Indígenas chortis de Honduras reanudaron su huelga de hambre frente al parlamento, en protesta por el incumplimiento gubernamental de acuerdos sobre tierras, y contra la violenta persecución denunciada por sus dirigentes.
Tras prolongadas negociaciones, unos 20 chortis suspendieron el fin de semana el ayno que mantenían desde el día 5. La decisión fue tomada al acceder el gobierno a entregar a los indígenas unas 1.214 hectáreas de tierras en los occidentales departamentos de Ocotepeque y Copán.
Las autoridades también se comprometieron a desmantelar las bandas de terratenientes que han hostigado a los indígenas y a proceder al desarme general en la zona, fronteriza con Guatemala.
Pero un recurso de amparo presentado a la justicia por la alcaldía de Copán, que reivindica la propiedad de predios prometidos a los chortis, impidió la prevista entrega de tierras.
Mientras, se denunció un atentado contra el dirigente indígena Antonio Pérez, a quien un grupo de desconocidos cercenaron un brazo la noche del sabado en la comunidad de Monte de los Negros.
Así mismo, en otras comunidades indígenas se aseguró que persiste la persecución de los chortis.
Ante esa situación, el Comité de Organizaciones Populares e Indígenas (COPIN) optó por continuar la huelga de hambre frente al edificio del Poder Legislativo, en Tegucigalpa.
"Vamos a permanecer en Tegucigalpa hasta que se cumpla lo pactado", anunció el dirigente chorti José Suchite.
El presidente del COPIN, Salvador Zúñiga, advirtió que los indígenas podrían optar por la invasión de tierras. "Hemos tenido paciencia y hemos hecho demostraciones pacíficas, pero no se ejecuta lo pactado", declaró.
El último acuerdo fue el segundo de este año entre el gobierno y los chortis. En marzo, las autoridades se comprometieron a entregar 4.000 hectáreas a los indígenas en Copán y Ocotepeque, pero luego arguyeron que no había tierras fiscales disponibles en esas zonas.
En Honduras se cuentan 500.000 indígenas distribuidos en siete grupos. A partir de 1994 se unieron en la Confederación de los Pueblos Indigenas, que reclamó al gobierno tierras, carreteras, centros de salud y escuelas para las etnias aborígenes.
Campesinos de la norteña comunidad de Tacaniche se sumaron el día 12 a la huelga de hambre de los chortis. Se trata de pobladores desalojados en 1995 de predios de la compañía bananera estadounidense Tela Railroad y reubicados en un área cercana.
Los campesinos de Tacaniche exigen al gobierno el cumplimiento de su promesa de construcción de viviendas y de pago de indemnizaciones por el desalojo.
La protesta indígena coincide con la campaña para las elecciones generales del 30 de noviembre, de las que sugirá el sucesor del presidente Carlos Reina. El candidato favorito a la Presidencia es el actual presidente del parlamento, Carlos Flores, del gobernante Partido Liberal. (FIN/IPS/jrd/ff/pr/97