/DERECHOS HUMANOS/ECUADOR: Impunidad de policía otra vez en la mira

La impunidad de que gozan en Ecuador los agentes de seguridad culpables de delitos volvió a demostrarse tras el reconocimiento por la policía de su responsabilidad en la muerte "por error" de tres personas.

"No sé si hubiera sido mejor que la policía mantenga la mentira a que haya reconocido el error", dijo el lunes 25 Alberto Luna, arzobispo de la ciudad de Cuenca y uno de los más reconocidos activistas por los derechos humanos del país.

Organizaciones humanitarias y representantes del clero católico exigieron al gobierno que inicie un proceso de depuración en la policía "si es que en realidad existe un verdadero compromiso con la sociedad", según indicó Elsie Monje, representante de la Comisión Ecuménica para los Derechos Humanos.

La semana pasada un vehículo que circulaba en barrios populares del sur de la ciudad de Guayaquil, la más poblada de Ecuador, fue interceptado por seis efectivos del Grupo de Operaciones Especiales de la policía (GOE) y acribillado por varias ráfagas de metralleta.

De acuerdo al primer informe policial, los tres individuos que se encontraban en el automóvil, que fallecieron instantáneamente, eran conocidos delincuentes que portaban armas de grueso calibre.

El informe fue presentado por el comandante de la provincia de Guayas, donde se encuentra Guayaquil, y respaldado por el comandante de la policía Marco Hinojosa, quien se presentó ante la prensa para describir los pormenores de lo que calificó como una "exitosa intervención" de la policía.

Según los resultados de los exámenes de laboratorio presentados por Hinojosa, una de las personas muertas tenía sedimentos de pólvora en su mano derecha, por lo que se concluía que había disparado un arma de fuego.

Sin embargo, los pobladores de los barrios del sur de Guayaquil iniciaron una marcha de protesta por las calles de la ciudad pidiendo justicia, pues sostenían que las víctimas (también habitantes de esas zonas) eran inocentes.

El día 22, el inspector general de la policía, Jorge Villarroel, informó que las muertes de las tres personas habían sido "un exceso de los efectivos del GOE", quienes quedarían detenidos.

A ninguna de las víctimas se le encontró antecedentes penales y en el interior del vehículo, en vez de armas, aparecieron sólo "dos botellas vacías de cerveza", apuntó.

"Todas las pruebas presentadas en los informes anteriores fueron forjadas por los policías", señaló el inspector.

A pesar de que la policía puso a los seis agentes del GOE involucrados bajo arresto, los moradores de los barrios del sur de Guayaquil y las organizaciones humanitarias exigen la destitución de varios jefes de la policía, incluyendo a Hinojosa.

A lo largo de este año "la policía ha ejecutado a 13 personas en total y hasta ahora no se ha hecho nada", dijo a IPS Alexis Ponce, vocero de la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos, quien consideró que "no sirve de nada reconocer un error si no existe la disposición de enmendarlo".

Para Ponce, "en este caso de asesinato a sangre fría también hay que sancionar a los jefes de la policía que se prestaron para encubrir la verdad".

"Hay asesinos con uniforme y no tengo miedo de denunciarlo", agregó a su vez Luna ,para quien "en Ecuador hay pena de muerte, hay verdugos que asesinan desde su condición de poder y no hay ley ni juez que los juzgue y condene". (FIN/IPS/mg/dg/ip-hd/97

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