Estados Unidos, como supuesto promotor de divisiones, y el presidente argentino Carlos Menem, volvieron a ser blanco de críticas en Brasil, a causa de um torbellino duiplomático que azota el Mercosur con efectos secundarios en el resto de América Latina.
La controversia estallada se impone sobre el temario original de la cumbre del Grupo de Río, que se realizará este fin de semana en Asunción con participación de 13 naciones de América Latina y un representante del Caribe.
Los problemas comenzaron cuando Estados Unidos ofreció a Argentina el estatuto de aliado estratégico, un hecho que provocó la reacción de Chile.
Luego, Menem causó malestar en Brasil al pronunciarse contra la candidatura de este país a un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Otra medida de Washington, el levantamiento del embargo a la venta de armas de alta tecnología a América Latina, agregó más pimienta al enrarecido clima de una región que hasta hace pocos días parecía estar a las puertas de una sólida integración.
La posible compra de aviones de guerra por Chile causa desasosiego en Argentina.
Mientras, en Chile, parlamentarios oficialistas y el canciller José Miguel Insulza objetaron con dureza el tratamiento privilegiado ofrecido por Estados Unidos a Argentina, que podría incluir la venta de armamento en condiciones favorables.
Argentina pierde al aceptar el estatuto que le reserva Washington, que entraña "el alineamiento automático, la condición de vasallo" de la mayor potencia mundial, opinó Geraldo Cavagnari, coordinador del Núcleo de Estudios Estratégicos de la Universidad brasileña de Campinas, a cien kilómetros de Sao Paulo.
Esa eventualidad debilitaría el Mercosur (Mercado Común del Sur), dijo Cavagnari, un coronel retirado del ejército. El experto señaló que, mientras Argentina encuadra el Mercosur en el área económica, Brasil también valora la dimensión política del bloque, que se completa con Paraguay y Uruguay.
El diario O Estado de Sao Paulo opinó este miércoles en un editorial que, "en la mejor hipótesis", el presidente argentino "cometió un error de evaluación" al declarar su oposición a que Brasil represente a América Latina entre los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU.
El error de Menem, cuyas declaraciones fueron publicadas por el mismo diario, habría sido no tomar en cuenta el supuesto propósito de Washington de dividir el Mercosur, según O Estado de Sao Paulo.
Esa intención estaría implícita en la secuencia de anuncios del gobierno de Estados Unidos: el cese de su resistencia a la reestructuración del Consejo de Seguridad, la reanudación de la venta de armas sofisticadas a América Latina y la alianza estratégica ofrecida a Argentina.
La "peor hipótesis", especula O Estado de Sao Paulo, es que Menem considere realizada la "relación carnal" de Argentina con Estados Unidos, como expresó hace tiempo su canciller Guido di Tella, y ya considere secundarios los compromisos y posibilidades del Mercosur.
La diplomacia brasileña "no debe quemar los puentes" que Menem podría utilizar para volver atrás, concluyó el diario.
Otro editorial, de Gazeta Mercantil, acusó a Estados Unidos de sembrar divisiones y de intentar seducir a Argentina con doble objetivo: desviar la atención latinoamericana de su propia integración económica y lanzar una "manzana de la discordia" en vísperas de la cumbre del Grupo de Rio.
El desentendimiento entre Brasilia y Buenos Aires y el recelo de Chile indican que la región no es inmune a las intrigas fomentadas por Washington, observó Gazeta Mercantil.
Se trata de disputas negativas y también inútiles, porque un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU tiene hoy poca importancia, ya que ese organismo es inoperante, según varios analistas.
Mejor sería incorporarse al Grupo de los Siete (G-7) países más ricos, señaló Cavagnari.
El centro de las decisiones mundiales más importantes está ahora en la Organización Mundial del Comercio y no en la ONU, según otros.
La controversia desatada es "un ejercicio fútil de vanidades de la llamada dipomacia presidencial. Es cien veces más relevante tener a Joao Havelange (un brasileño) en la presidencia de la FIFA" (Federación Internacional de Fútbol Asociado) que un representante permanente en la ONU, afirmó Elio Gaspari, columnista de O Globo y Folha de Sao Paulo. (FIN/IPS/mo/ff/ip/97