposición consideran que el actual equilibrio fiscal se logró por el castigo a la inversión productiva, la reducción del gasto social y el aumentó de los gravámenes a la población, como el impuesto al valor agregado (IVA), que en 1995 pasó de 10 a 15 por ciento.
"Es inmoral que el gobierno tenga un superávit, cuando la mayoría de la población no ha sentido la recuperación económica y por el contrario la pobreza se exiende y ya afecta a más de 45 millones de personas", señaló el diputado Jorge Ocejo, del derechista Partido Acción Nacional (PAN).
Ocejo, presidente de la Comisión de Comercio de la Cámara de Diputados, se sumó al centroizquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la demanda de bajar el IVA cinco puntos, desminuir los sueldos de los secretarios de Estado y las partidas secretas que maneja la Presidencia.
El presidente del PRD, Manuel López, dijo que es indispensable aplicar un plan de austeridad pública, disminuir gastos en armamento y susbsidios a bancos, suspender sobresueldos y bonificaciones a los empleados del Estado e incrementar las inversiones en salud y educación.
El PAN, el PRD, el Partido del Trabajo y el Partido Verde Ecologista, que desde el 1 de septiembre contarán en conjunto por primera vez con mayoría en la Cámara de Diputados, mantienen negociaciones para presentar un proyecto dirigido a bajar el IVA y reestructurar el esquema impositivo.
El gobierno y los empresarios se oponen a la iniciativa.
Zedillo manifestó este jueves que no se modificará la estrategias a pesar de las presiones y, por el contrario, se tomarán medidas más drásticas dentro del actual modelo económico.
El Consejo Coordinador Empresarial apoyó al mandatario. Sus directivos exhortaron a los partidos de oposición a valorar la constante mejoría de las finanzas públicas, la inflación, el crecimiento productivo y la inversión extranjera.
Los empresarios indicaron que sólo podrían apoyar a los diputados opositores en la propuesta por eliminar del presupuesto todo rubro que se presente como secreto.
Este año, por primera vez en casi siete décadas, el gobierno deberá presentar el presupuesto a un Congreso donde el Partido Revolucionario Institucional (PRI) no cuenta con mayoría. Los analistas prevén un fuerte debate, en el que se pondrá a prueba la división de poderes. (FIN/IPS/dc/ag/ip/97
