Los presidentes latinoamericanos están dispuestos a discutir puntos en desacuerdo en la XI Cumbre del Grupo de Río (G-Río), a celebrarse el próximo fin de semana en la capital paraguaya.
Los coordinadores nacionales de países miembros del G-Río comenzaron este miércoles el ajuste final del temario de la cumbre. Se trata de funcionarios de los 10 países sudamericanos, de México y Panamá, y de Honduras y Guyana, representantes de turno de América Central y el Caribe, respectivamente.
La educación para la democracia, acciones anti-corrupción, la lucha contra el narcotráfico, armamentismo, ambiente y coordinación de posiciones ante los foros mundiales, iberoamericanos, hemisféricos y regionalese interregionales, son los capítulos en debate.
El G-Río también intentará tomar posición común frente a las medidas de certificación del combate contra las drogas que anualmente anuncia Estados Unidos de modo unilateral y son crecientemente objetadas en América Latina.
Los coordinadores revisan el proyecto de declaración final de la cumbre, que será analizado el viernes por los cancilleres de los 14 países participantes y firmado el domingo por los jefes de Estado.
"Por primera vez, y para fortalecer el único mecanismo que tenemos en la región para adoptar posiciones coincidentes, figurará en la agenda de discusión la reforma de la Organización de Naciones Unidas" (ONU), adelantó a IPS el canciller paraguayo Rubén Melgarejo, presidente pro témpore del G-Río.
El anuncio de Melgarejo cierra la primera parte de una semana que comenzó erizada por la oposición del presidente argentino Carlos Menem a la pretensión de Brasil de ocupar un lugar permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Menem opinó que la incorporación de Brasil al grupo de miembros permanentes del Consejo de Seguridad "rompería el equilibrio" político en América Latina.
El canciller brasileño Luiz Felipe Lampreia manifestó "desagrado" por el "veto" argentino, aunque también se pronunció por poner fin al episodio con un encuentro a puertas cerradas entre los presidentes de los dos países en Asunción.
El ministro de Relaciones Exteriores de Argentina, Guido di Tella, pidió "consenso regional" para la designación del representante permanente de América Latina en el Consejo de Seguridad.
Di Tella dijo que no sería "una tragedia" para Argentina que Brasil lograse el asiento regional, aunque confirmó que defenderá la propuesta de rotación de un grupo naciones latinoamericanas en el Consejo de Seguridad. Agregó que Estados Unidos y México acompañan esa iniciativa.
"Con buen tino" los integrantes del G-Río incluyeron en la agenda de la cumbre de Asunción "estos temas, en los que no encontraron coincidencias, excepto en el deseo de que "América Latina y Asia tengan su anhelada silla" destacó Melgarejo.
Otra materia delicada, a abordarse en la cumbre, es la perspectiva de que Argentina se convierta en aliado estratégico de Estados Unidos. No conforma a Chile el carácter "simbólico" que tendría tal nominación, según dijo la secretaria de Estado de Estados Unidos, Madeleine Albrigth.
El interpelado será Chile al discutirse la cuestión de la compra de armas. La posibilidad de que Chile adquiera cazas F-16 – liberados para la venta por la Casa Blanca- es seguida de cerca por Argentina, su vecino, con el que todavía no ha solucionado la totalidad de las cuestiones de límites.
Mientras, fuentes andinas aseguraron que se ha disipado el temor a una carrera armamentista entre Ecuador y Perú, que a principios de 1995 libraron una guerra de baja intensidad por el control de una zona fronteriza.
Estados Unidos aseguró que no venderá armas avanzadas a Ecuador ni a Perú, pues es garante del protocolo sobre el conflicto limítrofe bilateral.
Los países del G-Río aspiran a llevar una posición conjunta a la cumbre iberoamericana de este año en Isla Margarita, Venezuela, y a la reunión de jefes de Estado y de gobierno de las Américas, que se realizará en abril en Santiago de Chile para decidir el destino del ALCA, la prevista área de libre comercio del hemisferio.
La etapa preliminar de Asunción dará también lugar, el jueves, a la reunión de los cancilleres del Mercosur (Mercado Común del Sur), conformado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, y de la Comunidad Andina de Naciones, que agrupa a Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela.
El Mercosur y la Comunidad Andina procuran unirse en una zona de libre comercio, en la que también ingresaría México, antes del comienzo de la negociación de desgravación arancelaria del ALCA.
Melgarejo, desde la secretaría pro témpore del G-Río, se congratuló por el interés de la cumbre de Asunción por asuntos, como la discusión por el asiento en el Consejo de la ONU, que en el pasado no habrían sido abordados.
Así mismo, el canciller paraguay destacó que también será considerada la petición de Colombia de tomar posición de consenso frente al papel de árbitro que Estados Unidos se arroga al juzgar anualmente la conducta de una serie de naciones en el combate contra el narcotráfico.
Pero, según Melgarejo, el aporte de largo plazo de la XI Cumbre del llamado Mecanismo Permanente de Consulta y Cooperación Política de América Latina y el Caribe estará dado por las decisiones a tomarse sobre "Educación para la Democracia".
Los coordinadores trabajarán hasta la noche del jueves en una declaración de Defensa de la Democracia. Una alta fuente diplomática visitante admitió que el énfasis en la formación de ciudadanos y de dirigentes políticos para superar escándalos de corrupción no será el único punto de ese capítulo general.
En efecto, hay posibilidades de que se proponga la adopación de una cláusula democrática, que excluiría automáticamente del G-Río a cualquier país miembro en que triunfara un golpe de Estado.
El gobierno de Paraguay movilizó a 6.000 efectivos de la policía y las Fuerzas Armadas, coordinados por un comando conjunto, para la seguridad de los debates de la cumbre. El dispositivo ya tuvo dos instancias de ensayo, en ocasión de la reunión de cancilleres del G-Río en mayo y de los presidentes del Mercosur en junio.
La marina de guerra argentina colaborará en el operativo de seguridad con dos lanchas torpederas apostadas en el fronterizo río Paraguay, en cuya orilla se encuentra el Yacht y Golf Club de Asunción. Cien computadoras esperan allí a 1.600 periodistas, fotógrafos, camarógrafos y técnicos, preacreditados ante la organización.
Así mismo, el gobierno anfitrión pidió apoyo a Estados Unidos para evitar el ingreso en Paraguay de dos miembros del insurgente Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA), de Perú, que habrían viajado en los últimos días de Alemania a Brasil.
El MRTA ganó notoriedad internacional al tomar por asalto la residencia del embajador de Japón en Lima. Las fuerzas de seguridad peruanas asaltaron en mayo la residencia y dieron muerte a los guerrilleros que la ocupaban desde diciembre.
En la operación de rescate también murieron dos soldados y un magistrado de la Corte Suprema de Justicia, que se encontraba entre los rehenes del MRTA:
En forma paralela a la cumbre, se realiza en Asunción una muestra de cine y vídeo y exposiciones de pintura, escultura, grabado y fotografía de artistas de los 14 países participantes.
Paraguay proyecta celebrar en noviembre, antes de ceder la secretaría temporal del G-Río, un encuentro continental de intelectuales, entre los cuales se contarían el premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez y el premio Cervantes paraguayo Augusto Roa Bastos. (FIN/IPS/cm/ff/ip/97