Los sindicatos españoles retirarán su apoyo a la Asociación de Madres de Plaza de Mayo, de Argentina, que preside Hebe Bonafini, si ésta mantiene su solidaridad con el entorno político de la organización separatista vasca ETA.
La Confederación Sindical de Comisiones Obreras (CCOO, procomunista) y la Unión General de Trabajadores (UGT, prosocialista) condenaron a la última dictadura argentina (1976- 83) y mantuvieron un apoyo constante a las organizaciones defensoras de los derechos humanos en el país sudamericano.
No obstante, en un comunicado emitido este lunes, CCOO afirma que "no colaborará con ninguna asociación que se convierta voluntariamente en cómplice de los asesinatos de personas inocentes".
"No se colaborará con cómplices de Eta", dijo a su vez a IPS un portavoz de la UGT.
El conflicto entre las dos centrales sindicales mayoritarias y la principal asociación de madres de desaparecidos en Argentina se debe a la posición adoptada por Bonafini en relación al proceso contra la dirección de la coalición Herri Batasuna (HB).
Los partidos y los sindicatos españoles, con excepción de un sindicato vasco minoritario, decidieron aislar políticamente a HB, una coalición que apoya a ETA, justifica sus atentados y defiende a sus presos.
En el caso de UGT y CCOO, la decisión de aislar política y socialmente a HB y otras organizaciones menores que respaldan a ETA fue adoptada en una reunión conjunta de sus comisiones ejecutivas.
La razón de esa medida se encuentra en el secuestro y muerte de Miguel Angel Blanco, un joven concejal del gobernante Partido Popular (PP), de centroderecha.
Su asesinato a principios de este mes desencadenó las mayores manifestaciones conocidas en la historia reciente de España.
Bonafini, quien participó en el País Vasco en actos de apoyo a los presos etarras, también firmó un manifiesto contra el procesamiento de la Mesa Nacional de HB.
Los 23 integrantes de esa mesa están procesados por "colaboración con banda armada" por haber transmitido en un espacio de publicidad electoral un video con un mensaje de ETA presentado por tres militantes de esa organización armados y enmascarados.
A mediados de la semana pasada se hizo pública la adhesión de Bonafini al manifiesto en el que se pide la anulación del proceso contra la mesa de HB.
A continuación, el secretario de relaciones internacionales de CCOO, Juan Moreno, envió una carta a Bonafini mostrándole su extrañeza.
Moreno invocó los lazos de solidaridad que CCOO siempre tuvo con los trabajadores argentinos y con la causa de las Madres de Plaza de Mayo, para pedirle que retirase su firma.
Bonafini se negó a retirarla y precisó: "no aceptamos imposiciones mediocres".
Moreno señala en el comunicado que no existió ninguna imposición, "sino una petición razonada y en rechazo a las afirmaciones del manifiesto firmado".
En ese manifiesto, explica el dirigente sindical, "se consideraba un atentado a los derechos individuales el simple procesamiento de los dirigentes de HB, a pesar de la gravedad de las acusaciones".
La asociación humanitaria recibió solidaridad en España desde los primeros años de la dictadura argentina, cuando un grupo de madres de desaparecidos y de presos políticos comenzó a desfilar todos los jueves reclamando a los suyos en la tradicional Plaza de Mayo de Buenos Aires.
En los últimos meses el grupo que preside Hebe Bonafini, así como la Asociación Madres de Mayo Línea Fundadora y la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo recibieron el apoyo de CCOO y UGT en el juicio abierto ante los tribunales españoles para esclarecer la de españoles y descendientes de españoles en Argentina.
El conflicto con las dos centrales abre una brecha en esa solidaridad.
Moreno aclaró que CCOO seguirá su labor de información internacional sobre la actuación unitaria de las fuerzas democráticas de España, incluido el País Vasco.
En particular, añade, "a favor de la convivencia pacífica y de la consolidación de las libertades contra las que atenta el grupo terrorista ETA". (FIN/IPS/td/dg/ip-hd/97