La sociedad civil de la Gran Cuenca del Caribe luchará por tener participación propia en el proceso de integración de sus 25 países, decidieron organizaciones no gubernamentales (ONG) del área en un encuentro en Venezuela.
Representantes de ONG que agrupan entre 350 y 400 entidades diferentes e investigadores sociales concluyeron el viernes 22 un encuentro de tres días para analizar la manera de hacer más participativa la integración promovida por los gobiernos.
Andrés Serbin, anfitrión de la cita de Caracas, indicó que las ONG consolidaron su propia integración y sostendrán un foro entre el 23 y 26 de noviembre, para coordinar las propuestas a la reunión ministerial de la Asociación de Estados del Caribe (AEC), que tendrá lugar los tres días siguientes.
La AEC integra a países de la anglófona Comunidad del Caribe (Caricom), los siete países centroamericanos, Cuba y al Grupo de los Tres (G-3), formado por Colombia, México y Venezuela.
La AEC surgió como una ambiciosa iniciativa, se formalizó en 1994 y tiene una vida opaca por el insuficiente impulso político posterior a un proyecto rechazado por Estados Unidos por la presencia de Cuba.
La sociedad civil organizada pedirá ser oída en el Consejo Ministerial de la AEC, para entregarle su paquete de propuestas, entre ellas ser aceptada como miembro consultivo, algo que dejó abierto explicitamente la AEC porque grupos como el de Serbin participaron abieramente en el proceso para su creación.
En los tres días de deliberaciones en Caracas, las ONG y centros de investigación de la cuenca coincidieron en que el modelo de integración aplicado en su área y en general en América Latina y el Caribe no toma en cuenta los temas sociales, ecológicos, laborales y de género.
Serbin, presidente del Instituto Venezolano de Estudios Sociales y Políticos, dijo que los procesos de integración actuales tratan de responder al reto de la globalización impuesto desde el Norte de acuerdo a sus modelos y enfoques, y resultan complementarios a ella.
El modelo global se basa en la revolución financiera y financiera, la restructuración productiva y la liberalización comercial, lo que ha dejado excluidos del proceso grupos crecientes a nivel mundial, a nivel regional y nacional.
En el encuentro se determinó que cuando los gobiernos indican que sólo allanan el camino para un proceso en que los actores reales son los empresarios y los sindicatos, están excluyendo a la sociedad civil y las organizaciones que la expresan.
También se fijó que ni la democracia ni la integración pueden llamarse tales si no son participativas y no atienden a las necesidades reales de la gente y de la sociedad civil organizada.
Serbin explicó que los participantes en el encuentro no pretenden integrarse sólo para actuar en el plano del AEC, sino que ya están vinculados a los bloques subregionales que existen entre sus 25 estados.
También aspiran a estar atentos y tomar posición colectiva ante los procesos de integración regional y hemisférica, como ya proyectada Area de Libre Comercio de América o los dos polos surgidos al norte y sur del continente: el Marcado Común del Sur y el Tratado de Libre Comercio norteamericano.
El planteamiento de la sociedad civil de la cuenca es que la integración para ser completa debe incluir además de los temas económicos y de democracia, los del desarrollo social -pobreza y desempleo, entre ellos-, medio ambiente, equilibrio de género e identidad de la subregional, en educación y cultura.
En el encuentro se determinó el establecimiento de una sociedad civil regional que pese a su heteregoneidad y diversidad se asentará en sus posiciones comunes ante la integración y la globalización para hacer que "no sea impuesta de arriba a bajo, sino de abajo hacia arriba", dijo el jamaiquino Nevil Duncan.
El director del Instituto de Investigaciones Sociales y Económicas de la Universidad de las Indias Occidentales dijo que en el fondo se trata de promover un nuevo tipo de gobernabilidad, en que junto con los estados, los empresarios y los trabajadores, participe en la toma de decisiones la sociedad civil.
Dijo que las ONG son tenidas más en cuenta en los países con democracias de más antiguo funcionamiento, como las de Caricom, que en las naciones centroamericanas o sudamericanas, donde muchas democracias nacieron o fueron restablecidas hace poco.
Pero Duncan subrayó que en todo el subcontinente la sociedad civil es débil, porque no hay mecanismos para promover acciones y acuerdos que incluyan las propuestas de sus representantes. (FIN/IPS/eg/dg/ip-if-pr/97