/DERECHOS HUMANOS/BANGLADESH: Absolución de violadores indigna a mujeres y prensa

Una decisión judicial inesperada que absolvió a cuatro policías acusados de violar a una adolescente desató una tormenta en Bagladesh, con reacciones indignadas de la prensa y grupos defensores de los derechos humanos.

Las protestas contra el veredicto de una corte especial de la ciudad de Chittagong, 165 kilómetros al sur de la capital, inlcuyen manifestaciones y reuniones diarias y editoriales en periódicos.

La policía es el blanco de las críticas, por haber sido "demantante, defensor e investigador" en el juicio, y ni siquiera recoger el testimonio de la víctima.

Seema Chowdhury, trabajadora de una fábrica de vestimenta, fue violada por cuatro policías, incluyendo un subinspector, quienes la detuvieron junto a su novio en una estación de policía del distrito de Chittagong.

Tras la presión de la opinión pública del país, los policías acusados fueron detenidos en una cárcel de Chittagong. La víctima también fue retenida en prisión, para proteger su seguridad, según dijo la policía.

Varias organizaciones de mujeres solicitaron sin éxito a las autoridades la custodia, y tampoco se les permitió visitar a Chowdhury, de 17 años.

Chowdhury murió en febrero en la prisión de Chittajong, en circunstancias misteriosas. El gobierno instaló un comité de investigación de un miembro para determinar la causa de su muerte. También se instaló un comité parlamentario de 11 miembros.

Ninguno de los dos avanzó mucho en la resolución del crimen. El número de delitos violentos contra las mujeres aumenta en Bangladesh, y la justicia elude a las víctimas.

Para grupos defensores de los derechos humanos y ciudadanos preocupados, la absolución el 14 de julio de los policías acusados es otro golpe bajo.

"El juicio de los raptores de Seema y la forma en que fue conducido por la policía es una vergüenza para la sociedad en que vivimos", escribió Abid Khan, reconocido columnista de prensa.

Khan calificó el veredicto de la corte como una "manifestación flagrante del corrompido estado en que se encuentra la administración de la policía".

El diario en inglés "The Bangladesh Observer" comentó en un editorial que "el veredicto hizo que todos y cada uno se cuestionaran la desenfrenada violación de la propia justicia. Este es un caso que causó una demanda de justicia y castigo de los culpables en todo el país".

La activista de los derechos humanos Shirin Akhter calificó el juicio durante una manifestación en la capital como una "farsa", y dijo que el juicio será "uno de los capítulos más negros de nuestra historia",

Salma Ali, de la Asociación Nacional de Abogadas de Bangladesh, dijo que el juicio fue "sesgado".

Grupos de mujeres exigieron una nueva investigación de miembros del poder judicial y la creación de cortes especiales para tratar casos de violencia contra la mujer.

El mensaje llegó al gobierno. El ministro del Interior, Rafiqul Islam, anunció que las autoridades apelarán para reabrir el juicio.

Elina Khan, abogada de la Corte Suprema, ya presentó una demanda en la alta corte metropolitana contra los policías que violaron a Seema y el policía encargado de la investigación del caso, acusándolos de abuso del poder y negligencia del deber.

En los últimos seis meses, policías fueron acusados en 47 de los 478 casos de diversos abusos registrados en todo el país. En 1995, policías fueron supuestos raptores en 39 casos, siete de los cuales tuvieron lugar dentro de estaciones de policía, denuncian activistas.

Las mujeres son violadas con frecuencia bajo custodia policial, pero la mayoría de los incidentes no son denunciados, sostienen los activistas.

La Comisión de Derechos Humanos de Bangladesh afirma que 32 detenidos fueron torturados hasta la muerte bajo custodia policial entre julio de 1996 y enero de este año.

El Departamento de Estado de Estados Unidos, en su informe anual de 1996 por países, celebró el papel del poder judicial en Bangladesh.

No obstante, criticó las acciones de la policía, diciendo que, aunque la Constitución prohibe la tortura y los castigos crueles e inhumanos, la policía emplea rutinariamente la tortura física y psicológica y otras formas de abuso. (FIN/IPS/tra-en/ti/an/lp/pr-hd/97

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