/DERECHOS HUMANOS/VENEZUELA: Nueva masacre destapa otro horror carcelario

Una nueva matanza carcelaria destapó otro horror del sistema penitenciario de Venezuela, con 42 muertos y 27 heridos, en una reyerta en el lejano y aislado penal de El Dorado, a 600 kilómetros al sureste del país.

En las oficialmente llamadas Colonias Móviles de El Dorado hay 420 internos, según datos suministrados por el ministro de Justicia, Hilarión Cardozo, mientras se desplazaba en avión al lugar en la selvática y minera región de Guayana.

En la cárcel no había ni teléfono, ni vehículos, ni médicos, cuando se produjo el enfrentamiento por lo que el saldo de muertos "va a subir porque hay heridos muy graves y su traslado a la medicatura cercana se demoró mucho", informaron medios de comunicación del estado de Bolívar, asiento de El Dorado.

Se trata de la mayor matanza de presos en Venezuela desde que en octubre de 1996 resultaron calcinados en un penal de Caracas 25 reclusos. Las autoridades habían logrado últimamente controlar la sangría diaria de muertos entre los más de 25.000 internos hacinados en las 33 cárceles del país.

La masacre se inició hacia las 5:30 de la mañana, hora de Venezuela (9:30 GMT), cuando comenzaba el desayuno para los internos mantenidos en el área de máxima seguridad, y sólo habría podido controlarse más de tres horas después.

Buena parte de los muertos serían reclusos indígenas wayúu, trasladados en noviembre pasado a esa cárcel por una orden administrativa de la gobernación del estado de Zulia, a más de 1.300 kilómetros en el extremo noroccidental del país.

Un responsable de una parroquia separada tan sólo del penal por n rio, Marco Viloria, confirmó por teléfono que el traslado de los wayúu fue el origen de la creciente tensión en el recinto, mientras que precisó que el número de muertos sería inferior al suministrado por Cardozo.

El coordinador de la organización no gubernamental FundaReo, Henry Castro, dijo a IPS que El Dorado "es un depósito humano, donde no se puede decir que se violen los derechos humanos, porque allí simplemente no existen tales derechos".

Castro recordó que El Dorado es oficialmente una colonia agrícola creada para recluir a hombres que hayan cometido delitos administrativos decididos por las autoridades de las 22 gobernaciones de los estados del país, sin pasar por un juicio.

Cardozo dijo desde un teléfono móvil que la matanza comenzó cuando un grupo de internos logró salir del pabellón de máxima seguridad del penal, apodado "la casa amarilla", y provocó o trataron de provocar un incendio en el área de los wuayúu.

El viceministro de Justicia, Kurtnagel Von Jess, añadió en Caracas que se trató de una reyerta "entre bandas rivales por la hegemonía del control del recinto", admitiendo que son los presos y no los funcionarios y la militar Guardia Nacional los que imponen sus reglas en el recinto.

Los presos usaron en la mortal contienda no sólo "chuzos" (armas carcelarias cortopunzantes fabricadas con diferentes utensilios) sino armas de fuego, según las versiones preliminares oficiales.

Cardozo admitió que el contingente de indígenas wayúu fue parte protagonista en la tragedia y explicó que su trasladó no fue obra del Ministerio de Justicia, sino una decisión administrativa del gobernador zuliano Francisco Arias.

Una riña entre wuayúu, la mayor etnia venezolana, asentada en la occidental región de la Goajira, estuvo en el origen de una masacre en la cárcel zuliana de Sabaneta, en la que murieron más de 100 reclusos en 1994.

La directora de prisiones, Mónica Fernández, investigaba la situación de los indígenas con vistas a su retorno a alguna penitenciaria del Zulia, después que algunas madres wayúu denunciaron a Cardozo que sus hijos estaban siendo víctimas de un plan para eliminarlos.

Cardozo comentó que las madres le informaron que en el marco de ese plan moría un wuayúu por día, pero no precisó si este extremo había podido ser confirmado por parte del director del centro, Alirio Rivas.

"Allí lo único que hay es una radio que medio funciona", dijo el ministro. Añadió que la investigación en curso había permitido observar otras irregularidades, como el hecho de que en El Dorado había 30 procesados por causas en el Zulia, cuando legalmente sólo pueden estar allí sentenciados.

Castro recordó que El Dorado sirve para recluir a quienes los gobernadores considerasen incursos en actos incluidos en una de las leyes más criticadas del país, la de vagos y maleantes, que permite la prisión de quienes afecten la paz pública.

Instalada a pocos kilómetros de la población minera de El Dorado -mito de riqueza infinita durante la conquista española-, acoge desde homesexuales hasta mendigos. "Pero también un dirigente de vendedores ambulantes, por ejemplo, que esté creando problemas a la autoridad de turno", denunció Castro.

En los últimos años El Dorado pasó también a recibir a sentenciados por causas judiciales penales, e incluso a delincuentes famosos como "el capitán Avendaño", que está en ese penal tras dirigir un asalto en el que murieron ocho personas y ser recapturado tras huir de otra cárcel y del país. (FIN/IPS/eg/dg/hd-pr-ip/97

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