Mujeres estudiantes de la prestigiosa Universidad de Nueva Delhi en India confrontaron el acoso sexual en el campus, obligando a las autoridades a tomar medidas por primera vez.
El tema ganó el centro de la atención pública cuando un pequeño grupo de estudiantes de la universidad publicó un informe revelando uno de los aspectos del acoso sexual, la violencia callejera en el campus, el acoso cotidiano que experimentan las mujeres.
El informe presenta testimonios de las estudiantes, quienes se econtraron con hombres que exhibieron sus genitales, las tocaron, golpearon, o hicieron propuestas cuando regresaban a sus dormitorios desde bibliotecas de la universidad.
Las mujeres denunciaron que hombres en automóviles o motonetas las perseguían por el camino, a menudo hiriéndolas.
En 1994, una residente del dormitorio de graduadas murió tras ser atropellada por un automóvil en el centro del campus. Testigos del incidente dijeron que algunos hombres en el automóvil habían intentado molestar a la víctima, Shriya Misra, acosándola desde la seguridad anónima del automóvil.
Integrantes del Grupo de Estudios de Género que produjo el informe "Acoso sexual en la Universidad de Nueva Delhi" participaron de un grupo más amplio que organizó protestas y manifestaciones tras el incidente. Poco después comenzaron con la encuesta sobre temas relacionados al acoso sexual.
Las entrevistas se hicieron a estudiantes, profesores, la oficina del decano y la policía, sobre acoso sexual y su conexión directa con la seguridad callejera.
Muchos aspectos del informe, publicado en diciembre, sorprendieron a la comunidad universitaria. Uno de los motivos de asombro fue la actitud de los estudiantes varones hacia sus compañeras.
Uno de los estudiantes varones entrevistados dijo que "las miradas, silbidos o canciones sugerentes" son inofensivos. Otro dijo que "algunas veces las bromas pueden ser aceptables para una chica. Pueden divertirla".
Fue esta versión de la "diversión" uno de los puntos centrales del informe, el cual abordó la naturaleza generalizada del acoso y el fracaso de las autoridades de la universidad para tratar un problema que traumatiza constantemente a la mitad de su población.
Muchas de las estudiantes encuestadas dijeron experimentar el acoso "casi toda vez que pongo un pie en la calle", o "siempre que salgo, los incidentes ocurren, esto es parte de mi vida".
Por el contrario, los estudiantes varones dijeron sentirse libres de caminar por el campus a cualquier hora del día, o la noche, mientras las mujeres, sin excepción, se sienten inseguras, especialmente después de la caída de la noche.
La amplia publicidad que se dio al informe, el cual fue cubierto por la televisión, la radio y la prensa, y citado en el parlamento, hizo que las autoridades tomaran medidas, aunque limitadas, según algunos críticos.
En colaboración con la policía, las autoridades de la universidad colocaron estaciones de control en las calles e inauguraron un centro en que se pueden presentar quejas. También se mejoró la iluminación para hacer más seguras calles oscuras y peligrosas.
No fue nada fácil para el grupo de estudiantes inducir a las autoridades de la universidad a reconocer y hacerse cargo de un fenómeno que sucede ante sus propias narices.
No obstante, el grupo que produjo la encuesta logró demostrar y exponer el alcance del problema, y romper el punto de vista común según el cual el acoso es un problema individual y personal.
En el proceso de realizar entrevistas, cuestionarios, ogranizar discusiones y talleres, desarrollaron un sentido de comunidad entre los estudiantes sobre la necesidad de confrontar y desafiar el acoso sexual.
Al enfrentar a las autoridades y a los agresores simultáneamente, como un único tema, hicieron visible el alcance del problema y la naturaleza generalizada del acoso.
Hasta hace muy poco el término "acoso sexual" era casi desconocido en India. El término utilizado por los medios y el público era "bromas de la noche", un término que encubre el trauma del acoso.
La palabra noche (eve) en inglés coincide con el nombre Eva. En la percepción popular, las "bromas de la noche" son esencialmente inocuas, y se asume implícitamente que las mujeres, al igual que la primera mujer bíblica, son seductoras que llaman la atención de los hombres y se "divierten" haciéndolo.
El peor impacto de los incidentes de molestia y acoso fue el clima de temor que generaron en las mujeres de la universidad. Quizá la peor consecuencia es que las mujeres atacadas sufrieron un fuerte sentido de la vergüenza tras cada incidente. (FIN/IPS/tra-en/rc/an/lp/pr-hd/97