GRUPO DE RIO: Educación para la democracia, una nueva tarea

Los presidentes asistentes a la XI Cumbre del Grupo de Río en la capital de Paraguay propusieron emprender una tarea conjunta de "educación para la democracia", preocupados por la desconfianza de la población en los procesos de integración y el deterioro de las instituciones democráticas.

El tema, propuesto por el presidente anfitrión, Juan Carlos Wasmosy, es el eje central del debate en la reunión que congrega en Asunción a 12 mandatarios de la región, y que concluirá este domingo con la firma de una Declaración con las principales conclusiones y recomendaciones.

"La población carece de una adecuada formación ciudadana que induzca comportamientos democráticos y tolerantes en sus conductas", advirtió Wasmosy.

Por ello surge el imperativo de impulsar un desarrollo político capaz de atender las demandas de las sociedades modernas cada vez más interconectadas, consolidar las democracias haciéndolas más eficientes, participativas y sobre todo transparentes, señaló.

En esa misma línea, el presidente de México, Ernesto Zedillo, observó que "sólo a través de la educación pueden arraigarse debidamente los valores, las actitudes y las normas de convivencia que exige el ejercicio de una vida democrática plena".

Por contraste, Zedillo citó a los prejucios, la intolerancia y la xenofobia como los rasgos que encuentran su origen y alimento principal en la ignorancia.

El presidente de Chile, Eduardo Frei, reclamó a los líderes políticos responsabilidad para detectar los temas nacionales que exigen alianza políticas y sociales, y consecuencia para cumplir lo que se dice y promete.

Apuntó como central en este campo a la confianza de los ciudadanos en el sistema político: "es dramático darse cuenta de los escasos niveles de credibilidad que poseen las instituciones políticas en nuestras sociedades".

Frei propuso a sus pares que después de muchos años de "predominio de fórmulas autoritarias", inviertan en recursos políticos, técnicos, económicos y humanos, en una pedagogía de la democracia.

"Una de nuestras principales responsabilidades como jefes de Estado elegidos mediante el sufragio universal es transmitir implícita y explícitamente los valores democráticos", finalizó.

A su turno, el presidente de Venezuela, Rafael Caldera, afirmó que América Latina se encuentra en una carrera contra el tiempo y que está, por tanto, en la necesidad de darle a la educación la capacidad de preparar hombres capaces de competir con los pueblos más adelantados en el camino de la globalización.

Caldera insistió en la formación del elemento humano como el objetivo fundamental de los esfuerzos de integración que experimenta la región.

"A medida que aumenta el proceso de la educación por la democracia sentimos más la necesidad de que esta educación no se limite a la transmisión de conocimientos, sino que llegue a la construcción de la conducta de la persona, que es el material humano indispensable para que nuestras democracias subsistan", dijo.

El mandatario peruano Alberto Fujimori criticó que el sistema educativo de su país desembocara en la violencia extrema, particularmente entre 1980 y 1993, en lugar de contribuir a la construcción de una sociedad democrática.

Señaló además que la democracia y la educación en valores democráticos deben tender también a la satisfacción de las necesidades económicas y sociales de la población.

"Tan importante como la defensa de la democracia es la promoción de la misma, a partir de la aplicación de una serie de políticas que conduzcan al fortalecimiento democrático, de manera que con el tiempo su defensa se haga progresivamente innecesaria porque esa democracia estará socialmente legitimada", afirmó.

El presidente de Panamá, Ernesto Pérez Balladares, reclamó a sus colegas que lleven a la vida cotidiana de los pueblos el concepto de la defensa de la democracia y su carácter de participación ciudadana real, para que no quede sólo como una "voluntad declarativa".

"La construcción de una cultura para la democracia sólo será posible si la poderosa herramienta de la educación cumple cabalmente su papel", dijo.

El presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, quien no leyó su discurso, propuso a sus colegas revitalizar la actividad política en base a dar prioridad a las políticas del bien común y el bienestar de los pueblos.

Cardoso se manifestó partidario de un "pacto presidencial" para introducir nuevos valores en la conducción de las naciones, y además incluir en esas acciones la activa participación de organizaciones no gubernamentales y de la sociedad civil.

La Declaración final que este domingo darán a conocer los presidentes de los países del Grupo de Río recogerá, además del tema de la educación para la democracia, las posiciones comunes sobre la pobreza, la reforma del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y las medidas unilaterales de Estados Unidos.

En la Cumbre participan los presidentes de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela. (FIN/IPS/jcr/ag/ip/97

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